La Elegida

9. El Baile

Multimedia : Canción del Baile.

Capítulo 9

M A T I S S E

Una semana ha pasado desde el inconveniente con los Black, con Keanu todo esta completamente bien, hemos estado entrando aurdo y sin parar y hasta puedo decir que ya le gané.

No me gusta ser modesta, pero es que lo estoy haciendo muy bien, es un buen entrenador y yo aprendo muy rápido, la verdad me gusta saber que puedo lograr todo lo que me propongo.

Estoy ansiosa y nerviosa, hoy es un día muy importante para Wilches, hoy celebran el gran baile. Y creo que lo hacen porque cumplen años siendo los controladores de este mundo.

Sí, aunque se escuche loco y imposible, no lo es. Este mundo es muy diferente al que donde yo vivía, la verdad no sé como es que llegamos aquí; yo enfurecí y caí inconsciente.

Bueno el punto de esto es que dice Emery que pasamos un tipo portal y que llegamos aquí, ella lo ve emocionante y increíble, yo lo veo difícil de creer y terrorífico, bueno... así lo veía, ahora me encanta este lugar. Puedo ser quien yo quiero ser, y no hay nada mejor que eso.

En estos momentos estoy arreglandome con Emery para la gran noche, este día la quiero pasar genial. Aunque me pongo nerviosa de imaginar a Allen ahí, sé que tiene que ir... es el brujo más poderoso de aquí y eso lo compromete a no faltar.

Pero quiera o no, la presencia de Allen me pone nerviosa.

—¡Mati, ponte ese vestido ya! —escucho a Emery— ¡Vamos a llegar tarde!

La volteo a ver y mis ojos se abren de par en par, mi amiga está preciosa. Carga un vestido de color negro hasta los tobillos, su pelo está recogido en un lindo moño con algunos mechones de fuera, y tiene un maquillaje perfectamente hecho.

Se ve muy bien.

—¡Emery!—me acerco a ella con una sonrisa— ¡Pareces modelo!

Ella rueda los ojos.

—Deja de jugar y ponte el vestido que elegí para tí.

Ahora a mí me toca rodar los ojos.

No recibe ni un halago esa tonta.

A regañadientes me meto al armario y me dispongo a ponerme el vestido que eligió Eme para mí. Es de un color blanco, pegado a mi cuerpo como segunda piel, me llega hasta las rodillas y es cruzado por mi cuello, tiene un estilo moderno y bonito.

Agradezco a los cielos por el cuerpo que me dio porque el vestido me luce genial, vamos a aceptarlo.

El color del vestido hace que resalte más mi piel blanca y mi color rojizo del pelo. Aveces me imagino que lo tengo blanco, ¡ja!, menuda estupidez.

Salgo del armario y cuando Emery me ve abre los ojos abruptamente con una sonrisa en los labios.

—¡Mati! —chilla—¡Estas preciosa!

Ruedo los ojos con una sonrisa, me gusta su reacción.

—Ya, tú lo estas más. —respondo mientras me encojo de hombros.