Corazon de loba

Cap 11 La oscuridad

Narra: Tarina
Abrí mis ojos lentamente. Tenía un gran dolor de cabeza. No sentía mis brazos ni piernas. Dirigí mi vista hacia la derecha y ahí mismo se encontraba mi madre. Entonces vi hacia la izquierda de encontraba mi hermana. Estábamos atadas juntas. Luego en una esquina me encontraba Miki... Pero y Akira?

-Vete pedazo de basura.- hicieron lanzada a Akira aún atada de pies y manos. Estaba llorando y tenía varios moretones, cortadas y diferentes golpes de diferentes colores. Volvieron su mirada hacia mi.

-Veo que as despertado pequeña perra.

-QUE QUIEREN DE MI Y MI FAMILIA Y AMIGOS!!!?!???- le grité llorando.

-Como que que queremos? No es obvio? Te quiero matar para que no llegues a ser la alfa de la manada, Luna nueva.- ese era el nombre de la manada del norte. Espera. Dijo que yo llegara a ser la alfa?!?

-N-no tengo ni i-idea de lo que me estas hablando!!

-Jajajajajaja- río escalofriante mente mientras que salía de la habitación.

Estábamos en una habitación oscura y el único ruido que se escuchaba era el llanto de Akira.

-A-akira o cualquiera por favor díganme donde estamos y que es lo que té hicieron?- me atreví a preguntar.

-O Tari me alegra que despiertes. No se dónde estamos pero si se que cada día una vez al día nos sacan una por una y nos maltratan. Nos golpean con un palo. Nos ponen un collar canino de esos aorcadores. Y lo peor es el látigo. Nos arrancan la piel!- me contestó Miki. Por poco me desmayo. Observé a Akira la cual estaba muy maltratada. Al parecer mi hermana y mi madre estaban desmayadas de seguro ya las habían llevado. Tan feo era? Y cuanto tiempo permanecí desmayada?

Todas nos encontrábamos amarradas de manos y pies. Lagrimas comenzaron a salir. Al igual que pequeños sollozos.

Al rato entro esa tal Nila y tomó a Miki y se la llevo. No se dónde estaban pero se podían escuchar los gritos desde esa habitación. Necesitábamos salir pronto de ahí. Vinieron a dejar a Miki la cual se había desmayado del dolor.

-Luego sigues tu, perrita, así que prepárate. - sus palabras retumbaban en mi cabeza. En donde se encontraban los demás. Los necesitaba, necesitaba a Nikoto.
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Otra vez entro Nila pero esta vez me tomo a mi. Me arrastro hasta una habitación muy escalofriante. Se olía el olor a sangre seca y a metal. Había una cama de tortura.

Me hizo lanzada al suelo. Agarro su látigo haciendo que del miedo yo serrara los ojos. Sentí que me tomo por la barbilla.

-Tranquila. Aun no te voy a matar. Primero quiero que sufras. Además te quiero hacer sangrar.

Tomo su látigo y me pego. Un gritó se escapo de mi boca. Sentía la sangre correr por mi espalda. Este proceso se repitió varias veces. En una de tantas la punta del látigo pego en mi frente. No pegue ningún grito y solo cerré mis ojos. Se me olvido que tenía la boca abierta y una gota de sangre entró. Cerré mi boca y pude sentir el sabir metálico. De alguna manera me sentía mejor. Al terminar con los latigazos ya tenía varias cortadas.

Después me puso una cuerda alrededor de mi cuello. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me sentía totalmente inútil. Ella se acercó a mi cara quedando a centímetros.

-Mira pequeña te voy a decir que solo quiero hacerte sufrir y luego matarte frente a todos. Así no serás la siguiente alfa.- porque sigue con eso.

-Nada de eso va a pasar ya que yo se que nos vienen a recatar!!- le grité. Realmente no estaba segura si realmente venían por nosotras ya que ninguno mas que mi padre, Shinaky y su abuela sabían de nosotras. O al menos eso pienso.

-Ja eso quisieras niña. Apuesto a que se an olvidado de todas y más de ti. Dime cuanto tiempo llevan de conoserce. Apuesto que ni dos semanas. Además dime cuantos saben que estas aquí. Te aseguro que todas van a morir aquí.- en eso ella tenía razón. En todo. Al terminar de decir eso jalo la cuerda haciendo que mi cabeza sintiera presión y la vista se me pusiera borrosa. Ella río. La escuchaba de lejos. Parecía en eco.

-Estas en mi control ahora perra.- gue lo último que escuche en eco antes de que todo se pusiera en negro.