Trágame tierra y escápeme en marte

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"La vida es 10% lo que hagas y 90% como lo tomas"

Inving Berlin

Salimos de la cafetería detrás de  otros Alumnos, me tocaba literatura, Carolina y Félix fueron conmigo, el resto se dividió en grupos como lo habíamos hecho anteriormente, llegamos al salón que estaba ubicado delante del edificio enorme, un hombre de unos cuarenta años, de mediana estatura, cabello rizado, chocolate, regordete, nos recibió con una sonrisa sentado en su escritorio, lo saludamos levantando la mano, el resto de la hora se habló Sobre el "retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde, me gustaba la idea de que se hablara de ese libro, ya lo había leído y me había gustado mucho, algo dramático, pero la critica que le daba a la sociedad de esa época le daba algo de fresco e irreverente. 

— Bueno ya que se supone que la tuvieron que leer el mes pasado, espero muchas participaciones—dijo entusiasmado, con acento argentino marcado.

En ese momento recordé la novela, y el breve resumen que se hacía en mi mente, nadie opinaba, ni levantaba la mano.

—Bueno, si eso quieren, elegiré dedocráticamente, de tin marin... tu—su dedo índice apunto directo a mí, trague saliva y me humedecí los labios— no importa, al parecer eres nueva y esto ayudara a conocerle un poco mas— explicó, no pos linda forma de darme la bienvenida. 

—Bueno... en la historia, Dorian se enamora de su retrato, lo que es su viva imagen, convirtiéndose en narcisista, el cuadro era parte esencial de él, como si fuera su propia alma, y el "alma" fue consumida por sus demonios internos, en consecuencia, el cuadro envejecía y se consumía, al verse envejecido en el cuadro, creía que el también envejecía, llevándolo al límite de la locura, además tener en cuenta que todo fue en cierto modo culpa del amigo del pintor, ya que antes de tener su primera conversación, Dorian no se había planteado que su belleza sería tan fundamental en su vida, casi haciendo que eso lo enloqueciera—termine botando una bocanada de aire, el profesor tenía la mirada fija en mí, casi que podría jurar, que no había espabilado, lo cual me ponía algo nerviosa .

—Gracias por aporte señorita...—  dejo el resto en el aire,  claro, invitando a presentarme. 

— Emilia D'Alesso —respondí de inmediato, el solo asintió, siguió hablando y la clase transcurrió en completa normalidad y  al librarme de la presencia de las muñecas diabólicas   dejaba  respirar paz, no pude decir lo mismo en las siguientes tres horas, me topé con ellas en una electiva, menos mal descanse de sus miradas voraces e indirectas muy directas, me gusto también el taller de arte , mi clase favorita ,donde me podía sentir libre, la maestra Janeth era joven, tenía un estilo roquero, y ni decir del taller de arte, tenía montones de dibujos y afiches muy originales en las paredes, los casilleros, eran una cosa fuera de este mundo, no había uno igual, llenos de vibrantes colores, estilo pop art, era... maravilloso.

Todos nos levantamos y salimos, eché un vistazo a ver si los chicos estaban por ahí, pero nada, así que seguí caminando,  pase, por la zona verde, un monumento a lo fundadores,  hasta que mis oídos se inundaron al oír una melodía, era suave al principio, aumentando su intensidad a medida que seguía.

Camine rápidamente hacia dónde provenía, quería saber quién tocaba tan bien el piano, era una melodía, fuerte, apasionada, emocionante, llena de sentimientos,  siempre era un deleite escuchar  la tocada de un buen instrumento, el sonido se centraba en un enorme salón, la puerta estaba semi abierta, así que espié un poco, me acerque lentamente y vi por la pequeña abertura en la puerta, no habían más de seis estudiantes, pocas caras conocidas, pero una resalto, mi corazón se aceleró un poco al verlo con tanta pasión, tan entregado, se veía tan terriblemente sexy, tanto que pude jurar que por unos nano segundos había quedado sin aliento.

Broken [SAGA CONSEQUENCES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora