Amor En Señas. Duoligia Amores. Libro 1

Capítulo X

  - ¿Estás segura que no necesitas nada? - Thomas la miraba mientras ella buscaba su ropa para dormir, estaba preocupado por ella, desde que se alejaron de ese hombre ella había estado tan seria y con una mirada vacía que no sabía que era lo que ella tenía.

No le respondió, siguió buscando algo en su armario, aún cuando ya tenía lo que necesitaba en sus manos, se acercó a ella, despacio y en silencio, en un intento de no asustarla, tomo sus manos intentando que ella se detuviera y cuando la sintió temblar bajo su mano la hizo girar, ella miraba al suelo y temblaba, por su cabeza pasaban los últimos años que había pasado viviendo bajo el mismo techo que su padrastro.

Recordó los gritos, los comentarios hirientes, las malas miradas, los desprecios y desplantes por parte de él y sus dos hijos, recordó las veces que había hido a parar al hospital por culpa de ellos, las veces que habían roto sus audífonos y ella, junto a su abuela, habían luchado para conseguirle nuevos, pero sobretodo había recordado las largas e interminables noches que había llorado, sola y también algunas en compañía de su abuela, extrañando a su madre y llorando al desear tener una vida diferente.

  - ¿que necesitás? - ella no lo miró - dime qué necesitas para estar mejor y yo haré todo lo que tenga en mis manos para conseguirlo - hizo que Katherine levantara la mirada y cuando vio las lágrimas acumuladas en sus ojos, sintió el deseo de salir y hacer que cualquiera que la hubiera herido pagará por todo el daño que le hubieran echo.

"Sólo quiero dormir" - se alejó de él y fue directo al baño, cuando cerró la puerta detrás de ella dejo que las lágrimas corrieran, y el dolor que llevaba cargando en su pecho por años, aumentó y le dificultó el respirar.

Thomas miro como cerró la puerta y cuando escucho el suspiro tembloroso dentro del baño se acercó a la puerta, escucho como intentaba detenerse y acercó la mano a la manija de la puerta, pero algo lo detuvo, la escucho llorar y el se dolió con ella, miro una vez más la puerta, y un segundo después salió del cuarto.

Se preparó para dormir y una vez que estuvo acostado juro cuidarla y protegerla no importando a que se pudiera enfrentar, ella siempre seria primero.

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Ella no quería ir a la escuela ese día, era viernes y la verdad tenía tanta pereza que pensó seriamente el quedarse todo el día en cama, pero no lo hizo, sabía que el ver  a Garret y a Hana la ayudaría a que su ánimo mejorará, y eso era exactamente lo que necesitaba, podía escuchar a Jack y Sara haciendo su trabajo en la sala y la cocina, y con un suspiro tembloroso se puso de pie y se alistó.

Thomas no dejaba de recriminarse a si mismo, sentía que el día de ayer debió haberla abrazado y haberle dado un tipo de consuelo y contención, y en su lugar, solo se había alejado, y la dejo lidiar con su dolor, no tenía ni una idea de que hacer respecto a ella, había pasado toda la noche pensando en como ayudarla, muchas ideas surgieron en ese hilo de pensamientos, pero por una u otra razón, las desechaba, quería sostenerla, protegerla del mundo, y del dolor que podría llegar a sentir, pero no sabía cómo.

Ambos se encontraron al salir de sus habitaciones, Thomas la miró y distinguió los círculos oscuros debajo de sus ojos, vio su nariz y mejillas rojas, y la mirada de temor y preocupación, y solo quiso ayudarla.

Katherine se dio cuenta de su postura cansada, de sus manos echas puños y de la mirada cargada de preocupación que le dirigió, y solo quiso ayudarlo y que él la ayudara a ella.

Pero ninguno hizo nada, ambos solo se miraron y un instante después caminaron hacia la cocina, Jack los miro y les pregunto si estaban bien, ambos dijeron que si, la llevó a la escuela y miro como se acercó a Garret y como el lo sujetaba entre sus brazos y al instante ella se relajaba.

Garret miro hacia la camioneta con el ceño fruncido, vio cómo está se puso en marcha y se alejó, conocía a Katherine lo suficiente como para saber qué algo malo estaba pasando, pero no la presionó a que le dijera, sabía que ella, más temprano que tarde le diría, él era el único que sabía la mayoría de las cosas por las que Katherine había pasado, ni siquiera su abuela sabía toda la historia, y cuando ella se separó de él y le dio una mirada nublada en lágrimas le sonrió y beso su frente, la hizo sentarse en uno de los bancos más apartados del bullicio de estudiantes, y con un brazo rodeando sus hombros, ella le contó todo, y el la escucho al mismo tiempo que limpiaba las lágrimas que rodaban por sus mejillas, con paciencia y amor.

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Thomas condujo sin saber a dónde hiba, pero cuando al fin detuvo la camioneta y miro a su derecha su corazón se estrujó, y sus ojos ardieron, dio un suspiro y salió, camino hacia un puesto a un lado del camino y compro un ramo de flores, sin detenerse, siguió hasta que cruzó las grandes puertas y llego al gran árbol de lluvia de oro, era el árbol favorito de su padre, se detuvo justo a un lado y miro la lápida que estaba justo a un lado, las flores cubrían la mayor parte del césped, se inclinó y dejo las flores en el lugar designado, justo al lado de la bandera y el pequeño carro de juguete que sus dos hermanas habían dejado, leyó el nombre de su padre, e hizo algo que no había echo en meses, lloro por él.

Lloro por él sentimiento de vacío que sentía desde que su padre se había hido, lloro por lo que él sufrió después, y lloro por su madre y su familia, lloro por todo lo que quería.

  - lo siento... Siento no haber venido antes, y siento no ser el hombre que tú querías que yo fuera, siento si te desepcione - miro el nombre de su padre en la piedra, y algo se apretó dentro de sí mismo, nunca sería fácil leerlo - Siempre e intentado ser como tú, y desde que ya no estás aquí, e intentado ayudar a mamá y las gemelas, y mi hermanito bebé - recordó la primera vez que su padre había llamado así a su hermano, cuando él lo cargo y vio la diferencia de edad entre Thomas y su nuevo hijo - pero no sé qué hacer, no siento que haga lo suficiente y... No sé qué hubieras echo tu, te necesito aquí, para que me digas que es lo que tengo que hacer, ¿Dime qué es lo que necesito hacer?

Se quedó sentado frente a la lápida de su padre por horas, esperando, deseando que el le respondiera de alguna forma, pero eso nunca paso, y cuando recibió un mensaje de Katherine diciendo que las clases ya habían terminado, se limpio el rostro, se puso de pie y con una mirada más a dónde su padre descansaba, se alejó y se dirigió a la camioneta, aún sin una respuesta a lo que tanto lo seguía.

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Katherine se quedó cerca de Garret y Hana toda la mañana, al menos el tiempo que podía estar con ambos, y cuando los dos se quedaron con ella hasta que Thomas llegó, sabía que siempre contaría con ellos y ellos con ella, no paso por alto los ojos y nariz de Thomas, llorosos y rojos, y quiso preguntar el porqué de ellos, pero cuando se dio cuenta de la mirada cansada y de lo serio que él lucía, decidió no hacerlo.

Ambos llegaron a casa cansados y derrotados, tanto física como mentalmente, cada uno hizo los deberes que restaban en su día a día, y cuando llegó la hora se encerraron en sus respectivos cuartos y se fueron a dormir, cada uno luchando con sus propios pensamientos.