ⅪⅤ

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—No sale de su casa sin al menos cuatro guardias armados. Es muy difícil acercarse a él.

—Lo sé, tengo al artista aquí conmigo, él dice que la mejor forma de llegar es a través de la hija. Conoce una forma de entrar al lugar—. El Alfa suspiró en el teléfono. —Creo que es mejor si esperamos hasta salga desprevenido. El Alfa Compañero es joven. No va a aguantar todas las prohibiciones que le coloca Stark, ya que no creció como un cambia formas. Te voy a mandar el artista de vuelta, él va a conseguir que la mujer nos haga la inteligencia.

—Bueno. Vamos a usar la niña como carnada. Así que, con los días van a bajar la guardia y va a salir desprevenido —estuvo de acuerdo Dimitri. —Pero el Alfa no lo va a dejar salir solo.

—Por eso vamos a elegir un momento en que su guardia esté baja. Tenemos que esperar, darles tiempo. Ni bien deje salir al chico con un mínimo de guardias, van a caer en nuestro plan. Vamos a usar a la mujer. Ella lo hará por su compañero.

—Vas a tener que hacerlo callar, él tiene la Voz—dijo Dimitri. —Si me meto en todo esto con él, quiero estar seguro de que voy poder quedarme con él, ese era el trato.

—Sé que ese es el punto original. Tú lo atrapas, yo consigo al Alfa y después el Consejo.


°•°•°


Aproximadamente un mes después de los nacimientos, Anthony y Peter se sentaban a desayunar. El menor colocó un cojín pesado en su silla.

—Veo que tienes tu almohada. ¿Te duele de nuevo, bebé? Quise aguantar la tercera vez. — Tony puso manteca en su tostada y miro apesadumbrado a su compañero.

—Bueno, pero no lo hicimos amor y es mi trasero Peter revolvía su café y de removió en su lugar.

—No, te estás equivocando ahí. Cada hermoso milímetro de ese trasero es todo mío.

Peter se levantó y pasó por el costado de la mesa. Se sentó en el regazo de Tony y abrazó el cuello de su esposo, hablándole muy despacio, y cerquita.

—Y a mí me encanta que sea todo tuyo— el mayor soltó su desayuno y lo agarro por la cintura — solo te pido a cambio muchos besos como desayuno.

—Y yo estoy feliz de darte todos y cada uno—. Anthony le limpio el rastro de dulce de leche en la comisura de sus labios, pasando suavemente su lengua y degustando el sabor, para después fundirse en un beso matutino —Mhh me encanta el sabor dulce...aunque el dulce de leche se queda atrás— Peter se rio por, lo que él decía, eran palabrerías tontas y coqueteos, pero amaba ser el receptor de éstos. Un beso más y volvió a su lugar.

—Tengo que ir a ver artistas en los pueblos para estudiar su técnica
o nunca voy a terminar los trabajos para mis profesores —le dijo Peter. — Nadie intentó nada con nosotros desde que vinimos, yo creo que Dimitri se fue hace rato.

—Sabía que algo así iba a venir, esos eran besos sospechosos. No, Pet. Quiero que esté confirmado eso antes de que bajemos la seguridad.
— Anthony le dio un sorbo a su taza de café con leche, y mojó un tostada en éste.

—Entonces podemos esperar para siempre que aparezca. ¿Y si está
muerto? ¿Esperamos cuánto? ¿Cinco años, diez?

—Bebé, siempre voy a necesitar seguridad para ti porque eres mi
compañero y porque te amo. Soy el Alfa de todos los Alfas y eso me hace un objetivo y una manera fácil de llegar a mí es a través tuyo. No te
puedo perder, si te pasa algo, no voy a poder soportarlo. Por favor, déjame cuidarte.

—Pero amor, a dónde sea que vaya, mandas cuatro autos, el mío más
tres más. ¿No podemos bajar un poco la seguridad? No soy el presidente, vamos porfavor— puso esa carita que bien sabe tiene su efecto, labio inferior sobre el otro, frente arrugada y ojitos chiquitos, estiró su mano y agarro la de su esposo, la acaricio, escuchando como éste suspiraba— Creo que toda la seguridad me hace un objetivo más grande de lo que soy, peor de que si saliera solo— Hubo un pequeño gemido en su voz.

Su compañero [Starker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora