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Habían pasado alrededor de dos semanas desde que Chanyeol tuvo que hacer aquella petición para mantener a raya al clan vecino. Dos semanas las cuales no había visto a Kyungsoo.

En cuanto el alto volvió, decidió tomar una larga ducha, al terminar de esta, sintió que no era suficiente, que aún traía restos de la esencia de Baek, de los besos que dejó en su cuerpo, el alfa se sentía sucio como para presentarse ante su Omega, así que tomo otro baño, y otro, y otro y otros más, hasta que entendió que lo que estaba sucio era su mente y no su cuerpo.

De forma irregular le llegan los recuerdos de esa noche, y de cierta forma se sorprende y a la vez se asusta. En su vida se había comportado así, y mucho menos en la cama, claro, había sido rudo con Soo, pero no al mismo grado que llegó con Baek, por momentos mientras lo follaba, creyó que era un maldito violador, pero en cuento vió la cara de satisfacción del otro, sintió que quién estaba mal era Baek y que él, solo había sido un juguete para su diversión.

No lo disfrutó, sería un bastardo si dijera lo contrario, por todas las circunstancias fue obligado a esas acciones, se lo folló casi casi con los ojos cerrados para no sentir tanto dolor por Soo. Estaba tan enojado por todo, le estaba dando duro y brusco, sin un mínimo de tacto, que cuando el otro omega comenzó a sollozar de que parara, se sintió la peor persona del mundo, abrió los ojos para encontrar una sonrisa maliciosa del otro, ese maldito lo estaba disfrutando mientras que él sentía romperse.

Su plan era que en cuanto terminará, saldría de ahí y trataría de olvidar todo y concentrarse únicamente en su omega, pero hasta ahora había sido imposible, el peso físico y psicólogo fue mayor por lo que terminó dormido en el suelo.

Las imágenes de los moretones que le había dejado al omega pelirrojo, estaban constantemente en su mente, los gritos y los gemidos lo torturaban tanto que había dejado a un lado sus obligaciones como líder, recuperarse estaba siendo un mega reto.

Y sin contar que Soo no lo había ni mirado, ni encontrado por casualidad en la casa principal, aunque él tampoco había tenido el valor de enfrentarlo después de lo que hizo. Si bien su Omega sabía lo necesario, sentía que tenía derecho de volver a tocarlo, y parecía que Soo pensaba igual.

Ese día al regresar, cuando muy temprano entró a su casa, el olor de Soo lo tranquilizó hasta las lágrimas, quiso correr a llorar a sus brazos, que lo consolara y le dijera que todo estaría bien, pero estaba tan mal que decidió tomar su distancia, no quería que su Omega lo viera en ese estado y mucho menos oliera una esencia distinta a la suya. Hasta cierto punto agradecía que el lazo no estuviera entre ellos o si no, las cosas hubiesen sido más complicadas por aquellos de compartir los sentimientos y que su lobo no lo habría dejado estar con alguien más.

Para cuando Chan decidió ir a ver a Soo, ya había pasado su celo. Se quedó parado unos segundos frente a la puerta de la habitación del bajito antes de tocar, de repente, escuchó unos sollozos provenientes de Soo, abrió ligeramente la puerta, solo para alcanzar a verlo sentado en el piso, de espaldas a la puerta y repitiendo constantemente "no puedo, no puedo, no puedo". Eso le rompió un poco el corazón, tal vez, ninguno podía enfrentar esa situación.

Tal vez ambos se subestimaron...

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Fecha de correción: 5/04/22

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