7. El nuevo Picasso

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Raúl

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Raúl

Una vez mastique un crayón.

En el primer mordisco fue de otro mundo, la textura era tan desconocida para mí que hacerlo de nuevo en el kinder lo hacía más apetecible cada vez, un dolor en el estómago esa noche me hizo jurar que jamás volvería a tener un crayón en la mano, solo una mordida logró que dejara de usarlos por años y aquí estoy tiempo después sosteniendo uno, todo por conseguir su amor.

"Solo son unas clases de dibujo" me repito en cada sesión, mientras sostengo el lápiz intentando recrear el dibujo que él profesor nos ha puesto en frente, dijo que le diéramos nuestro "toque" ¿Eso qué significa?

─ Bien hecho señor Carter ─ comenta el profesor viendo mi desastre.

Se voltea hacia mi compañero y me da una paliza al darle su "toque", dejo el lápiz sobre la mesa y me acerco para mirarlo mejor.

─ Me estás haciendo quedar mal Erik ─ bromeo cuando gira su cabeza para verme a su lado.

No debí invitarlo, Patrik solía acompañarme pero han pasado tantas cosas que me ha dejado solo en esto, a él podía ganarle en hacer mejor las líneas pero ahora veo un rival, debí dejarlo en el antro sirviendo tragos.

─ Si me pides que te acompañe no lo voy a hacer tan sencillo  ─ anuncia volviendo a su obra de arte ─ ¿Ya vas a decirme que hacemos aquí? ─

─ Quiero alimentar mi lado Picasso ─ respondo tomando el lápiz para alzarlo con una pose inspiradora.

La carcajada de Erik hace que las miradas de todos los alumnos se dirijan hacia nosotros, la mayoría extrañados y otros molestos, él profesor se voltea para mirar lo que estamos haciendo.

─ ¿Algún problema? ─ pregunta haciendo el tono de su voz más grave.

─ No ─ respondemos al mismo tiempo agachando nuestra cabeza.

─ Vas a hacer que nos corran ─ susurra Erik  ─ ¿Tú lado Picasso? El único lado que tienes es de un dramático ─

Algunas personas empiezan a levantarse de sus lugares para lavar sus pinceles en los lavabos del fondo, todo el lugar representa un espacio lleno de arte y creatividad, el primer día que encontré este lugar me dieron ganas de tomar las pinturas y crear una obra maestra aunque no tenga la menor idea de cómo hacerlo.

Pinceles de todos los tamaños en las estanterías, blogs pequeños y gigantes, otros materiales además de variedad de pinturas, un lugar en blanco decorado de todas las obras de los que estudiamos aquí, la más sencilla a la que ha llevado más tiempo terminar, el profesor vende bien este lugar.

Llevo un tiempo dibujando solo fruteros y paisajes, él me prometió que al final del curso sabría pintar el mejor rostro posible que hasta el mejor artista aceptaría como decente.

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