A veces solo se necesitas creer

Capítulo 1: La despedida

Estar todos juntos en la azotea y decir adiós era demasiado cruel. Usagi no pudo soportarlo. Tuvo que correr y abrazar a los Three Lights, y para sorpresa de todos, abrazó a la Princesa Kakyuu. Finalmente llegó el turno de Seiya. Cuando lo abrazó, deslizó un sobre en su bolsillo. Poco sabía ella que él había hecho lo mismo. Usagi corrió hacia Mamoru, quien la rodeó con el brazo de manera bastante posesiva. Incluso después de haberse transformado para el viaje, Mamoru no pudo dejar de mirar a Seiya. Estaba realmente agradecido de que alguien hubiera estado allí para Usagi cuando él no podía, pero, ¿por qué el chico tenía que enamorarse de ella? No es que hubiera dicho nada para indicarlo frente a Mamoru. Su lenguaje corporal había sido su traidor. Su brazo firmemente alrededor del de Usagi era su forma de recordarle a Seiya a quién pertenecía su corazón.

— Mamoru – dijo Seiya de una manera seria y algo amenazadora – Protégela, por favor.

Usagi, Minako y Amy lloraron primero, luego Makoto y Rei siguieron su ejemplo. Las despedidas nunca fueron fáciles para ellos.

Las Starlights y su princesa se lanzaron al aire y, así, se fueron. Usagi pasó la mayor parte de la noche con Mamoru y estuvo a punto de perder el toque de queda. Cuando finalmente llegó a casa sintió que la soledad la invadía de nuevo.

"¿Por qué me siento de esta manera? Tengo a mi Mamo-chan de vuelta. La pelea de mi vida (hasta ahora) ha terminado. Finalmente puedo ser libre de hacer lo que quiera, no como Sailor Moon o la Princesa Serenity, sino como Usagi Tsukino. Finalmente puedo convertirme en lo que quiero. Pero que quiero Esto, por supuesto, siempre y cuando no llegue nada peor que rompa nuestra paz." Usagi se estremeció con solo pensarlo. "Luchar contra Galaxia fue demasiado difícil. Vi morir a mis amigos. Lo único que me mantuvo en movimiento fue Seiya. Realmente no pensé que nadie pudiera salvarse. Solo quería proteger a Seiya."

Usagi se quitó los zapatos y se quitó el abrigo. Mientras lo colgaba en el perchero, cayó un sobre de uno de los bolsillos. ¿Me lo metí en el bolsillo por error? Al levantarlo del suelo donde había caído, vio que estaba dirigido a "Odango". Tenía las mismas instrucciones que había escrito en la carta de Seiya. "Abre esto solo cuando sea el momento adecuado".

Usagi quería discutirlo con Luna pero sabía que esto sería una traición a la confianza de Seiya en ella. Eso era algo que nunca podría hacer. – ¿Respetará mis deseos también? – Reflexionó Usagi mientras comenzaba a inspeccionar su habitación en busca de señales de Luna. "Así es, Luna se quedará en casa de Minako esta noche". Solo para asegurarse de que revisara todos los rincones que pudiera encontrar. Incluso revisó la ropa apilada en su armario. De todos modos, ¿quién necesita una cesta?

Usagi deslizó el sobre debajo de su almohada y se preparó un agradable baño caliente. Después de su agradable baño en la bañera, Usagi se acurrucó en su pijama favorito y se soltó el cabello. Acurrucándose en su cama, nerviosamente sacó el sobre y lo abrió.

Mi querida Odango,

Incluso si mis canciones no siempre te llegaron como pretendía, incluso si me desprecias por decir esto, lo entenderé. No importa cuán lejos estemos, lo haré en serio cuando te diga en nuestra inevitable despedida que nunca te olvidaré. Nos salvaste a todos. Tu brillo es realmente el más brillante que jamás haya visto. Debo confesar que desde que te vi por primera vez en el aeropuerto cuando llegamos a Japón, supe que nuestros destinos estaban entrelazados. Ojalá pudiera haber sido suficiente para ti. Con mucho gusto me quedaría si pensara que podrías venir. Supongo que tu lealtad a Mamoru me hizo ver lo increíble que eres en realidad. A través de todo nunca aceptó mis avances.  Realmente te amo, Odango. Tenía que hacértelo saber. Lamento no haber dicho esto en persona, pero no pude haberme desnudado para ver tu rostro, o el rechazo. Siempre estarás conmigo, siempre y cuando seamos amigos de corazón. Esa fue nuestra promesa. Pido disculpas si te he herido entregándoselo. Solo sabía que tenía que hacerlo. Sé que lo entenderás.

Amor, ahora y siempre

Seiya Kou

El corazón de Usagi se sintió como si se hubiera detenido. "¿Por qué lo dejé ir?", Pensó. En su distante sistema solar, podría estar leyendo mi carta. ¿Le dolerá tanto como su carta me ha hecho daño a mí? Usagi se acurrucó debajo de sus mantas sosteniendo la carta cerca de su corazón y lloró hasta quedarse dormida esa noche.