Capítulo 7: El chico del skate.

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Tras saludar a todo el mundo y Jordi, veo como todos me sonríen o me miran extraño, la verdad es que no les hago mucho caso. El patio está llegando a su fin y me gustaría hablar con las chicas, porque pueden ser tonterías de adolescente, pero son mis tonterías y les gusta mucho pasearse por mi mente. Me acerco a mis nuevas amistades para despedirme sin antes decirle algo que me llevaba rondando la cabeza todo el día.

- Chicas, me tengo que ir apuntad mi número que luego no os veré, tengo detención. -les mando un beso y cuando me estoy yendo, me doy la vuelta y digo- Necesito hablar con vosotras, sois las únicas personas que tengo por aquí.

Le doy la mano a Hugo entrelazando nuestros dedos y Jordi viene al lado derecho de él, puesto que al izquierdo estoy yo. Hugo me lleva a que conozca a sus amigos, me da un poco de corte, no sé cómo serán y si no me aceptan ¿La situación se volverá tensa? Se me crea un nudo en el estómago que incluso hace que se me vaya el hambre cosa que es muy rara en mí, siempre estoy hambrienta, lo mejor es que soy incapaz de engordar. Aprieto más fuerte la mano de Hugo y él se percata de mis nervios.

- No te preocupes Olympia, ya verás cómo les caes bien en seguida -me dice en un susurro.

Y así ocurre todos me miran de arriba abajo, parecen contentos con mi existencia.

- Soy Olympia. Soy... -antes de que pueda terminar la frase me interrumpe mi novio, ¿He dicho mi novio? Si creo que sí, es lo que es, mi pareja y estoy orgullosa de ello.

- Mi novia. Ni se os ocurra hacerle algo, porque iré a por vosotros -dice en un tono sobre protector que me encanta, a la vez que me acerca más a su cuerpo.

- Esta bien, pero déjame que al menos la felicite, se ha llevado al mejor tío del mundo -dice Jordi mientras me revuelve el pelo. Lo cual me hace sonreír.

- ¿En serio es tu novia? Es muy guapa, me alegro por ti -dice la chica de francés.

- Si, ya lo sé Alba, pero no es lo más bonito de ella. Tiene unos ojos que enamoran y la sonrisa de un ángel -lo cual hace que me sonroje y esconda mi cara en su cuello, ya que somos prácticamente de la misma altura.

- Bueno nos vamos que quiero hablar un momento a solas con ella y está a punto de tocar -dice despidiéndose de los chicos y "guarra", que se queda abrazada a Jordi. Esa tía es una enana, le paso cabeza y media, va tan maquillada que si ahora mismo lloviera se derretiría.

Hugo tira de mi por unos pasillos hasta llegar a un sitio donde no hay nadie, empieza a besarme suavemente y cada vez aumenta la intensidad hasta que en un momento de descontrol introduce su lengua en mi boca, es una sensación extraña, pero a la vez increíble, nuestras lenguas se funden en uno. Cuando acaba el beso lo único que puedo decir es ¡Wau! y después soltar un suspiro. Ha sido lo mejor que había probado nunca, esto no me ha reducido las ganas de besarle, si no que necesitó más. Cuando le he besado he sentido una quemazón en mi estómago que se distribuía por todo el cuerpo dejando una sensación de placer y bienestar.

Justo cuando voy a volverle a besar suena el timbre, me da igual la que gente que pase por ahí y nos fundimos en un apasionado beso mientras pasa la gente a nuestro alrededor. Al parecer nos da morbo besarnos en una institución pública, que todo el mundo nos pueda ver... Es altamente excitante.

Me separo de él, ha terminado de tocar el timbre y tengo que ir a detención. Me da un beso en la frente y se va, me encantaría poder seguir a su lado, pasar al siguiente asalto ya que me ha dejado con las ganas de más.

Voy a la clase donde se cumplen los castigos, me siento en el sitio de antes y detrás de mi esta Marcos. Me doy cuenta que delante de mi hay un chico que no había visto antes.

Marcos me da un golpe en la espalda para que me dé la vuelta, al girarme veo que tiene una pequeña media sonrisa.

- Hola, ¿Quién es el chico que está delante de mí?

- Hola, es Alex, uno de mis amigos, el que ha saltado la valla. Al parecer le han visto entrar. - me cuenta, cuando me doy la vuelta me percato de que el chico me está mirando.

- Hola Alex. -le digo con toda la amabilidad del mundo.

- Hola niña a la que no conozco -me dice un poco mosqueado.

- No me llames niña, me llamo Olympia y para tu información voy a 1º de Bach.

- Muy bien, yo voy a 2° de Bach.

- Esta bien, tu eres mayor, pero no por eso me vas a mandar.

- Ya veo que eres dura, me da lo mismo, no me interesas. Eres, como se diría, un pelín macho pecho peludo. - tras esto pongo cara de enfado y a la vez de sorpresa, no me lo esperaba.

- ¿Perdona? Tu eres la princesa de unicorniolandia. - el comentario hace que Marcos empiece a reír como un descosido, expresión que no entiendo.

Su risa es contagiosa y seguidamente empiezo yo también a reír, lo que hace que Alex se enfade, pero no puede aguantar serio y nos imita.

Paso una clase bastante divertida, no sé cómo habrá ido el día de los demás.

Toca el timbre y cuando salgo, Hugo está esperándome en la puerta apoyado en el marco. Lo primero que hago es abrazarle y besarle, después salen Marcos y Alex y se los presento. Salimos todos juntos fuera del instituto y ahí nos despedimos, Hugo y yo vamos a coger el bus, como este está a rebosar de gente, Hugo busca un asiento que por cierto es el único libre y se sienta.

- Vamos ven, siéntate encima de mí.

- Es que no sé, me da un poco de corte.

- Anda no seas tonta -me coge del brazo mientras me siento y después me rodea con los brazos.

La verdad es que me encanta sentirme protegida y más si es por él. Empieza a besarme en el cuello y me hace cosquillas aparte de ser muy agradable. Me dejo llevar y empiezo a besarle hasta que una señora que teníamos al lado nos llama la atención.

Nosotros empezamos a reírnos como locos recién salidos de un manicomio.

Llegamos a nuestra parada y bajamos, solo tenemos que andar un poco y llegamos a nuestras casas, antes de separarnos le beso.

- Tengo que hacer todos los deberes que han puesto hoy, pero supongo que tendré un poco de tiempo para ti, ah sí y también quiero quedar con mis posibles nuevas amigas.

- Esta bien, no quiero separarme de ti, pero lo tendré que hacer. Hasta luego, ángel.

- Adiós Ares.

Entro en la casa y cuando cojo mi móvil veo que tengo 17 mensajes, son pocos, pero no me los esperaba.

De Lara:

Hoy vamos a quedar en la plaza, ¿Te apuntas? También vendrán Julia y Lucia (las otras chicas). Y de paso nos cuentas lo que nos querías decir.

Para Lara:

Me parece genial a las 5:30 p.m. estaré allí. Nos vemos

Voy a la cocina y me como mi comida, busco a mi madre y le pregunto si me deja salir, después de muchas suplicas me lo permite. Subo corriendo a mi habitación y después de ducharme me pongo unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta negra con letras blancas en las que pone "Normal people scare me" y mis vans negras. Cojo mi mochila pequeña negra de cuero y meto todo lo imprescindible en él.

Salgo de mi casa y llego tarde, a veces me encantaría tener un skate para llegar más rápido a los sitios.

Voy por el centro y me choco con un skater lo cual hace que me caiga y me pegue un fuerte golpe en la cabeza, lo cual hace que vea borroso. Él me ayuda a levantarme y me pregunta si me encuentro bien, al parecer sabe mi nombre, pero yo no lo puedo reconocer.

Sonrisa diluidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora