El concierto estuvo genial. Emma y yo no paramos de bailar en todo el rato y la verdad es que lo necesitaba para desconectar. Ni siquiera recordaba la última vez que me había divertido de aquel modo.
—Creo que estoy borracha—rió mi amiga en el interludio de una canción en la fiesta después del concierto.
—Sí, has bebido mucho—admití.
Yo también me había tomado unas cuantas copas y estaba algo mareado, pero no estaba tan borracho como para no poder mantenerme en pie. Pero el alcohol había echo que me olvidara de todo y que sonriera, me sentía feliz y libre. Sin duda necesitaba aquella diversión.
—Voy a salir fuera a tomar el aire y a fumar un cigarrillo—me dijo mi amiga—. ¿Vienes?
Nos habíamos acercado a la barra, donde nos habíamos encontrado con mi hermano y supe que no había sido casualidad. Emma compartía sus gustos por aquellos grupos y supe de inmediato que ella le había avisado de que aquello se iba a celebrar con la esperanza de que él apareciera. Y lo había echo, de nuevo sin Lauren, pero si con sus mejores amigo.
—Curly—saludé mientras mi hermano se inclinaba para saludarme con un beso.
Curly era el hermano de Emma, y se parecían como dos gotas de agua. Al igual que Emma y yo, David y el hermano de Emma era muy amigos. También estaba Brad, el otro mejor amigo de David. Le saludé también y luego dejé mi copa sobre la barra y me acerqué al oído de Emma para que pudiera oírme.
—Voy al baño—le dije—. Sal tú, te veo fuera en unos minutos.
Emma caminó hacia fuera de la gran carpa que habían puesto en el parque para celebrar el evento, y yo caminé hacia los aseos. Los chicos se quedaron en la barra, hablando y bebiendo.
El aseo estaba abarrotado y me costó varios minutos poder mirarme al espejo. El alcohol había echo que mis ojos verdes brillaran un poco más de lo normal y que mis mejillas se encendiera con un color rojizo que no me sentaba nada mal. También tenía algo de sofoco, así que me refresqué en el lavabo y luego salí en busca de Emma.
El sendero del parque no estaba del todo vacío, pero sin duda la mayoría de la gente estaba dentro. Emma estaba al fondo, junto a un árbol y no estaba sola. Estaba acompañada de dos chicos, a los que reconocí de inmediato, y parecía terriblemente agitada.
— ¡Emma!—grité y corrí hacia ella a toda prisa.
James no pudo evitar mirarme fijamente, parecía más sosegado, e intentaba ver en mi cara el humor en el que estaba. Vestía diferente, más como Tyler solía hacerlo, menos formal. El otro tipo no era Tyler, para mi sorpresa era Peer, y no sabía lo que estaba haciendo allí.
— ¿Emma, estás bien?—ignoré a los chicos y me centré en mi amiga y en sus lágrimas—. ¿Qué ha pasado?
—Un tipo ha intentado propasarse con ella—contestó James mientras mi amiga se abrazaba a mi cuello desconsolada, dejando todo su peso caer contra mí—. Esta muy borracha, no has debido dejarla sola.
— ¿Te ha hecho algo, nena?—le pregunté mientras le acariciaba el pelo y le lanzaba una mirada de reproche a James.
—No, por suerte hemos llegado a tiempo—contestó de nuevo James señalando a su amigo que no le quitaba el ojo de encima a Emma.
—Claro—me mordí un labio—. ¿Me has seguido de nuevo?
—No—James bufó y negó con la cabeza, como si estuviera arto del tema—. Alexander, por favor...—yo puse los ojos en blanco—. Emma nos invitó.
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Luna de medianoche
Teen FictionAunque lleva meses sin verlos y se ha resignado a vivir sin ellos, Alex no puede olvidar todo lo que vivió el verano pasado en aquel paraíso costero de los Hampton. Un acontecimiento familiar los reunirá de nuevo, haciendo que todos los miedos y des...