Efectos Secundarios || YEONGYU || ⓞⓜⓔⓖⓐⓥⓔⓡⓢⓔ

• Pequeña Hye Jun 2/2 •

Narradora

Unas cuantas gotas de lluvia seguían cayendo, algunas chocaban en la ventana de aquella cabaña mientras en silencio cinco personas se encontraban sentados.

Habían muchas cosas que contar aún, y quedaban muchas cosas por hacer también. Pero ese día no era justamente el necesario.

Pasaban mas de las once de la mañana, ninguno había desayunado a excepción de la pequeña Hye Jun que ya estaba aprendiendo a tomar del biberón. Ninguno tenia planeado almorzar siquiera.

Estaban en silencio y con el corazón roto. En especial una persona,

Choi YeonJun.

Apenas y lograba respirar con calma, había sido una de las peores noches de su vida, claro, para no decir que era la peor.

No se había dado cuenta, no quería darse cuenta. Aquellos últimos 8 meses habían sido normales, tranquilos, ¿Cómo sucedió esto de la nada? ¿Cómo su pequeño amor se había ido?

Hye Jun yacía dormida entre sus brazos, sus pequeños ojos rasgados estaban cerrados, sus labios finos y rosados eran prácticamente los de su padre, esas mejillas regordetas podría retribuirselas a él mismo, pero sus cabellos, aquel castaño oscuro eran claramente los de BeomGyu, al igual que su bonita piel blanquecina.

Un negro opaco vestían todos, a excepción de la pequeña, quien resaltaba entre todos con su pequeño vestido blanco. Vestido que BeomGyu había comprado hace dos meses atrás.

El rubio volvió a romper en llanto tras ver como su pequeña sonreía entre sueños.

Si, estaba destrozado, era capaz de arrastrarse por el suelo, de llorar desconsolado, de tirar todo, de romper todo. Y es que... ¿Por qué se fue? ¿Por qué tenía que irse?.

En una esquina se encontraba Huening, cruzado de brazos, observando el dolor de aquel muchacho. Su corazón dolía, dolía demasiado y más aún al estar consciente de que él sabía que aquello iba a pasar.

Flashback~

Sus ojos no habían cambiado en lo absoluto, pero si tenían un brillo especial, uno que logró ver en algún momento pero que se había ido de la nada.

Su figura estaba cambiada, su rostro también. Sin embargo era hermoso, Choi BeomGyu siempre seria hermoso.

—Estoy contento por volver a verte, Huening— y es que incluso su voz había cambiado un poco, pero era preciosa, dulce melodía para sus oídos quienes lo extrañaban con tanta fuerza.

—Tambien estoy feliz de volver a verte, Bonito— su sonrisa intacta seguía ahí, siendo esta una de las maravillas mas hermosas de este mundo.

Lamentablemente ese encuentro no era solo para verse, no. Había un pedido, existía una promesa la cual cumplir.

—Existe una posibilidad del 90% de morir en el parto.

—...

—Yo necesito que estés allí ese día, eres una de las personas más importantes e influyentes de mi vida.

—BeomGyu...

—¿Lo harás? ¿Estáras conmigo?

—Siempre.

—Tambien quiero que hagas una última cosa por mi.

—¿Qué cosa?

Fin del flashback~

El funeral había terminado hace dos horas, y aquellas personas que habían sido importantes en la vida de BeomGyu habían asistido, entre ellas Soobin quien lucía destrozado antes de irse.

Su padre y su madre se habían despedido con muchas lágrimas en sus ojos.

Y solo quedaban ellos tres en la cabaña.

YeonJun le sonreía a su pequeña la cual intentaba abrir sus ojos.

Y Huening pensaba, pensaba lo mas que podía, rompiéndose el corazón así mismo. Tragándose todo el dolor que sentía, y tomando fuerzas de donde no las había.

Y es que aún debía cumplir con su ultima promesa. Una que iba a romper el corazón de muchas personas, y solo iba a beneficiar a una, o eso es lo que él creía.

Y es que después de todo, esto se lo había pedido BeomGyu. Su dulce y pequeño amor.

Y es que después de todo BeomGyu había sido egoista una vez mas.

"Llevate a Hye Jun, llevatela y cuidala bien"
"Ella no debe ser como nosotros, ella debe crecer como todos los niños"
"Solo quiero que ella sea feliz"

Y es que a pesar de tener su corazón hecho trizas lo estaba por hacer, posicionándose frente al rubio, quien temblaba de la nada, quien intentaba aferrarse lo más que podía a aquel pedacito de felicidad que le quedaba.

Iban a estar bien.

Todos estarían bien.

—Me llevaré a Hye Jun, YeonJun.