Enamorarte de una persona, bueno. ¿Pero que tal si son dos al mismo tiempo?
¿Cómo decidir cuando ambos te ponen a flor de piel?
Leslie contará su versión de la historia. Su propia historia de amor, si es que se puede llamar así.
Muchas personas cr...
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Leslie
"BLANCO Y NEGRO siempre se han definido por ser conceptos contrarios, sin embargo ambos estarán presentes cuando alguno de los dos sea mencionado".
No sé porque estoy aquí, realmente no me gusta el basquetbol, pero Raúl me ha pedido más de tres veces que lo acompañe a una práctica, y al verlos no me parece tan mala idea.
Creí que al subirle la música a mis audífonos dejaría de escuchar la conversación de un grupo de chicas sentadas detrás de mí, pero el tono de su voz es lo suficientemente alto para combinarse con la música.
No sabía que tuvieran tantas admiradoras en un partido que le faltan jugadores.
─ Podría convertirse en un jugador profesional ─ escucho, ya la música no me ayuda a distraerme del tema de su plática.
─ Parte de mi día es venir a verlos ─ una voz diferente se escucha esta vez y no logro detener mi curiosidad de saber quiénes son.
Volteo pero no logro ser discreta, las chicas me miran con el mismo descaro que yo a ellas, desde que llegué tengo la impresión de que quieren golpearme por dignarme a verlos practicar, quieren marcar su territorio, las cuatro chicas intercambian miradas entre ellas pero se mantienen serias, como si idearan un plan, silencioso pero letal.
Una de ellas, alta y de cabello negro es la primera en sonreírme, le devuelvo el gesto pero con una sonrisa más sutil, dejo de mirarlas, desconecto mis audífonos y bajan la voz al ver que los guardo.
Raúl es uno de los mejores jugadores de su equipo, corre de un lado a otro y logra esquivar a las personas que lo cubren, es rápido al quitar el balón en cualquier oportunidad, él y Eduardo se hablan, es como si tuvieran una conexión y entendieran de manera inmediata lo que tienen que hacer.
Veo la sombra de una chica que se detiene a mi lado, giro un poco mi cabeza pero el sol logra deslumbrarme al voltear sin cerrar un poco los ojos, cuando logro ver de nuevo veo a la chica de cabello negro sentarse a mi lado, como si haya recibido una invitación para acompañarme, extiende su mano para ofrecerme una bolsa llena de chocolates, pero no tomo ninguno.
─ No, gracias ─ comento guardando el celular en mi bolsillo.
Mira hacia delante y sigue comiendo, por un momento creo que solo quiere un mejor lugar para observar a los atléticos chicos, pero me equivoco, señala a Raúl y me mira de nuevo.
─ ¿Has llegado con él amigo del chico ardiente? ─ pregunta ocasionando que sus amigas guarden silencio para escuchar mi respuesta.
¿Él qué?
Mueve su dedo de dirección y señala al chico de piel bronceada, al parecer la mayoría de ellos tienen la piel de un color de caramelo, pero logro distinguir de quien habla cuando el chico al que señaló se da la vuelta.
