Capítulo 11

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Narradora

Luego de esa maravillosa demostración de talento Esteban decidió que lo mejor era dormir en la habitación de invitados de su apartamento, lo que menos quería era incomodar a Kathe.

Al día siguiente Esteban se levantó muy temprano, se metió a la ducha y a los 15minutos ya estaba listo.

Pensó en comprar una pizza para desayunar pero se dió cuenta que aún era muy temprano, entonces no le quedó más remedio que cocinar unas ricas pancakes.

Al terminar de cocinar y acomodar el desastre que hizo en la cocina, fue hacia su habitación la cual se encontraba una hermosa joven quien dormía plácidamente en su cama...

Esteban no pudo evitar sonreír al ver a Kathe, para Esteban Kathe siempre fue su ángel,ese ángel que creyó cuando nadie podía creer en él,ese ángel que siempre estuvo ahí para él ,ese ángel que siempre sostuvo su mano y nunca la soltó...Si para Esteban eso era Kathe.

Estaba tan ido en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando Kathe despertó.

–Buenos días– la voz de Kathe lo hizo reaccionar.

–Buenos días Kathe–le dedicó una sonrisa–¿Te sientes mejor?–pregunto acercándose.

–¿La verdad?–pregunto a lo que Esteban asintió– He tenido días peores–trato de sonreír pero no pudo.

–Bueno pero hoy es un nuevo día con un fantástico clima lluvioso– espetó divertido–El desayuno está servido madan–hace una reverencia ganándose una sonrisa por parte de Kathe.

–No te hubieras molestado Esteban–el mencionado negó con la cabeza.

–No, no es ninguna molestia, me hiciste usar la cocina después de tres semanas sin usarla–confeso haciendo que Kathe se diera cuenta la razón.

–Entonces me siento muy alagada Joven Esteban– se levantó de la cama.

–En el baño hay un cepillo de dientes nuevo ese lo compre para cuando...–no pudo terminar de hablar pero Kathe comprendió perfectamente a lo que se refería.

–Esta bien Esteban –esbozo una sonrisa.

–Bueno te espero para desayunar– dicho eso salió de la habitación.

Pasaron los minutos y Kathe ya se encontraba en la mesa junto a Esteban tenían una charla bastante divertida que consistía en el día en que Esteban intentó por primera vez meterse a la piscina ya que esté le tenía un profundo miedo.

–Ya basta kathe–dijo llevando sus manos a su estómago– Voy a terminar por vomitar el desayuno si sigues burlándote de mi.

–Vale ya no diré que parecías una foca epiléptica en la piscina– y fue ahí donde ambos se carcagearon– Esteban te quería decir..–el sonido de se celular la interrupio, no quería ver de quién se trataba.

–¿No vas a contestar?–pregunto Esteban cruzándose de brazos y levantando una ceja.

–La verdad no quiero hacerlo– se encogió de hombros–Prefiero hablar contigo–sonrió.

–Lo que quieres es seguir burlándote de mí–entrecerró los ojos.

–Mmm no – se cruzó de brazos– Gracias Esteban– tomó su mano–Gracias por ayudarme anoche no sabes cuánto necesitaba un abrazo en el momento en que me encontraste–le dio un ligero apretón.

–No tienes el porque agradecerme Kathe–esbozo una sonrisa.

Ambos se miraban y se dedicaban sonrisas, estaban en una burbuja que fue explotada por el sonido del celular.

–Creo que tienes que contestar– dice Esteban señalando el celular.

–Sabes tengo una mejor idea– agarro el teléfono se levantó de la mesa.

Esteban imitó el acto y la siguió hasta su habitación ni entendía lo que Kathe quería hacer.

–¿Que vas a hacer?–pregunto cruzándose de brazos.

–Esto–tomo el teléfono y lo lanzó por el balcón de su habitación dejando a un Esteban muy sorprendido.

–¡¿Por qué hiciste eso?!–pregunto muy sorprendido.

–Ahora no sabrán de mi hasta que yo quiera–se encogió de hombros.

–¿Por qué no quieres que tu familia no sepa dónde estás?–pregunto.

–No, no se trata de mi familia–suspiro.

–Bien–respondio restándole importancia.

–Esteban gracias por ayudarme– dió un paso hacia él–Y gracias por tan rico desayuno–un sonrojo en las mejillas de Esteban no tardó de aparecer.

–Entonces yo te quiero agradecer algo también–avanzo hasta ella quedando a unos cuatro pasos de distancia.

–¿Por qué?–pregunto mirándolo fijamente a los ojos.

–Por salvarme mi niña– llevo una de sus manos hacia su mejilla–Me has salvado desde hace más de 6 años , siempre que estoy a punto de caer tú estás ahí para detener mi caída–Le dedicó una sonrisa–Gracias por reaparecer otra vez y realmente quiero que podamos volver a ser amigos–quito su mano de la mejilla de Kathe.

–Cla–claro– balbuceaba mientras se alejaba un poco–Seremos amigos –continuo tratando de no ponerse nerviosa.

–Kris

Amarte de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora