MI MUÑECA DEL TERROR [Nueva edición]

9. ¿ALUCINACIÓN O REALIDAD?

—¡Hijo de su madre!, ¡maldito sea! —farfullo.

Aviento la ropa a la cama con fuerza. Sostengo mi cabeza con ambas manos enterrando las uñas en mi cabello, exaspero muchas veces caminando de un extremo al otro.

—Yo creo que hasta el diablo debe de estar ya cansado de escucharte maldecir a cada minuto —me detengo. Doy media vuelta mirándola fijamente.

Está sentada en el sofá, cruzada de brazos sin expresión alguna como la mayoría de las veces.

—A veces me pregunto si tienes corazón —camino hasta la cama. Me siento en ella de mala gana poniendo ambas manos en mis mejillas mirando la ropa que tengo frente a mí.

Es una falda corta de color negra, su tela es de brillos y la corredera está en todo el centro. O sea, este hombre es un loco, capaz y se abre la corredera quedando yo en ropa interior por la calle. Esta va acompañada de un crop top rojo sedoso, con escote relativamente cuadrada y cuello halter; su espalda es totalmente descubierta, solo ocupada por tiras delgadas que se entrecruzan.

Martín pretende que yo use esa ropa tan... extravagante, aunque ya nada que venga de él me tiene que sorprender. Quisiera matarlo con mis propias manos ya para así no tener que estar aguantándolo, viendo como es feliz mientras que yo tengo mi corazón lleno de odio y rencor por su culpa, pero simplemente no puedo, si hago eso no sabría más de Adeline porque él es el único que sabe de su paradero, aunque sé que tiene cómplices.

Pero... pensándolo bien, ¿podría Mónica ser cómplice de su desaparición? O, ¿fue ella en realidad la culpable y fingió su llanto del robo de joyas para así descartar sospechas contra ella?

—No tengo corazón —aquellas palabras me hacen salir de mis suposiciones. Levanto mi mirada y luego una ceja sin entender si es sarcasmo o si en realidad no tiene—, no te estoy jodiendo, o sea, dime tú ¿Cuándo has visto que una muñeca tiene órganos?

—Debí suponerlo, con razón no tienes ni una pizca sentimientos.

—¿Quién te dice qué no? Solamente porque no tenga un corazón no quiere decir que no sienta algo —descruza los brazos y se inclina hacia delante—. Mira bicho, el corazón nada más sirve para poder vivir, esa gente que se enamora, se deja humillar, dice que sin esa persona no puede vivir y sufre por amor con la excusa de que: "es que no lo puedo sacar de mi corazón", son en realidad personas que no se quieren porque si uno abre un corazón te puedes dar de cuenta que ahí no hay ninguna persona metida, puede sonar esto estúpido pero con esto quiero decirte que nadie vive de los demás, solos venimos y solos nos vamos, por amor nadie se muere, Ariadna. ¿Sabes cuál es el amor más lindo? El propio, en el que cada mañana te levantas y te vistes bonita solamente para ti, ese que por más que alguien quiera afectarte así sea con una mínima palabra no va a lograrlo porque simplemente tú sabes lo mucho que vales, en donde te sientes bien contigo misma y por más que te duela alejas a aquellas personas que son asfixiantes para tu vida. Admiro a toda aquella persona que es capaz de levantarse por sí sola y sigue adelante a pesar de todo. Nadie debería de darse mala vida por nadie, si esa persona no supo valorar, pues tarde o temprano otra lo hará.

Parpadeo muchas veces boquiabierta, muevo mis labios para decir algo, pero me detengo. No sé qué decir.

Pensé que ella era un monstruo, rompe almas, alguien sin sentimientos, una máquina asesina sin remordimientos, pero no, ahora sé que hasta detrás de la persona más fría hay un ágil corazón.

Una sonrisa sincera se forma en sus labios —sé que has quedado sorprendida por mis palabras y que tal vez te estarás preguntando por qué te las digo —suspira— la razón es que yo sé que en algún momento llegará alguien, y lo que yo menos quiero es que sufras y aún peor, te dejes pisotear. Porque así es el amor, vuelve débil a las personas.