IX

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Era de madrugada y se encontraba sobre el pecho de James sintiendo su calor corporal, contrarrestando la propia negativa de su cuerpo a sentirse cálido entre las sabanas. No hace mucho el había vuelto de hablar con la matriarca Potter y el moreno de ser reprendido por su padre, ambos negados a conversar por el momento solo dejaban que la noche los acunara para hacer que se sintieran de nuevo normales, no con tantas emociones explorándolos.

Pero con el cansancio pasando factura sobre sobre si decidió que lo mejor era solucionar el asunto antes de irse a dormir y evitar despertar incómodos uno junto al otro, así que en un momento de atrevimiento tomo asiento recargando su figura sobre el respaldo de la cama y moviendo a James hasta que su cabeza estuviera acomodada en su regazo.

Mirándose a los ojos acaricio el cabello rebelde del morocho e inquirió— ¿Tu padre fue muy duro contigo? — tardando en responder James coló sus manos bajo el pijama que portaba, tocando la piel de su vientre y la curvatura que se estaba formando, pudo sentir el contraste de temperatura entre ambos de forma más notoria; donde Potter era caliente por naturaleza y el tan frío que le era contraproducente al final, pero sonriendo con indulgencia tanto a la evasiva del chico como al escalofrió que le había causado espero pacientemente para escucharlo.

Y al sentir su cuerpo cada vez más somnoliento junto a las caricias de James más acompasadas le respondió—Lo suficiente, no es que lo pueda culpar. Fue un padre perfecto para mí, siempre sobrepasando la autoridad de mi madre para complacerme en mis travesuras, así que nunca imagino que las terminaría usando para herir a alguien, lo decepciono demasiado y tal vez  eso sea lo más doloroso de todo aun cuando sé que lo merezco, sino lo hiciera no podría si quiera pensar en ser el hombre correcto en tu vida.

Mimando un poco al Gryffindor en recompensa por sus palabras paso sus dedos tratando de algún modo acomodar el rebelde cabello y agachándose un poco dejo un beso sobre su frente, apenas un roce cariñoso para decir —Serás un gran padre James

—Eso espero Verus, estoy seguro que los chicos también lo serán. Somos un equipo —alardeo con una pequeña broma de por medio tratando de aligerar el ambiente y dejándolo ser volvió a acomodarse hasta quedar apresado en los brazos del más alto con el sueño consumiéndolo.

Estaba sentado en la cama con el moreno mirándolo fijamente y el sonido de un tocadiscos de fondo a cortesía de la Señora Potter, la melodía lo arrullaba mientras acariciaba en apreciación el poco peso que había subido desde la llegada al hogar de...

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Estaba sentado en la cama con el moreno mirándolo fijamente y el sonido de un tocadiscos de fondo a cortesía de la Señora Potter, la melodía lo arrullaba mientras acariciaba en apreciación el poco peso que había subido desde la llegada al hogar del león por el constante cuidado de la mujer.

Podía notar el brillo en los ojos de James, la bonita sonrisa que se asomaba de sus labios en la calma de la habitación y que parecía estar soñando despierto, los últimos días lo hacía demasiado cuando ambos abandonaban el libro sobre paternidad que el león había comprado durante su estadía escolar, tratando de aprender lo máximo posible antes de la llegada del bebé o la presión estudiantil que tendrían al regresar.

Ahora su acercamiento era más notorio, poco antes aún se tensaba con el ligero toque de James para ahora derretirse con él por el ligero cosquilleo en su piel, la sensación de compartir magia conforme su hijo crecía era algo inexplicable, tan confidencial que apenas ambos lo percibían se regalaban una sonrisa demasiado tímida para sus corazones.

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