Leslie
"Bienvenidos al drama"
Qué raro que la jaqueca no desaparezca, no solo hace que mis conversaciones se tornen más tediosas, mi día pasa en cámara lenta, pero en fin, la vieja confiable, comer algo dulce.
A pesar de mi urgencia por encontrar a Eduardo, cuando lo veo al otro lado de la acera a punto de entrar a la cancha, mis manos sudan, a paso firme me acerco a él, levanto la mano para saludarlo, me dirige una mirada de "No puede ser, tu otra vez", caminando detrás de él intento pensar que puedo decir sin sonar como una intensa, aunque si me llega a decir intensa me le lanzo encima.
Soy yo la que tiene mucho que decir, pero él es el primero en hablar.
─ Finalmente me encontraste ─ comenta guardando algo en su mochila además de su arrogancia.
Estamos solamente los dos, o practica como un lobo solitario o nadie lo soporta después de la comida.
─ No se necesita mucha ciencia para encontrar a alguien tan predecible ─ respondo segura para hacerle creer que es predecible.
─ ¿Predecible? ─ su pregunta me distrae por un momento, pero no soy tonta, de aquí no me voy hasta decirle lo que he pensado toda la noche y él termine por aceptar.
─ Siempre estás aquí, si no fueras predecible buscarías otro lugar para esconderte de mi ─ me cruzo de brazos, vuelve a mirarme y enarca las cejas.
─ Y si tu no fueras tan transparente como el aire que pasa por tus narices, no podría adivinar que vienes a rogarme, ¿no es cierto?, eso sí es predecible ─ se detiene frente a mí, con su mirada me restriega sus palabras en la cara, cual pastel.
─ Es exactamente lo que dirías, ¿se te han terminado las respuestas que necesitas utilizar las mías? ─ avanzo un paso adelante para sentirme segura y retadora.
Sonríe y relaja su postura.
─ Déjame decirte algo... ─ pero interrumpo su próxima terapia.
¿Quién se cree? mi mamá
─ No necesito ningún consejo de tu parte ─ me apresuro a decir.
Levanta los hombros y no hace caso a mi advertencia, creí que se referiría a lo ocurrido o algo relacionado con lo que vio en mi casa, pero tal vez lo dejó a un lado, tal y como Eira lo dijo.
Pero que no se relacionara con eso, aun así me afecta.
─ No vengas a buscar mi ayuda cuando Raúl te mande por un tubo, porque créeme lo hará, tarde o temprano ─ su comentario suena frío he indiferente, como si yo fuera algo a lo que se pudiera botar.
Ciento un nudo en mi pecho, sin duda sus palabras me dejan sin respuesta inmediata, y el silencio por un par de segundos me mata, sonríe antes de darse la vuelta y empieza a botar el balón mientras se aleja de mí, camino hasta él y me detengo a la distancia necesaria para que no me ignore pero tampoco que me pase por encima.
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ARRUINADOS
Novela JuvenilEnamorarte de una persona, bueno. ¿Pero que tal si son dos al mismo tiempo? ¿Cómo decidir cuando ambos te ponen a flor de piel? Leslie contará su versión de la historia. Su propia historia de amor, si es que se puede llamar así. Muchas personas cr...