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"¿Mami qué tu quieres? Aquí llegó tu tiburón"

Eran las 4:27am, a penas estaba amaneciendo cuando el teléfono de Horacio sonó. Se llevó sus manos a sus ojos para restregarlos y quitarse un poco el ardor en ellos, agarró su teléfono para contestar la llamada. Rodó sus ojos al ver que era Gustabo, quería que lo dejara aunque fuera dormir.

—¿Qué pasa Gustabo? Son las 4:27— habló con pereza.

—Escuchame Horacio, mañana tenemos que entregar el dinero y no tememos ni la mitad.

—¿Y por qué llamas a esta hora tío?

—¡Coño tío, porque tenemos que ir a vender lo que nos falta!— Gustabo habló alterado lo cual hizo que Horacio alejara un poco el teléfono de su oreja —venga, alistate y me avisas para ir a recogerte.

—Gustabo— alargó la palabra dándole a entender que no quería ir.

—Escúchame Horacio, ¿tú quieres secuestrar a Conway? ¿Quieres que nos maten?

—No tío, pero es que es muy temprano

—Venga ya hombre, tenemos que vender todo y no tenemos ni la mitad de lo que debemos.

—Te aviso cuando estoy listo...— bufó, odiaba todo eso pero no le quedaba otra.

Una vez Gustabo colgó el teléfono, Horacio se sentó en su cama, se mantuvo unos minutos tratando de procesar lo que le dijo su hermano para luego llevarse su mano derecha hacia la cabeza y despeinarse aún más la cresta, mientras que con la otra se quitaba las cobijas encima. El sol estaba saliendo a penas, este entraba por la ventana de aquel cuarto acogiendo la piel del chico el cual se encontraba buscando ropa y paños para darse una ducha.

—Debería ir con ropa oscura...— dijo con la voz baja, dobló su cabeza hacia un lado dudando, seguidamente agarró un pantalón negro —¿y si voy sin camisa?— formó una curva con sus labios para formar una sonrisa.

Agarró el pantalón, ropa interior y un paño y se dirigió hacia el baño con la misma sonrisa pícara de hace unos segundos, abrió el tubo dejando caer el agua esperando a que se calentará, se quitó la unica prenda que llevaba la cual era su ropa interior y se miró al espejo apoyando sus brazos en el lavabo.

—Joder, Horacio, con razón Volkov te rechazó— hizo una cara de desagrado y se dirigió hacia la ducha para empezar a bañarse.

Agarró su shampoo y empezó a hacerlo espuma en su cresta mientras cantaba cualquier mierda que se le pasara por la mente.

—Puede que pase un año más de una vez, sin que te pueda ver, pero el amor es más fuer...— recordó aquella vez en el auto junto a Volkov cuando sonó la canción, hizo una mueca mostrando la pena que sentía —cállate, mierda...

Pasaron varios minutos y Horacio se decidió salir de la ducha, se colocó el paño rodeando su cadera y buscó su su ropa la cual había dejado enncima del retrete. Una vez con su ropa puesta, agarró el paño e intentó secarse el cabello.

—Mira, ¿sabes qué? Ni me voy a peinar tío, voy a pasar con máscara todo el día.

Se dirigió a su armario para buscar en los cajones una máscara que le gustara, luego de un rato de estar buscando, encontró una azul la cual le tapaba parte de los hombros, se fijó en su espejo y se llevó ambas manos a sus cintura.

—Espectacular.

Se fue por su teléfono y llamó a Gustabo pidiéndole que pasara por él, unos minutos más tarde, este llegó con una hakuchou sport, iba completamente de negro con la máscara negra de la última vez.

𝐒𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨? - 𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora