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- ¿Tienes sueño cariño? -pregunte suavemente viendo como Malia comenzaba a cabecear a mi lado, ella me miro extendiendo sus brazos hacia mi, la tome con cuidado y la abrace, ella se acomodó en mi cuello y senti como se quedó dormida de inmediato, sonrei viendo como los demás también estaban durmiéndose.

-creo que lo mejor será que se queden esta noche- dijo Derek con cora también dormida en los brazos.

-yo tengo varias cosas que hacer y procesar, voy a casa- dijo mi padre sin ver a nadie y yéndose del loft. Apreté a la pequeña hacia mi, se que mi papa está confundido, pero ¿cree que es fácil para mi? ¿no sabe que me siento culpable de todo esto? ¿Qué tengo miedo de destruir a mi manada?

-el entrara en razón pronto, dale tiempo stiles- Sali de mis pensamientos y mire a la mujer frente a mi, Melissa me estaba sonriendo con pena, bueno después de todo su mejor amigo también esta enojado con ella, suspire y ella se sento a mi lado abrazándome- todo estará bien y regresara a la normalidad, solo que esta vez tendrás a un lobo a tus pies- rei levemente, siempre me ha ayudado hablar con Melissa.

- gracias melissa - ella me miro a los ojos y sonrio, se que noto que no lo decía solamente por l de hoy, lo digo por todo lo que ha pasado en mi vida y en por los momentos en los que ella solo me apoyo hasta cuando mi padre no tenia tiempo para mi, ella siempre saco un poco al igual que Alan, ellos dos son como mis segundos padres desde hace bastante tiempo.

-nada es tu culpa stiles y no estas solo- asentí y me fije en como Derek y peter traían las mantas y almohadas que usábamos siempre que nos quedábamos a dormir como manada, solo que esta vez con un puñado de niños y varios adultos.

Cargando a Malia me acomode en una esquina a los segundos ya estaba rodeado de un monton de cachorros soñolientos, deje a la pequeña coyote al lado de liam al cual abrazo de inmediato, mire a todos mis cachorros...

-¡son tan lindos! -chille en voz baja y sonrei, hace tiempo que no me sentia tanta tranquilidad, como si aquí es donde debería permanecer, mi lugar en el mundo.

- stiles - mire a mi lado para encontrar a Scott mirándome bastante despierto al contrario de los demás.

- ¿si scotty? -susurre colocándole la manta a los demás niños.

- ¿me explicas que esta pasando? -pregunto en un tono bastante bajo- no entiendo, pero siento que es algo malo, aparte ¿ porque eres mas alto que yo? ¿Por qué estamos en este lugar? - susurro bastante nervioso. Me acerque a el y me arrodille al frente de el.

- hice un hechizo que no debía- susurré mirándolo a los ojos.

- ¿Cómo el de invisibilidad? -sonreí ante la mención de ese momento, había descubierto que era una chispa, mi mama tambien lo era, me lo dijo cuando cumplí los cuatros por la simple razón sé que hice explotar mi pudin el dia de mi cumpleaños por una rabieta, así que lo primero que hice fue contárselo a mis mejores amigos, a mi manada y desde entonces me puse hacer hechizos sencillos, hasta que mi curiosidad y mis ganas de hacer travesuras pudieron mas y me hice invisible...lo que más recuerdo el regaño de mama ese dia

-asi es...pero este no solo me afecto a mi...ustedes tienen la misma edad que yo- dije tomando una de las almohadas y abrazándola y mire el suelo- solo que ese hechizo los volvió otra vez niños y les quito los recuerdos de toda su vida...de verdad lo lamento Scott- dije y senti como mis parpados comenzaban a pesar.

- ¿paso algo entre tu y yo? -pregunto muy seguro, pero en sus ojos note el miedo en sus ojos, sonrei con tristeza.

-scott en mas de diez años pasan muchas cosas- dije y le tendí una de la mantas, e,l la tomo apretándola a su pecho junto a la almohada que tenia- pero por ahora no tienes que preocupar, arreglare esto y tu volverás a como eras-

-no quiero crecer...si sigo asi, ¿volveremos a ser amigos? -me pregunto con una desesperación que me lastimo, porque en lo mas profundo de mi quería que ese Scott se quedara, que confiara en mi plenamente, que no pensara que soy un monstruo, un asesino...que no soy su amigo.

-nunca hemos dejado de serlo, Scott, eres mi hermano de otra madre...que no se te olvide jamás- dije y lo atraje a mi abrazándolo con fuerza, extraño a mi mejor amigo, antes de todo, antes de que pensara que por ser un lobo era superior, antes de que me olvidara por alisson, luego por kira, que yo siempre fuera su segunda opción.

-hasta mañana stiles- dijo bastante mas tranquilo, se separo y fue hacia donde estaban Alan y Melissa hablando con Chris que tenia a la pequeña cazadora dormida a su lado.

- entonces ¿nos conocíamos de antes? -pregunto Derek sentándose a mi lado, le sonrei sin ganas.

-si...ese es un tiempo que no me gusta recordar- le mire y sonreí al ver la nota de preocupación y curiosidad en sus ojos- los extrañe a todos ustedes por tanto tiempo...que el vacio se volvió rutinario- explique tocando mi cuello, tome la pequeña cadena que tenia y se la entregue a Derek que abrió los ojos al ver el triskel de plata.

- stiles...-negue con la cabeza.

-eso me lo dio Thalía cuando era un bebe, casi nunca me lo quito, era un signo de pertenecía a su manada a pesar de ser un humano...tu tenías uno igual- el me miro y pude notar sus ojos a punto de llorar- era dorado, habias hecho una pataleta porque querías uno igual al mio, eso fue cuando yo tenia tres años- cerre los ojos dejándome llevar por mis recuerdos, por aquel lugar que había dejado dejar de visitar hace tanto- mi mama te lo dio a pesar de las quejas de Thalía, ella nos acercó a ti y a mi, dijo que esos colgantes serian la prueba de que nuestros destinos estaban unidos, todos creían que mi mejor amigo era Scott...-dije con una sonrisa-...y lo es, con el tiempo se volvió mi hermano, pero el que desde que naci fue mi hermano de corazón...fuiste tu Derek- abri mis ojos y lo vi derramando unas lágrimas, se que yo estoy mucho peor, el no recuerda las risas, los llantos, las palabras de apoyo, las peleas, las piyamadas, los maratones de películas, nada, pero yo me tengo que destruir por la añoranza de volver a vivir esos días.

- ¿Por qué no me dijiste nada antes? -pregunto y no habia ninguna recriminación en su voz, solo dolor.

- me creerías loco...no recordabas, no recuerdas, daba lo mismo- le reste importancia.

- pero hubieras hecho algo...yo...te amena...- le tapé la boca con mi mano y negué.

-yo sabia que sentias, te entiendo, estabas mal, no confiabas, joder...ni yo confiaba en nadie que no conociera...yo NO confio en nadie que no conozca, tu Derek desde el primer dia que me viste y que para mi fue nuestro reencuentro después de años, sabia que podía confiar en ti, también que tomaría tiempo, pero que confiarías en mi, como antes- dije y lo abrace con fuerza.

Senti como estaba tenso asi que comencé a tararear aquella melodía que mama Thalía utilizaba para dormimos a ambos, senti como su cuerpo comenzaba a relajarse y sentí sus manos en mi espalda apretando mi ropa y los temblores de su cuerpo, estaba dolido, pero saldría adelante, siempre lo hace.

-quiero recompensarte todo stiles- negué con una sonrisa, en estos momentos parecía el mismo cachorro miedoso y dulce que recordaba.

-no me debes nada Derek, nunca me lo has debido y no va a comenzar ahora, tal vez ustedes no recordaban, pero no hubiera cambiado nada de mi pasado, con solo el hecho de haberlos protegido es mas que suficiente para mi- dije y lo separe de mi, decidi que tuviera el collar esta noche, mañana me encargare de entregarle el suyo.

-no se tu, pero yo tengo bastante sueño... mañana seguimos hablando ¿te parece? -el asintió y yo sonrei abrazándolo de improviso, fue corto, pero suficiente para mi- habia extrañado tus abrazos der-bear- el abrió los ojos bufando, no pude evitar sonreir alegremente.

-Laura invento ese apodo- afirmo y yo solo rei en voz baja.

-te corrijo, Laura me copio ese apodo, habíamos hecho una apuesta de quien te daba el mejor apodo y ella perdió, pero le gusto tanto el que te di que lo comenzó a utilizar, lo elegí por tus reconfortantes abrazos de osos- dije sonriente y bostece con fuerza, sonreí.

-hasta mañana stiles- dijo mucho mas tranquilo, asentí y me acomodé al lado de mis cachorros, vi como al sentir mi calor alrededor, Isaac, Jackson y Érica que eran los mas cercanos se acercaron mas a mi y los demás si antes no estaban lo suficientemente pegados ahora parecían que tuvieran cinta adhesiva en su cuerpo, sonreí cansado, hoy había sido un día demasiado dramático para mi...lo último que sentí antes de dormir fue una leve caricia en mi mejilla que me llevo a mis recuerdos mas felices.

¿¿Una manada de niños?? STETERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora