💜 Decimoséptimo capítulo

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Sostengo una conversación que creo necesaria

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Sostengo una conversación que creo necesaria.

—Ya entenderás por qué Clayton no podía quedarse —le digo a Leelah para concluir.

—Beatrice, sí que viviste experiencias interesantes durante el viaje —comenta mi asistente—. ¿Pero por qué no me contaste todo en cuanto llegaste?

—Porque sí lo hubiese hecho, todavía estaríamos hablando del tema. —Ahogo una risa.

—Cierto. Imagina ser la reina del baile y aun así llegar tarde.

—¿La reina del baile? —consulto.

—Beatrice. Todos en Almond te nominaron.

—Pensé que no lo harían. —Miro alrededor—. La gente sí que cambia de parecer.

—No lo veas de ese modo, talvez están agradecidos porque tú y Misaki confeccionaron cada atuendo para el evento.

—En ese caso, también deberían tomar a Ishikawa en cuenta —opino—. Sería lo justo.

—Descuiden, no estoy interesada en ser la reina —agrega Misaki, entrando de pronto a nuestra conversación.

—Ishikawa —le sonrío—. ¿Cómo va todo?

—De maravilla —contesta—. Como pueden ver, Alistair y yo sabemos unos cuantos pasos de baile.

El Quarterback de los colibríes, hace girar a su novia, por supuesto al ritmo de la música.

—¡Ella es mi reina! —exclama él, con gran entusiasmo.

Yo les aplaudo.

—Hacen una linda pareja —comenta Leelah.

—¿Cómo tú y el vagabundo? —bromeo—. No sé tú, pero deberías vigilar a Blake. —Señalo hacia la mesa de bocadillos—. Míralo, acabará con toda esa comida.

—Acabaremos. —Leelah se incluye—. Ahora, con tu permiso. —Me dedica una reverencia mientras se aleja—. ¡Reina instantánea del baile!

Aprovecho el momento para volver a la tarima. Sostengo el micrófono y le pido al DJ que cambie una balada por algo más movido.

Suena esa canción llamada Say So. Sin dudar corro a donde se encuentra Misaki, y enseguida le pido que grabemos un vídeo para subirlo a Tik Tok.

El baile otoñal resulta como debería. Un momento de júbilo, del que cada estudiante —que curse el último año en Almond—, es partícipe.

Un rato después...

La cena estuvo exquisita, y yo me encuentro más que satisfecha. Aunque pensándolo bien, probaré el flan de coco. Al diablo la compostura, siempre se le dice sí al postre.

—Beatrice —susurra Leelah en mi oído—. Es hora de que vayas por la corona.

Me levanto enseguida, engullendo el postre en un dos por tres.

Un suspiro elegante: El regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora