Todo él era maravilloso. Desde su forma de pensar, hasta su forma de caminar. Me gusta la forma en que me mira cuando estoy en su recámara, me gusta cuando toma mis manos y las calienta con su aliento, me gusta que me azote el culo cuando follamos, me gusta el modo en que me muerde la barbilla, todo en él me gusta.
–¿Por qué te gusto tanto, papi?
–Porque tu belleza y tu gracia no la tiene cualquier mujer, gatita. –susurra mientras me acaricia los dedos
Yo sonrío y me doy la vuelta, pongo mis pechos sobre el suyo y él me sonríe con complicidad, llevo mis labios hasta su cuello y doy un lametazo, antes de poder dar otro, Harry me pone bajo él y abre mis piernas para acariciar mi sexo.
–¡Ah, papi!
–Sí, gatita, te gusta cuando papi toca tu sexo... ¿No es así?
***
Hola, chicas, ahora no creo que hayan muchas lectoras. Pero espero que me ayuden con al menos cinco votos para subir el primer capítulo.
¡Espero y les haya gustado y disculpen si hay algún error ortográfico!
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Gracias,
Besos, Gab.
