Atando cabos

53 12 83
                                    

"En la vida hay que ser valiente y luchar por aquello que deseas. La recompensa siempre merece la pena"
— pecados capitales—

— Hola Laura— contesté.

— Cuánto tiempo sin verte Guapo— volvió a sonreír, palmeó el asiento del sofá, sugiriendo que me sentará a su lado, le negué con la cabeza, ella solo se encogió de hombros restándole importancia a mi actitud.

— ¿Has estado molestando a Emilia D'Alesso? — fui directo grano, así mediría su reacción y sabría si me estaba mintiendo o no.
Abrió un poco los ojos con sorpresa y tragó un poco de saliva, claramente estaba atrapada.

— Necesito que la dejes de acosar, ella no tiene nada que ver entre lo que pasó entre nosotros, por favor déjala fuera de esto — le dije lo más amable que pude.
Ella hizo una mueca de niñata berrinchuda.

— Solo quería conocer a mi nueva competencia— comentó sin importancia— además, tenía que llamar tu atención de alguna forma, has dejado de venir a verme desde que ella está aquí, además debo protegerla de ti, mira que eres alguien muy peligroso— la rotundidad y veracidad con la que decía todo era terrorífico.

Tomo todo de mi para no arremeter con palabras en contra de ella.

— He estado muy ocupado, disculpa por no haber venido, y muy bien sabes que yo no hice nada.

—Si tú lo dices...— sonaba muy inocente, pero de inocente no había mucho.

— Lo que hiciste está mal, si quieres arremeter en contra de alguien, hazlo conmigo— mencione, tratando de mantener la compostura con todas mis fuerzas

— Muy bien sabes que eso no funciona, tenía que darte en un punto débil, y adivina, lo logré— su expresión satisfactoria me hizo revolver mi estómago.

— Ella es solo una amiga, y has ido demasiado lejos está vez— sentencie, tenía que mentir para poder protegerla.
Ella se levantó del sofá tratando de ponerse a mí misma altura.

— ¿Qué pasaría si Susana supiera que tú y su adorada hijita seguramente ya han follado delante de sus narices, que se revuelcan mientras le ven la cara de estúpida? — me retó, se estaba tan cerca de mí, que él espacio vital de ambos era nulo prácticamente.
Quería gritarle que ni se atreviera a hablar así de ella, pero debía cambiar mi estrategia para que las cosas no fuesen peor.

— Mas bien, ¿Qué pasaría si Susana supiese que tú estás detrás de las agresiones contra su hija? — la miré fijamente para poder estudiar su respuesta, tenso su mandíbula y rodó los ojos, como si estuviese molesta pero resignada.

— Eso pensé— contesté — trataré de venir a verte o por lo menos llamarte— traté de sonar menos duro está vez.

— Si, claro, mira, tú princesita seguro te llamó llorando diciéndote toda la tragedia por la que ha tenido que pasar "por mi culpa" y tú cómo su perrito faldero, mínimo has venido en su ayuda y por eso estás aquí ¿Me equivocó?— me miró con los ojos cerrados y una sonrisa arrogante.
No le respondí, solo le mire y me fijé en lo mucho que ha cambiado desde que la conocí, no sólo física si no mentalmente.

— Vengo aquí más por un compromiso moral que otra cosa, no me hagas arrepentirme de hacerlo— soné duro, lo sé, pero el tío dulce en mi se estaba agotando— no más de hacerme sentir culpable de algo que no hice, vengo y me preocupo por ti, por el cariño que te guardo, no dañemos eso — a mí mente llegaron los recuerdos de cuando éramos compañeros de clase, cuando nos reunimos a hacer tareas o solamente para charlar con los chavales.
Y sabía que ella estaba pensando lo mismo ,por qué la tristeza se reflejó en su rostro.

Broken [SAGA CONSEQUENCES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora