Capítulo 4

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— ¿Stiles? — dije mirando a Alexa y luego miré al chico y le grité. — Stiles. — él me miró confundido y se acercó a mí.

— Mi nombre es Thomas. — Contesta y la confundida ahora soy yo.

— ¿Thomas? — Digo sin entender. Alexa me haló del brazo sentándome.

— Disculpa. Se confundió. Te pareces a alguien que conocemos. Lo siento. — él asintió y fue a sentarse con un grupo de chicos quienes nos miraba. — ¿Se te olvidó que nos encontramos en otra tierra? Tierra 8. Ese de ahí no es nuestro Stiles. Es el doppelganger de él en esta tierra y así en otras tierras.

— Cierto. Por un momento lo olvidé. — Suspiro.

— Están locas. — Dice Aris para luego irse. Nos llevaron a una habitación donde solo habían camarotes y cuatro chicas más.

— No nos creyó. — Suspiro.

— Yo tampoco lo haría si acabara de conocer a dos chicas que dicen cosas científicamente e históricamente imposibles. — Alexa da otro suspiro. Todas nos fuimos a dormir a excepción de Alexa y yo que seguíamos despiertas. Escuchamos unos susurros debajo de mi cama. — Es Aris. — Fuimos a ver debajo de mi cama y había un ducto, Aris retiró la rendija. — ¿Qué haces aquí?

— Vengan conmigo. Necesito mostrarles algo. — Las demás chicas aún seguían durmiendo. Nosotras entramos por el ducto con él. Eran lo suficientemente grande como para caber y andar por ahí.

— Dijiste que estábamos locas. ¿A dónde nos llevas? — Pregunto.

— Sí, pienso que aún lo están. — Ríe un poco.

— Podemos probarte lo que te contamos.

— ¿Ah si? — dijo burlón y Alexa sacó sus garras, colmillos, hizo brillar sus ojos rojos de alfa convirtiéndose en mujer lobo y yo hice brillar mis ojos blancos. Aris se espanta y retrocede un poco. — Entonces si era cierto. Vaya. Es genial, Supongo. ¿Entonces todo lo que me contaron es real? ¿Pero cómo?

— Te explicaremos después. ¿A dónde nos llevas? — Pregunta Alexa.

— Dijeron que tienen un mal presentimiento sobre Jansen y ahora descubrí que no están locas así que puedo confiar en ustedes. Primero haremos una parada. — nos llevó por los conductos hacia otra habitación. Llamó a Thomas. Este entró también y todos seguimos a Aris.

— ¿A dónde vamos? — Pregunta Thomas esta vez.

— Llevamos preguntando eso desde que nos fue a buscar. — Contesta Alexa.

— Les mostraré algo. Corran. No los vamos a perder. — Aris se detuvo en una rendija que llevaba al pasillo de abajo, nos dijo que guardáramos silencio. Una doctora de piel morena pasaba una tarjeta para abrir una puerta y por ella entraron y unos guardias con dos camillas hacia dentro de la  habitación que estaba tras la puerta que acababan de abrir. — Vienen cada noche sin falta con nuevos.

— ¿Qué hacen con ellos? — Pregunto.

— No lo sé. Hasta aquí hemos llegado, los ductos no llegan hasta dentro de esa zona para saber. Los que atraviesan la puerta no vuelven a salir. No creo que nadie salga de aquí jamás. — La preocupación se adueñó de nosotras. — Lo siento, chicas. No creo que puedan volver a su hogar. Nadie podrá. Vayámonos, antes de que se den cuenta que no estamos.

— ¿Por qué me muestras esto? — Pregunta Thomas mirando a Aris.

— Porque tal vez los demás te crean. Está pasando algo muy raro y sé que ustedes también lo saben. — Thomas preguntó nuestros nombres y todos les dijimos y cada uno volvió a su habitación.

(...)

La noche siguiente...

Estábamos sentadas en el comedor con Aris hablando. Él nos habló sobre los laberintos, penitentes y C.R.U.E.L.

— Creo que entendería mejor si vemos. — Alexa y yo nos miramos con una sonrisa. — ¿Pensaste lo que yo? — Yo asentí.

— ¿Qué piensan hacer? — Pregunta Aris con curiosidad.

— Yo puedo tener visiones al tocar la gente o en sueños. — Digo con una sonrisa.

— ¿Como un clarividente? — Pregunta Aris y nosotras asentimos.

— Tomaré tu mano y podré tener visiones de lo que viviste. Y Alexa al ser un alfa puede hacer lo mismo conmigo solo que diferente. Para ver eso que veré tiene que enterrar sus garras en mi nuca. — Alexa sacó sus garras y las puso en mi nuca, sus garras no se verían pues mi cabello lo impediría. Tomé la mano de Aris y cerré mis ojos, 3 segundos después sentí entrar las garras de Alexa en mí, dolió un poco debo admitir. Ambas vimos todos los recuerdos de Aris y entendimos de que hablaba. Alexa sacó sus garras de mí.

— Parece una película de terror. — Dice Alexa.

— ¿Me van a contar como llegaron aquí? — Pregunta Aris.

​​ (...)

Nosotras le contamos todo.

— Y pues sin ese aparato no podremos regresar y justo se llevaron nuestras mochilas. — Suspiro.

— Encontraré la forma de ayudarlas, lo prometo. — dijo Aris. Jansen entró y empezó a mencionar nombres como la noche anterior. Todos habíamos planeado algo con Thomas para averiguar lo que había en la habitación donde llevaron los cuerpos. Thomas estaba esperando a que abrieran la puerta por donde salía los chicos elegidos para ir a una "Granja protegida" para llevar a cabo el robo de una de las tarjetas para poder pasar a la habitación esta noche. Se levantó y se infiltró en la fila de chicos elegidos y fue detenido por los guardias.

— A ti no te llamaron. — Dice uno de los guardias.

— Lo sé, solo va a ser un segundo. — Insiste Thomas.

— Es un área restringida. — Habla nuevamente el guardia. Thomas le susurró algo y este lo empujó y Thomas intentó entrar a la fuerza.

— ¿Cuál es tu problema? ¿Qué te pasa? ¿¡Por qué no puedo ver a Teresa!? — sus amigos se levantaron de sus asientos y fueron hacia él tratando de calmarlo.

— ¿Qué pasa aquí? — dijo Jansen apareciendo. — Thomas. ¿Y la confianza que existía? Todos aquí somos un equipo. — Los guardias lo llevaron a su habitación junto con su grupo. Y a todos en el comedor. Todas las chicas se fueron a dormir y Rápidamente Alexa y yo nos adentramos en los ductos y minutos después apareció Aris y nos dirigimos hacia la habitación de Thomas. Al llegar escuchamos a Thomas hablando con sus amigos. Aris quitó la rendija y arrastrándose entró a la habitación.

— Hola, Thomas. ¿La conseguiste? — Pregunta Aris.

— Sí. Vamos. — Aris entró y Thomas también mientras le decía algo a sus amigos. — Tal vez sea un paranoico, pero me aseguraré de que esto es verdad. Solo cubránme. ¿Sí? — ellos asintieron y nos dirigimos por los ductos hacia el pasillo donde estaba la zona donde llevaron los cuerpos. Thomas bajó primero, ayudó a Alexa a bajar y luego a mí mientras me agarraba de la cintura y yo de sus hombros para ayudar a bajarme. Me dejó en el suelo y luego bajó Aris. Vimos que no viniera nadie y con la tarjeta abrimos la puerta y entramos. Había un perchero donde habían batas de laboratorio y otra puerta, pero antes de entrar había un cristal que mostraba lo que había al pasar la puerta, a través de ella habían unas criaturas raras dentro de vitrinas circulares llenas de agua.

Pasamos las puerta y entramos a la habitación que había detrás del cristal en donde anteriormente estábamos. Caminamos por el lugar y habían muchos jóvenes suspendidos en el aire con unos aparatos y unos tubos por sus cuerpos, estaban vivos, pero parecía que extraían algo de ellos. Thomas fue hacia una chica.

— Teresa. — Susurra Thomas.

— Es Rachel. — Lo corrije Aris. — Se la llevaron la primera noche. Le dije que estaría bien. — Puse una mano en el hombro de Aris. Luego escuchamos como las puertas se abrían. Maldición.

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Tierra 8 ||Maze runner||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora