Sonrisa diluida

Capítulo 21: Gym.

No puedo parar de mirar mis manos ensangrentadas, lo cual me hace pensar en el momento en que me separaron de ella, fue Marcos, me cogió por la cintura y me arrastró lejos de Alba. Ahí fue cuando me di cuenta de lo que estaba ocurriendo, le había roto la nariz, lo cual había provocado la hemorragia que tintó mis manos de rojo.

Y aquí me encuentro, en una silla esperando a que salga Alba de la sala del director para entrar yo. No sé qué pasará ahí dentro, siempre he sido una niña buena y no he tenido la necesidad de saberlo. Nunca me he portado como en este caso, me he dejado cejar por la rabia. Alba sale del despacho por lo tanto me toca entrar a mí.

El hombre me mira con una cara severa, ha visto mi expediente y sabe perfectamente que nunca he hecho algo malo, como también lo que ha pasado últimamente. Tras una media hora de charla y más de una bronca me deja mancharme con una condición y un castigo.

- ¡Me han castigado! Tengo que limpiar la cantina con ella. También rengo que hacer algo para controlar la ira.

- Joder, vaya mierda de castigo -dice Alex.

- ¿Qué haces que no estás con la putita?

- Macho pecho peludo relájate y le has roto la nariz, está en el hospital.

- Mira princesita de unicorniolandia no me digas lo que tengo que hacer y no soy bestia.

- Bueno eso es discutible -me dice Lucas serio.

- Vale, el castigo es una putada -afirma Ele.

- Tenemos que controlar esa ira -añade Sura.

- ¿Y si no apuntamos a un gimnasio? Vamos a la misma hora, pero a diferentes deportes y así nos vemos en los vestuarios.

- ¡Si! -gritan a coro.

- Yo quiero boxeo, pero no sé, me gustaría conservar mi cara.

- Yo quiero spinning. Pues no pelees, solo dale al saco -me propone Ele.

- Entonces yo me pido natación.

- Natación, Bañador. Yo me apunto.

- No, tú te quedas conmigo para el boxeo -le digo a Lucas mientras tiro del cuello de su camiseta.

- Vale, creo que me voy sola a spinning.

- ¡Spinning! Eso son culos tonificados que puedo mirar descaradamente -Sura se aclara la garganta- Pero como tengo novia me voy con mi amorcito a nadar -rectifica y pone cara de resignación.

- Mi primo es mío para boxeo -tiro de Lucas.

- ¡No! Es mío -Sura tira del otro lado Lucas.

- Esta tarde nos apuntamos, decidido.

- Pero me llevo a Lucas, siempre digo la última palabra, no lo olvidéis -salgo corriendo, entro a una clase y cierro la puerta de un portazo, al darme la vuelta toda una clase de bachillerato me mira con unas caras muy extrañas. Ay no, espera, que antes me he rascado la cara y llevo sangre en las mejillas, que amigos tan majos tengo -empiezo a reír como una loca y ya si están todos atemorizados-.

Estoy en la recepción del gimnasio con la ropa y la bolsa de deporte, a mi lado Lucas abraza a una eufórica Sura y Ele simplemente mira a la nada.

Una vez tenemos nuestras tarjetas nos dirigimos a los vestuarios y Lucas quiere entrar con nosotras, a mí la verdad es que me da igual que me vea, pero no nos dejarían volver al gimnasio, así que cabizbajo se va a su vestuario.

Llego al apartado de boxeo y le pego a un saco, pero este no se mueve. Unos brazos rodean mi cintura y me acercan a un cuerpo húmedo con unos abdominales bastante definidos, noto la respiración tranquila de la persona que me aprieta contra su cuerpo en la nuca, mi corazón se empieza a acelerar y mi respiración es agitada. Una voz ronca me susurra algo al oído, lo cual no puedo escuchar por los golpes que dan los chicos en los sacos. Nadie nos mira en ese momento, me doy cuenta de que soy la única chica de la sala y al parecer el tío que me rodea el más grande.

Me libro como puedo de esos brazos y al darme cuenta de qué es Marcos lo abrazo y después me cuelgo de él como si fuera un koala, le pego una colleja por intentar propasarse, lo que hace que rompamos a reír.

Tras hablar un poco me ayuda con el saco, no llevamos mucho tiempo, pero me duelen las manos y estoy empapada en sudor. Me quito la camiseta quedando en sujetador deportivo, Marcos se relame los labios y le pego unos golpecitos debajo de la barbilla. Al cogerme de la mano para que cese ve que las tengo bastante rojas y con posibilidades que salgan hematomas, así que se quita sus protectores y me los deja a mí. A veces sabe cómo comportarse o a lo mejor es que tengo un bigote y me ve cómo a otro hombre del local. Ante mis pensamientos me rio y él me mira con cara extraña.

Entro en el vestuario y por la hora que es solo están Ele, Sura y ¿Lucas? Me paro en seo al verlo de pie junto Sura con un gorro de piscina en la mano y su bañador puesto al igual que ella.

- ¡Has hecho trampa!

- No, has ido más lento, no tengo la culpa.

- Tramposa -suelta antes de que lo eche de la sala y cierre la puerta. Doy la vuelta sobre mis pies, me apoyo en la puerta soltando un suspiro y miro a las chicas.

- Me ha pasado algo rarísimo en el apartado de boxeo.

- Uuuh que será... -dice Sura con la adrenalina aún en el cuerpo, por otra parte Ele está sentada en los bancos con las cosas de la ducha en el regazo cuestionándose si está demasiado cansada para eso.

- Pues estaba yo tranquilamente delante del saco cuando alguien me abraza por la cintura y me espachurra contra su cuerpo. Me he dado la vuelta nos hemos reído y luego me ha besado, me ha besado, me ha mordido la oreja y ha dejado este chupetón, pero yo lo he apartado, he recordado lo de Alex y he pasado él, al final el chico se ha resignado y me ha enseñado a pegarle al saco hasta que mis manos se han quedado así. ¿¡Qué tienen los chicos conmigo!?

- ¿Y no le has pegado con lo agresiva que eres? -dice Lucas sacándome la lengua justo cuando se estaba yendo.

- Pues... No.

Cogemos las cosas para la ducha y nos dirigimos a ellas. Hablamos sobre nuestras cosas y al salir se me olvidan las chanclas por lo que me resbalo y caigo al suelo de culo. La habitación se llena completamente por las risas de las dos y mis gritos.