¡Drama!

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¨Estoy  cansado, no puedo  pensar en nada y  sólo quiero poner mi cara en tu regazo, sentir tu mano en mi cabeza y permanecer así durante toda  la eternidad¨.

-Franz kafka- " Cartas a milena" .

—¿Cómo? — preguntó Juli con la voz algo temblorosa.

— Antonio no me dio mucha información, estaba hablando con la policía— dijo Félix con algo de rabia en su voz —¡Mierda! — grito y pateó una de las sillas, la cual chillo, volvió a patearla y maldecir.

— Félix ya, necesito que te estés con la mente fría, tu hermana te necesita estable— expresó Carolina, tomándolo del hombro para que lo mirase.

—Muy bien gente, empaquemos todo lo más rápido que podamos, Fede porfa avisa a los guardias que nos vamos antes ¡Vamos, vamos! — dijo Antonia como si de una misión del ejército se tratara.

En aproximadamente media hora ya estábamos listos y habíamos empacados para irnos, Fede fue a avisarle a los guardias que abandonábamos el sitio.

Se que Susana no era la mejor de las madres, pero por alguna razón sentía dolor en mi corazón el solo pensar que algo le pasó y que puede estar en peligro.

Ahora estábamos en los autos camino al hospital universitario central.

Mi teléfono no dejaba de sonar, pero no tenía ningún ánimo para contestar, lo silencie, y lo olvide en mi bolso, por lo menos por un buen rato.

La llegada al hospital fue mucho más lenta de lo que imaginábamos, ya estaba algo impaciente y se me notaba por la manera excesiva en la que movía mi pie.

Alex estaba manejando el auto de Félix, ya que el parecía no estar en condiciones de hacerlo, así que le cedió el mando a su amigo.

Al llegar al hospital, fue evidente el montón de cámaras y periodistas que habían amontonados en la zona.

Tanto así que fue casi imposible estacionar en el lugar, así que como pudimos, llegamos a la entrada, atravesando a la manada de periodistas, los cuales no dudaron en atacarnos a preguntas apenas nos vieron.

Gracias a Dios, que algunos de los de seguridad y los chavales ayudaron a qué entráramos a salvó.

Joder... Pero que mierda, ¿Es que no sabían lo que era la privacidad?

Pero no sé porque me sorprendía, si cuando murió mi padre fue la misma cosa o peor.

Entramos al hospital junto a los demás chavales y el grupo de seguridad que nos acompañaba para que no nos hicieran papilla.

—¿Qué haces aquí? — preguntó mi hermano de corazón mirando extrañado a Alexander.

—Ahora no por favor — le pedí, más bien supliqué, en su rostro se notaba que no estaba de acuerdo.

— Bien, pero hablaremos de esto luego— sentenció, sobre todo mirando a Alex, el cual se posó a mi lado.

— ¿Que ocurrió con exactitud? — preguntó mi casi hermana, con voz delgadita, como si no quisiera saber la respuesta.

— Alguien o algunos, más bien, realmente no sabemos con certeza, pusieron un artefacto explosivo en el auto donde se iban a transportar vuestros padres, no hay rastro aún de los posibles culpables, no tenemos mucha información de sus padres, salvó que los están atendiendo, pero lamentablemente Teo murió— expresó con tono bajo lo último, pude sentir la tristeza en su voz.

Varias exclamaciones se escucharon en el elevador, el tío puede que no haya trabajado mucho tiempo con nosotros, pero vale que había sido muy bueno en su labor, además era muy joven, joder.

Broken [SAGA CONSEQUENCES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora