When I'm with you danger feels like a good thing
SiZhui tenía los ojos cerrados, la cara veteada de manchas rojas, el rubor cubriéndole como una película, desde el cuello hasta los pómulos. Era un rostro que JingYi conocía tan bien como el suyo propio, que había visto cambiar a través de los años, desde que eran niños a adolescentes y ahora, ya adultos, pero todavía no perdía ese toque ligeramente inocente, ese algo de algo que lo hacía lucir absolutamente amable, adorable, casi impoluto, como una cosa inherente de sí mismo.
JingYi le lamió la mejilla, pasando la lengua húmeda por una larga franja de piel ardiente y rosada, amando el estremecimiento que atravesó aquellas facciones perfectas.
—Deberías esperar hasta el final.
Los labios entreabiertos de SiZhui se curvaron hacia arriba, temblorosos, ante las palabras de ZiZhen, sabiendo la implicación que ellas tenían. JingYi le mordió la comisura de la boca, ligeramente mareado con la idea, y se echó hacia atrás, empujándose hasta el otro extremo del sofá, utilizando toda su fuerza de voluntad, prácticamente escasa, para simplemente no estirar las manos y tocar.
La luz del sol, amarilla y sin filtros, se derramaba ampliamente desde los ventanales abiertos, desde suelo hasta el techo, iluminando bien la visión de ambos cuerpos frente a él, cual de los dos más hermoso que el otro. SiZhui boqueó suavemente, sentado sobre la verga de ZiZhen, sus rodillas acunadas estratégicamente sobre las de él, manteniéndolo abierto y expuesto para quienquiera que quisiera verlo. Los largos y delgados dedos de ZiZhen se paseaban por su pecho, lento, pellizcando aquí y allá, apretando sus pezones de vez en cuando, alternando entre toques bruscos y delicados. Sus dientes mordisqueaban suavemente el lóbulo de su oreja derecha, ahí donde todos sabían que hacía lloriquear a SiZhui, manteniéndolo firmemente apoyado sobre su pecho, aún si los tres se conocían lo suficiente para saber que ninguno se atrevería a romper el ritmo de la escena, perfectamente orquestada.
JingYi dejó vagar sus ojos hacia la polla dura, hinchada y furiosa de SiZhui, olvidada sobre su vientre. Lucía tan lastimosa ahí, con su color rosado profundo, la punta llorosa sombreada de ese mismo tono lila de sus ojeras, como pidiendo que la tocara. ZiZhen lo follaba lento, tortuoso, sus estocadas largas y profundas entregadas sin prisas, a ese compás que JingYi conocía en carne propia terminaba por volverlo loco, un desastre de lágrimas y temblores, rogándole que acabara, que lo dejara acabar, que por favor, por favor, lo dejara acabar.
Su mirada siguió el movimiento de la verga entrando y saliendo, cómoda, lentamente del apretado agujero de SiZhui, abrazando el falo en su hinchada caverna rosada, y una llamarada de excitación le atravesó la columna, amenazando con rompérsela.
Si Jin Ling estuviera ahí, ambos se pelearían por tocarlo, por poner la lengua en el diminuto charco de pre semen sobre el vientre de SiZhui y lamerlo, por meterle los dedos en la boca a ZiZhen y deslizar su polla dentro. Se darían manotazos y codazos, luchando por el dominio como si otra vez fueran niños, hasta que Jin Ling le diera una bofetada en toda la cara y luego le comiera la boca, obligándolo a aceptar su lengua, gruñendo como un animal cuando JingYi clavara sus dedos en su cuero cabelludo lo suficientemente duro como para arrancarle algunos cabellos.
El solo pensamiento le hizo gemir entre dientes, el fantasma del golpe en su mejilla causándole picazón en la piel hipersensible, enviando olas de calor a su polla. Tuvo que enterrar los dedos en la tela del sofá para no ceder y tocarse.
—¿En qué estás pensando? —quiso saber ZiZhen, sus ojos vidriosos enfocándolo apenas parcialmente, hablando justo sobre el caracol de la oreja de SiZhui.
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《MDZS》 My baby do like it
RomantizmLa mayoría de las veces, ni siquiera eran los cuatro. El sexo entre cuatro personas era demasiado abrumador, demasiado... todo. Jin Ling se encontraba mareado solamente de recordarlo. En realidad, la mayoría de las veces era así, solo entre dos, o e...