La Elegida

13. Yo Te Cuidaré

Capítulo 13

M A T I S S E

Hoy es uno de esos días en donde tu mente no está en su lugar, está algún lejos de su puesto, quizás lejos de todo lo que soy.

Bueno, la verdad es que estoy aterrada, muy temerosa. Estoy entrando en la cueva de los lobos, y en sentido literal.

Quizás para otra bruja esto no sería nada, pero... yo no soy como las otras brujas, a mí me da miedo hasta dormir sin almohada - y no es broma-, pero el punto es que aunque tenga miedo, me siento un poco segura ala par de Nate, se que él me protegerá ante sus propios lobitos.

Bueno, quizás no tanto así pero no me da tanta mala espina, y espero, ruego al brujo celestial que no me este equivocando.

-¡Nate amigo! - grita una voz desconocida-. ¡Que alegría verte por aquí!

Nate suelta mi mano cuando un chico de cabello rubio lo abraza.

-Ah si... - dice mientras se rasca la nuca- aveces me pierdo en el bosque.

Uhm, ¿será que no venía por aquí? Vaya... quisiera preguntar sobre ello.

-Sí, sí, como digas - el desconocido fija la vista en mí-. ¿Y está preciosura? Su olor es... extraño.

¡Oh genial! Otro individuo oliendo mi pobre aroma.

Carraspeo.

-Eh... intenta no... no olerme - balbuceo logrando que sonría.

-Es mi naturaleza, presiosura, es imposible que no lo haga - responde giñandome un ojo.

¡Oh genial! Lo que me faltaba.

-Ya... - digo jugando con mis dedos.

La verdad, últimamente he estado muy nerviosa. ¿Razón? No tengo idea. ¿Comida? Perfecto.

-Entonces... - parece inspeccionarme -, bruja, ¿qué te trae por aquí?

Nunca entenderé como es que saben que soy una bruja con solo olerme, es extraño pero en parte genial, quisiera ser como ellos y oler a todo el mundo. Mejor aún, saber cuando alguien no se baña.

¡Oh brujo celestial, le haría bullying eterno!

-Viene conmigo - espeta Nate.

El desconocido le da una sonrisa ladeada.

-Osea que nuestro futuro alpha, solo se acerca a su manada por una... - fija su vista en mí - bruja. Vaya noticia.

¿Alpha? ¿Por qué él lo dijo de una manera tan... burlona?

Estoy empezando a enfadarme, Nate lo único que ha hecho es intentar ayudarme, me relajó cuando estaba molesta, me enseñó un lugar sensacional, además me trajo a su manada para intentar ayudarme con mi problema, y eso en un solo día, así que si...

¡Lo voy a defender!

-Y si es así... - los dos fijan su atención en mis palabras- ¿Cuál sería tu problema?

El sin nombre me fulmina con la mirada, Nate me mira sin ninguna expresión, así que no le presto mucha atención.

A veces, soy impulsiva.

-Vaya... ¿No sabes el trato que tenemos con los de tu especie? - dice cruzandose de brazos.

¿Especie? Oh no, alto ahí amiguito.