Azalea rosa: simboliza el amor maternal y el primer amor.
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"En mi cabeza, la realidad pelea incansablemente con lo ideal".
—Moonlight, Agust D.
Para una mujer viuda con un pequeño niño que mantener, no habían muchas puertas abiertas. Tenía suerte de poder ser acogida tras los rígidos muros de la mansión Kim, con un empleo y un plato de comida para ella y para su hijo. Sin frío ni miedo de lo que pudiera ocurrirle en las calles cubiertas de escarcha por la noche y de gente por el día en el reino. Calor y seguridad, ninguna otra cosa podía pedir.
Y salud para su pequeño, eso sobre todo lo demás.
Desde sus primeros meses nunca fue un secreto para Min Jindallae que su hijo sería un niño débil y enfermizo.
Los años no mostraron que su juicio hubiera sido equivocado por más de que Yoongi creciera aparentemente saludable, con una piel pálida y brillante que todas las mujeres en la cocina halagaban cada que tenían oportunidad de ver al chiquillo mientras no estuviera oculto tras las vestiduras manchadas de grasa y condimento que llevaba su madre, con sus cabellos azabaches lacios apenas peinados y sus ropas holgadas escapándose de sus extremidades. Siempre serio y esquivo, lanzando sus enternecedores gestos inconformes y de queja cada que Jindallae le decía que fuera cuidadoso, que se alejara del peligro y que permaneciera a su lado.
Así, a medida que fue creciendo convirtiéndose en un niño más alto y maduro, cuando se suponía que debía partir como los otros de su edad rumbo a encontrar su camino de vida, entrenándose como soldado desde aquella edad temprana, o estudiando para cualquier otra labor dentro del reino al servicio del gobernante y del pueblo, Min fue retenido.
No solo fueron los brazos de su madre que conocía como cálidos y seguros hasta aquel momento los que le impidieron partir, sino también el amplio historial de muestras sobre su aparente condición física frágil y débil. No se le permitió seguir fuera como los otros niños, fue tachado con sentencias que le decían; no podría cumplir ni con las simples responsabilidades de un sirviente de la mansión, mucho menos salir a aspirar a ser soldado en las tropas del Rey.
Pero Yoongi nunca fue alguien débil en realidad, no emocional y mentalmente al menos. Así que obstinado, no se quedó de brazos cruzados aún si todo el mundo alrededor le dijo que no llegaría a nada nunca. Si tanto su madre quería protegerlo y no podía salir a ningún sitio, allí en la cocina permanecería.
Con el pasar de los años aprendió la labor de su progenitora en la mansión Kim, mostrando con el tiempo gran habilidad culinaria, terminando por sorprender a las empleadas y a la servidumbre en general, puesto que no era una tarea que se viera en varones usualmente. Ver al chiquillo que dejaba la niñez atrás, correr de aquí para allá en los jardines y habitaciones de los nobles buscando a las mujeres de la cocina o persiguiendo a los sirvientes que llevaban los alimentos con el objetivo de aprender, terminó siendo algo que ya no podía pasar desapercibido.
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𝘼𝙕𝘼𝙇𝙀𝘼 ; 𝘠𝘰𝘰𝘯𝘫𝘪𝘯
FanfictionLa única vida que conocía Min Yoongi consistía en ser sirviente en la cocina de la mansión del noble Kim, o eso hasta que parte de ella se volvió también el hijo menor de este, Kim Seokjin, educado para convertirse en un buen candidato para consorte...