El frío de Noruega - FINAL ALTERNATIVO

157 14 31
                                    

Estimado señor de la sonrisa:

Ocasionalmente puedo pensar en otras cosas. Temo que mi pasado es un agujero negro. Te relato que toda mi vida estuve en contra del uso de lentes y mis ojos se han dañado tanto que debo de usarlos para siempre.

Algunas veces, cuando quiero pensar en otra cosa, apareces. Es increíble el éxito que has tenido. Dicen que los milagros existen y siempre deseo que se aplique en mí. No sé si se trata de una ilusión, después de todo, estoy escribiendo una carta para un rostro en mi mente, con el que no estoy seguro de haberme relacionado alguna vez en mi vida.

Vivo en Noruega, en compañía de mi compañero. Trabajo en una pequeña compañía que importa productos a Amsterdam, suena como si fuese ilegal, lo sé.

Despierto todas las mañanas con la cabeza en blanco. Al inicio le pregunté al doctor si esto era normal, me dijo que no pensara en cosas que me dañaran, no hasta recuperarme totalmente. Desperté hace siete meses, aproximadamente. Todos dicen que fue un milagro. Una red de salvavidas pasó mi cuerpo de hospital en hospital, hasta dar con el actual, donde resido a pocos kilómetros. No soy el único, somos tres.

Dicen que los milagros existen, cuando la vida no quiere entregarle el final a dos almas.

No sé quién soy, pero quiero descubrirlo, ¿Cuál es tu nombre? ¿Eres real?

Mi pequeño pueblo en Noruega es como un sitio sin salida. Aquí no hay señal suficiente, ni personas suficientes. He estado preparándome junto con mi compañero para marcharnos y buscar cuál era nuestra posición, ¿Por qué nadie nunca vino a verme? ¿Soy yo alguien solitario?

Lo único de lo que estoy seguro es de tu sonrisa. Independientemente de la situación en la que pudimos habernos mezclado en el pasado, sé que te quise, pero tú no tanto como para no buscarme. ¿Estoy muerto en tu vida?

Cuando camino por el pequeño y pobre museo de arte, puedo sentir nostalgia en el cuadro de un hombre, es como si el recuerdo que plasma, fuese suficiente. Puedo estar seguro de que el arte del recuerdo es lo más grande que existe.

Soy un hombre de edad aproximada a los cuarenta, al menos eso pienso, pero me siento como un niño cuando escribo esto.

Que asco.

Con mis sinceros pensamientos:

Levar.

El arte de tu recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora