Una velada teñida de rojo

44 14 67
                                    

"Espartanos. Preparaos el desayuno, y alimentaos bien, ¡porque esta noche cenaremos en el infierno !

Leonidas -300

Emilia

Mi teléfono sonó, el nombre de Alex se veía en la pantalla, no pude evitar sonreír, contesté y puse la alta voz.

—Hola— conteste con tono entre alegre y pícaro.

— Espero que te gustara el detalle — su voz era juguetona y baja.

—Si, mucho, pero ¿porque la rosa negra? — yo sabía cuál era la respuesta, pero quería saber su por qué.

—Se que no te gustan las cosas típicas, y bueno, al principio pensé en darte una rosa roja, pero esta rosa es especial, diría que, como tú, pero tengo miedo de sonar muy cliché — se rio —pienso que esta rosa va mejor con tu personalidad, se ve muy fuerte y misteriosa, única y pienso que va de acuerdo a ti — estaba susurrando pero aun así podía escucharlo, y no sabía cómo lo hacía, pero podía sentirlo bastante intimó, como si estuviese allí .

—Lo tomaré como un cumplido, y me encantó, pero si me preguntan, diré que me lo compre, no vaya a ser que le dé un patatús a Susana si se entera que me la diste ... aunque pensándolo bien... no es mala idea— justifiqué con una sonrisa, ¿sería tan malo que a mi mamá le diera algo así?

No quería arruinar el momento, pero me sentía con la responsabilidad de decirle lo ocurrido con Erick, antes que alguien con la lengua viperina le viniera con mentiras.

—Mmm, Alex, tengo que contarte algo... hoy en el partido al final, a Erick se le dio por darme un beso, obvio no lo deje y pues le di un golpazo... — mi discurso fue interrumpido por él.

— Lo se mi alma, tranquila, me alegro que le dieras su merecido, aunque me hubiese gustado también hacerlo yo — no podía verle, pero sabía que estaba sonriendo con suficiencia.

Escuché pisadas fuertes acompañadas con "algunos "improperios, en ese momento supe que se trataba de Susana, y no se escuchaba para nada feliz.

— Amor, te hablo luego, creo que viene huracán Susana— no le di tiempo de contestarme, porque en ese momento ella entro a mi habitación.

Busque la manera de rápidamente guardar el teléfono debajo  las almohadas.

Susana de manera rápida entro a mi cuarto, le mire con algo de intriga, su cara de enfado era evidente.

—¿Que cojones hiciste? — comento con tono altanero, manoteando por el lugar, yo fruncí el ceño, pero por dentro quería reírme hasta mas no poder, pero si lo hacía, seguramente me metería en más problemas.

— ¿De qué hablas? — pregunte, sí, me gustaba ver arden troya de vez en cuando.

— Joder, no te hagas, no me hagas acojonar mas , sabes que odio que me veas como una estúpida— sí, estaba más furiosa que antes, super —¿cómo le pudiste hacerle eso a Erick? — parecía indignada, ahora la furiosa era yo.

— ¿Disculpa? —pregunte — el me beso sin mi consentimiento, delante de todo el mundo, créeme, fui blanda para lo que quería hacerle —le rete.

— Es normal que tu novio quiera darte un beso por la emoción del momento, actuaste impulsiva y ridículamente — me regaño, pero esta vez tenía la voz más "controlada"

Tenía ganas de vomitar y sin siquiera darme cuenta, tenía mis uñas clavadas en la palma de mi mano.

—¿Novio? No, no, no, ese tío no es mi novio, ni nada mío — conteste, alterándome un poco, mi corazón latía con fuerza y mis palmas sudaban, si algo odiaba era que me impusieran cosas y menos algo tan delicado como una pareja, ni hablar.

Broken [SAGA CONSEQUENCES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora