2.6K 249 81
                                    


Miércoles

Peter se despertó, quedándose en su lugar, con los ojos cerrados escuchó a la distancia como las persianas de seguridad iban abriéndose, dando paso al día.

La habitación estaba llena de luz. Peter había pasado la noche acurrucadito en los brazos de Tony, en donde cada vez era más difícil acostarse con él sin hacer el amor.

Ya que se despertó temprano, aprovechó para observar a su futuro marido mientras dormía. Decidió que si no podían hacer completamente todo, por lo menos trataría de hacer feliz a su compañero esta mañana.

Salió de debajo del brazo derecho de Tony teniendo mucho cuidado de no despertarlo, levantándose a penas, divisó su objetivo.

Con las dos manos le quitó el bóxer, mirándolo, tratando de que no se despertara. Lo escucho respirar más fuerte.

La hermosa polla de Anthony reposaba medio dura con la erección  mañanera. Peter sacó la lengua y comenzó a rodear la cabeza. El miembro de su novio era grande, más grande que cualquier cosa que hubiera tenido en su boca y mucho menos entre su trasero.

Peter comenzó a chupar suavemente, haciendo que se levante en todo su esplendor. Chupó con más fuerza, moviendo la lengua por la parte delantera y por la parte inferior sensible. No le estaba haciendo una mamada a su compañero, le estaba haciendo el amor a su polla.

Sintió las manos de Tony agarrar sus hombros y apretar su agarre, pasando los dedos por el sedoso del cabello del menor. Los gemidos del de ojos whisky no se hicieron esperar y llenaron sus oídos como una dulce melodía, invitándolo a seguir.

—Bebé, por todos los dioses, que bien se siente tu boca...

Peter puso manos a la obra y agarró a Tony con sus dedos, amasando su saco, moviéndose junto con su boca. El lobo empezó a derramar grandes cantidades de líquido pre-seminal.

—Sí... ahí amor, sigue así.

Peter la lamió con avidez, deleitándose con el sabor y el olor de Tony. Se acurrucó en los vellos alrededor de la polla que tenía en la boca. Olía a bosque y sudor. Olía a cielo.

Peter aceleró el movimiento. Enseguida Tony estaba gimiendo y arqueando su espalda contra la cama.

—Pet... bebé... eres tan bueno.

Siguió chupando, lamiendo, manipulando la gran polla y los testículos de su novio. Peter sintió que la columna vertebral de Tony se endurecía cuando se preparaba para disparar.

—Voy a acabar... mi amor.

Los testículos de Tony se apretaron contra su cuerpo y luego su miembro arrojó cantidad abundante de semen en la boca de Peter, que estaba a la espera.

Se la trago sin problemas.

Peter lamió la piel suave, mientras se volvía flácida hasta que estuvo completamente limpia.

El menor lo arrastró hasta sus brazos y lo besó compartiendo su propio gusto con su amor.

—Agradezco el día que los dioses me concedieron el honor de que estés en mi camino—. Tony mordió el lóbulo de la oreja del chico. — Solo pasaron unos días y no puedo imaginarme viviendo sin ti—.

Peter dejo un rastro de besos en el hombro del mayor. Les llevó otra media hora para que los dos dejaran de tocarse y besarse. Tony se movió para bajar a la cama y hacerse cargo de la excitación de su chico pero éste negó con la cabeza, despacio.

—Yo ya acabé amor...tú me haces sentirme así, me calientas que
puedo acabar con solo sentirte en mi boca.

—Espero que siempre sea así entre nosotros, bebé—

Su compañero [Starker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora