TENTACIONES

Corta Conversación

AS
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¿Podemos hablar? // 21:10
Erin, responde. // 22:00

¿Qué pasa? /23:03
Lo siento, estaba viendo películas. /23:03

Ya veo, ¿está todo bien?// 23:04

¿Lo está? /23:05
Lamento haberte hablado así. /23:10

Aún soy tu mejor amiga, ¿cierto?// 23:30

No espero que eso cambie, lo lamento. / 23:44

No lo hará, pero realmente necesitas hablar con alguien, entiendo que no quieras contármelo todo, pero deberías hacerlo con alguien. // 00:00
Por cierto, ¿de verdad? ¿Matt? //00:01

Lo sé Astrid, de hecho hay muchas cosas de las que me gustaría hablar y no me juzgues, pero realmente luce diferente y yo estaba... ebria. /00:12

Ya... pues, nos podemos de acuerdo en clases para hacer algo, no?// 00:14
Y no quiero sonar aguafiestas, pero de cualquier forma no me da confianza, Mike lo ha mirado mal todo el día, ¿dónde fuiste?//00:15

Kyle me llevó a hacer su compra y platicamos, creo que estaría bien ponernos de acuerdo, te extraño. /00:20

Dale pues, mañana (bueno, en unas horas) te veo, por favor ya no faltes a clases. //00:25
Descansa, te quiero. //00:30

También yo, descansa. /00:31

Conecté el celular antes de dejarlo sobre una mesita cerca de la cama y tomé un par de tragos de agua, me coloqué el pijama y saqué de la bolsa el pequeño frasco de calmantes. Solo en caso de necesitarlos, pensé, saqué una tableta del tamaño de menos de media uña y la dejé junto al teléfono y el vaso de agua, metí el frasco debajo de la cama y apagué la luces, me dejé tumbada un rato mirando el techo donde alguna vez las pequeñas estrellas de Kyle estaban aún brillantes, parecía increíble lo rápido que pasaba el tiempo, podría jurar que eso fue un día antes de hoy y no años atrás. Saboreé en mi mente el recuerdo de la canela y el café, los besos desesperados en el baño, ¿soy yo quién está complicando las cosas?, suspiré interrumpiendo un poco el ambiente sombrío de la habitación, tu triángulo amoroso, fueron las palabras que utilizó Kyle por la tarde acompañadas de seguiré intentando, un par de horas antes.

Me acomodé debajo de las cobijas cuando la temperatura comenzó a descender, miré el teléfono encenderse un par de veces a lo lejos mientras sentía la pesadez arrastrarme agradablemente al sueño.

•••

– ¿sería diferente si siguieras aquí? – miré nuevamente a la cara sonriente de mi padre, Justo en el umbral de la puerta, miré la puerta nuevamente, ¿era la puerta de la casa?

– claro que no, sabes qué tú madre tiene razón, no seas terca Leonie. – dejó su pesada maleta en el suelo y se puso en cuclillas para abrazarme, para abrazar a una versión muy pequeña de mi. ¿De mi?, unos cabellos marrones muy encendidos y delgados me pasaron corriendo para abrazar a mi padre, casi pude sentir su barba de días rasparme las mejillas y su aroma, ¿pino? – hazme un favor y promete que siempre harás lo que diga tu madre.

La pequeña asintió aún con la cara hundida entre el cuello y hombro. –¿aunque no estés?

– especialmente cuando no esté. – papá sonrió y se incorporó con la niña en brazos. – a veces deberás cuidarla tu, ya sabes cómo se pone cuando se estresa... pero tu shhh

–¿para mi habrá abrazos? – giré para encontrarme con mi madre y su uniforme claro, joven, feliz, radiante. Aun con la pequeña en brazos se acercaron a darse un beso, un beso profundo que dejaba claro los días que habían pasado extrañándose. – ¿te irás?

Papá asintió nervioso. –¿debes irte?

Frío, desperté con frío, podía sentir las cobijas revueltas en mis piernas, me incorporé con el corazón palpitando de prisa, y una muy ligera capa de humedad dejaba claro que había estado sudando un buen rato, miré la hora por el celular, 02:44, a demás de mensajes que podrían esperar, miré cansada a un punto perdido en la oscuridad, tratando de recordar si aquello era una memoria o causa de un completo sueño, me recosté únicamente para saber qué el sueño ya no volvería, tomé la tableta completa y dejé por primera vez que el sueño me llevase, pero esta vez, de un solo golpe.