119, ¿cuál es su emergencia?

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Lo más preocupante era que una ruptura como esa, cuando el alfa y el omega ya estaban enlazados, era riesgosa.

¿Cómo fue que el lazo se rompió?

O mejor dicho, ¿qué pasa cuando un lazo se rompe?


Lino lloraba con todas sus fuerzas hasta que el aire comenzó a faltarle, hipaba y trataba de detener las lágrimas pero era imposible.

La persona a la que más amaba en el mundo lo había dejado, y por alguien más, ¿cómo era posible?

Luego de más de siete años juntos, imaginar un mundo sin Chan no era posible para él. Cuando se casaron juró que estarían juntos hasta el último día de su vida, no debían terminar, no así.

Y ni siquiera le dio un motivo pero Lino sabía por qué.

Su nuca de pronto comenzó a doler, dolía demasiado, parecía como si quemara. Ardía y cuando se atrevió a tocarla, completamente asustado se dio cuenta de que ésta sangraba.


—No, no, no, no... Chan... por favor, vuelve —El omega se arrastró dentro de la casa, porque sus piernas no respondían y la sangre era demasiada. No tenía fuerzas para nada más porque apenas comía algo, lo vomitaba. 


De alguna forma llegó hasta el teléfono, lo alcanzó casi gritando de dolor y apresurado llamó a emergencias.


—119, ¿cuál es su emergencia?

—Mi bebé... ¡Ngh! M-mi marca sangra... ayuden a mi bebé... ¡Agh!

—¿Podría decirnos la dirección, señor? ¿... Hola? ¿Señor? ¿Señor, sigue ahí?





Lino abrió sus ojos un día, se encontraba en la cama de un hospital y frente a él, sus mejores amigos hablaban sobre algo que el omega no logró entender.

Hyunjin, Félix y Changbin eran tres alfas con los que Lino solía jugar cuando pequeños. Y los tres casi comenzaron a llorar cuando lo vieron abrir sus ojos.


—¡Maldición, Lino! Por dios, ¡al fin despiertas! —Changbin fue el primero en acercarse y tomar su mano.

—¿Dónde... estoy?

—En el hospital —Susurró Hyunjin y se acercó por un costado para peinar los cabellos de su amigo omega.

—¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te traigamos algo de comer? —Félix estaba a punto de salir corriendo a buscar a un doctor y algo de comida pero se quedó estático cuando Lino se negó.

—No... Tengo que ir a casa... Chan volverá de su viaje y tengo que prepararle la cena.


Los tres amigos se miraron unos a otros y Félix se adelantó para ir por un doctor.

En cambio, Lino frotó su frente mientras se sentaba en la camilla.

De igual forma, quiso tocar su nuca pero una almohadilla de algodón se encontraba ahí, mojada por la sangre que aún brotaba de su marca.


—Eh... ¿Lino? —Hyunjin se sentó a su lado y tomó sus muñecas para que dejara de tocar la almohadilla —¿Qué es lo último que recuerdas?

—¿Lo último? Oh... uhm, bueno, yo... yo estaba en casa, mirando la televisión. Escuché el timbre y... y... —Se quejó un poco frotando su frente varias veces —Había alguien en la puerta... yo no sé... ¿quién era? Sólo... después mi vientre comenzó a doler, dolía mucho y llamé a emergencias, sí, sí, eso... eso pasó...


Cuando el omega levantó la mirada, vio a un doctor llegar con una enfermera. Su madre también estaba ahí y él sólo le sonrió. Ella no parecía muy feliz pero ya era habitual que siempre estuviera enojada, así que no le tomó importancia.

Mientras el médico lo examinaba, el omega continuó.


—Es un alivio, ¿no creen? —Trató de alentar a su madre y amigos —Pensé que algo andaba mal con mi bebé pero veo que todo está bien.


Y sonrió chiquito, deslizando la palma de su mano hacia su vientre. Hubo tan sólo un pequeño instante en que paró pero pronto continuó acariciándolo en círculos.


—Es un bebé muy fuerte... Lo siento por preocuparlos —Unas cuantas lágrimas comenzaron a caer por su rostro mientras el chico se mantenía sonriente.


En su vientre ya no había nada.

Lino no acariciaba nada más que un vientre vacío.





—¡¿Cómo puede decirme que esto es normal?! —La madre de Lino azotó sus palmas contra el escritorio del médico que había estado revisando al omega.

—Señora, no le estoy diciendo que es normal. Pero hay muchos casos de omegas que evaden la realidad cuando el lazo con su alfa se ha roto. Es algo psicológico y...

—¡Mi hijo no está loco!

—Señora, esa clase de prejuicios no ayudarán a su hijo. Lo vamos a canalizar al área psiquiátrica.

—¡¿Pero es que no tiene alguna medicina que lo ayude?! ¡Le estoy pagando para que lo cure! ¡no para que diga que mi hijo se volvió loco!

—Tan sólo escucheme... Cuando un lazo se rompe, el proceso se divide en el impacto físico y mental que puede tener en ambas partes. A los alfas les da algo similar a una gripe, no es gran cosa. Cuando muerden a otro omega quedan como nuevos.

—¡Me importa una mierda lo que le ocurra a ese maldito alfa!

—Bueno, pero el daño es mayor para el omega. Durante el lazo, todos sus sentidos dependen completamente de su alfa. Por eso no pueden tener relaciones sexuales con ningún otro más que con su alfa enlazado. Porque cuando la mordida se lleva a cabo, el alfa inyecta parte de su sangre en el omega. Esta sangre repelerá a cualquier otro que quiera acercarse a "su territorio". Si la relación emocional se rompe, el lazo también lo hará. Al menos uno de ellos debe desear profundamente romper ese lazo para que así suceda. Y es entonces cuando la sangre que el alfa inyectó, comienza a salir. Es un proceso muy doloroso y su hijo sangra, sí, pero no es su sangre sino la del alfa que lo marcó, ¿de acuerdo? Su hijo físicamente está bien.

—Pero... ¿por qué... mi nieto...? ¿Por qué murió?

—Señora Lee, su hijo está muy por debajo del peso que debía tener alguien en su etapa de gestación. Si hubiera estado saludable, el producto hubiera resistido. Porque el lazo roto también afecta al producto, después de todo estaba enlazado a ambos padres. Ahora... con respecto a la salud mental, usted debe entender que para cualquier omega es difícil sobrevivir sin un alfa. Necesitan de estos para tener una vida pacífica y segura. Que el alfa desapareciera de la nada, implica que lo dejó vulnerable a todo repentinamente, a otros olores, a otros alfas, a su marca sangrante. El shock psicológico de ser abandonado es mucho peor que una herida física. Por eso tendrán que trasladarlo a un hospital donde puedan ayudarlo a superar esto.

—Maldición... maldita sea... Por favor, no le diga nada de su bebé hasta que un especialista lo revise.

—No se preocupe, estará en buenas manos. 

Lazo Roto [ MinChan | Banginho | ChanHo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora