Capítulo XXII

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Llevaban sentados en la cama que correspondía a Katherine cerca de diez minutos, ninguno había dicho algo en ese tiempo, Thomas estaba buscando como comenzar a decirle todo su pasado y Katherine le estaba dando el tiempo que él necesitaría, Thomas distinguía las voces de Jayden y Ginger en el patio trasero, estaba seguro que Helen y Garret estaban con ellos, les había pedido que no los molestaran, y al parecer estaban cumpliendo su palabra.

Se giro un poco y pudo notar que Katherine lo miraba, distinguió el miedo y la duda en sus ojos, y solo espero que cuando ella supiera todo lo mirara de nuevo, pero esta vez con comprensión y amor, no soportaría que ella, de entre todas las personas, lo viera con lastima, tomo una larga bocanada de aire, y cuando supo que no podía retrasarlo más, la enfrento.

-te contare algo que nadie sabe al completo – ella se giro más hacía él – me enliste en el ejercito cuando solo tenia diecisiete años, pude entrar joven gracias a mi padre, él ya formaba parte del ejercito, ya había peleado en muchas batallas, pero queria ser como él, Jayden entro al ejercito al mismo tiempo, entrene y entrene hasta que llegue a un rango respetable, tome misiones difíciles en lugares peligrosos, pero aun así pude volver a casa. Cuando cumplí veinte años me dejaron venir a casa por un par de semanas, estaba feliz, vería a mi madre y a mis hermanas despues de meses, Jordan aun no estaba con nosotros, llevaba solo una semana en casa cuando conocí a alguien – Katherine sintio un tirón en el estomago – se llamaba Lira y… era hermosa – tenia un brillo en los ojos que hizo doler el corazón de Katherine – la ame en cuanto la mire – sus ojos se encontraron y ella logro distinguir el amor en ellos – y ella me amo a mí, despues de eso todo fue muy rápido para ambos, yo solo tenia un par de semanas en casa, pero eso no nos importo, pasábamos todo el tiempo juntos – Thomas ya no la miraba a ella, estaba demasiado perdido en sus recuerdos – cuando me llamaron para que regresara a servicio me di cuenta de algo, queria casarme con ella – se miraron por un segundo, Thomas dándole tiempo a ella de procesar lo que le había dicho – se lo propuse un día antes de que me fuera y ella me acepto, me fui de casa feliz, me casaría con ella, se lo conté a mi padre en cuanto lo vi, se puso feliz por mi, nos enviamos cartas por cinco meses, planeamos la boda a distancia, y yo le di todo lo que ella queria, volví con ella seis meses despues, mi padre y Jayden volvieron conmigo, pero yo ya era otra persona, había perdido compañeros en esos meses.

--Estaba roto y varias veces me desquite con ella, pero me perdonaba, me decía que no era mi culpa, y yo le creía, nos casamos un mes despues de que yo había regresado a casa, estábamos felices, me había casado, el ejercito me dio un permiso de cinco meses para pasarlos en casa, pasamos mi cumpleaños juntos y el de ella también, nuestras familias nos apoyaban – sus ojos tomaron un color distinto, y Katherine sintio que ahora le contaría algo malo – me fui despues de esos cinco meses, llegue feliz al campamento del ejercito, pero la guerra puede romper incluso al mas fuerte – Katherine queria consolarlo, pero no sabia como – Jayden y yo perdimos a varios amigos esos meses, y muchos de ellos mas jóvenes que nosotros, nos preguntamos por mucho tiempo, ¿Por qué ellos y no nosotros?. Las cartas de Lira y de mi familia era lo único bueno que tenia, era lo que me ayudaba a no volverme loco, mi desempeño bajo despues de eso, no era el mismo en combate, me dispararon en una pierna, y de no ser por Jayden yo también hubiera muerto, para recuperarme me enviaron de regreso a casa, esta vez de forma indefinida, cuando volví me hice distante y me enojaba con facilidad, vi a una larga lista de terapeutas pero sentía que ninguno de ellos me ayudaban, así fue hasta que pasaron cuatro meses, fue cuando Lira comenzó a enfermarse, la lleve al hospital y nos dieron la noticia de que estaba embarazada de dos semanas – el corazón de Katherine se oprimió – fue cuando me di cuenta de que tenia que cambiar mi comportamiento, hable con mi padre y con los altos mandos del ejercito, queria dejarlo, no viviría lejos de mi hijo, pero lo único que conseguí fue un año en casa, lo tome, eso era mejor a nada, cumplí veintidós años y ella cumplió veinte, éramos jóvenes pero sabíamos lo que queríamos, queríamos nuestra familia.

Amor En Señas.                                          Duoligia Amores. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora