Capítulo XXI • Especial •

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No fue solo un beso con lo que me conformé, no. Y es que lo que me hacía sentir YeonJun era otra cosa, era otro mundo; una sensación placentera, algo prohibido, algo malo y absurdo. Pero lindo, completamente lindo.

Sus ojos, esa manera dulce con la que trata de cuidarme y mantenerme bien.
Sus inquietas manos viajando por todo mi cuerpo, sus labios succionando una y otra vez los mios. Su respiración la cual se agita con cada movimiento que hace.

Dios, ¿Existe algo mas excitante que su respiración en mi oído? Si, es su voz ronca en mi oído.

Choi YeonJun, ¿Eres acaso un dios?

-¿Me dejarás tocarte? ¿Me dejarás hacerlo, bebé?

Después de estos días en los que convivimos me di cuenta de muchas cosas, si le gustaba a Yeon. Si le gusto a ese idiota.

No solo es la forma en que me mira, no. Él dice muchas cosas vergonzosas; diciendo que estoy lindo aun despeinado, que me veo bien en pantalones cortos y sin camiseta. Que le gusta mi vientre, mi piel, mis ojos, mi cabello, mis manos.

YeonJun ama mis manos, es como si quisiera tomarlas en cada instante pero no puede.

¿Por qué sonríe tan dulcemente en un momento como este?

Sus caricias pararon por un instante en el cual se detuvo a observarme y simplemente sonreír...

-Llevame a la cama, Choi.

-Está bien- susurró tranquilo - pero solo quiero que durmamos, Beom. Quiero abrazarte y dormir. Solo necesito eso.

-¿Acaso le tienes miedo a algo? No voy a rechazarte, no voy a irme.

-Estas en celo, BeomGyu.

-Lo sé, por esa razón quiero que estés conmigo. Yo si te necesito, YeonJun.

-No eres mio, pequeño.

-...

-Aún estás casado, tienes un alfa esperándote en otra ciudad, tienes alguien que te cuida y protege, alguien que te ama y que amas. No puedo arruinar eso, no puedo arruinarte.

-¡Él no vino por mi! ¡No me detuvo cuando salí por aquella puerta! ¡No refutó cuando dije que me iría! Le dije que no viniera tarde, le dije que no lo hiciera...

-BeomGyu.

-Es demasiado tarde, ¿Acaso no lo entiendes?. ¿Nunca comprendiste lo que yo sentía? ¿No te diste cuenta de mi mirada hacia ti?
Lo destrozado que me dejaste cuando te fuiste, Choi. Lo absurdo que me sentí cuando comenzaste a gustarme. Lo estúpido que fue irme de este lugar para dejarte atrás.
¡Tres días, Choi! Fueron tres malditos días los que te vi, ni siquiera pude conocerte pero aun así me volviste loco desde el primer momento.
Incluso cuando volví estabas aquí, estabas en cada maldito lugar en mi mente.
Cuando me hiciste tuyo por primera vez fue como tocar el cielo, lo hiciste tan bien, tan dulce, tan tierno. Jamás podría borrar el recuerdo de tus manos en mi piel.
¡Por dios, YeonJun! Soy un idiota.

-Cariño... Lo lamento, y-yo arruiné todo.

-Si lo hiciste, lo hiciste y te odio por haberlo hecho. Pero no toda la culpa es tuya, también puse de mi parte.
Sé que estuvo mal, pero no me arrepiento de haberme casado con él, no me arrepiento de haberlo amado como lo amé, no me arrepiento de intentar formar una familia con él. Lo único de lo que me arrepiento fue de poner todo sobre sus hombros, de haber confiado y depositado toda mi fé en él.
Creí que seríamos felices, sin embargo aún así lo engañe, lo lastimé y le hice tantas cosas malas, ¿Y sabes que fue lo peor? Que lo hice consciente, sabia que él me perdonaría.
Fui malo con solo aquél pretexto "Las almas gemelas no deben de estar separadas".

-Cariño...

-Tú me gustas, Choi. Más de lo que crees, mucho más de lo que piensas.
No tienes idea de lo que siento al verte, de las ganas que tengo de que me beses, que me toques, que exijas un estúpido abrazo.

-BeomGyu, Beom, bebé. Te amo.

-No me ames, Choi. Sólo hazme tuyo una vez más, sólo hazlo.

Fueron miles de cosas en un segundo, verdades que salieron de la nada, dolores que fueron disminuyendo y una paz inexplicable que comencé a sentir cuando sus labios chocaron con los mios. Cuando los comenzó a mover con mayor intensidad, con mas deseo y fuerza.

YeonJun me gustaba, YeonJun lograba hacerme sentir el cielo.

No solo fue su voz ronca la que disfruté esa noche, no. Fue su piel pegada a la mía, el sudor de su cuerpo, la manía loca que tenia con besar mi cuello.

Y es que en ese instante lo sentí, cuando entró dentro de mí lo quise con mas fuerza.

Fue un deseo pasajero, uno que no podía tener pero lo ansiaba tanto.

Yo lo quería.

Marcame, YeonJun, marcame.

Efectos Secundarios || YEONGYU || ⓞⓜⓔⓖⓐⓥⓔⓡⓢⓔDonde viven las historias. Descúbrelo ahora