- ̗̀ 𝑆𝑒𝑥&𝐷𝑜𝑝𝑒! ;｢taegikook｣

〘✾ ;08 ✾〙

-¿Vienes a pedir consuelo de nuevo?- preguntó Hoseok al abrir la puerta de su casa.

Taehyung simplemente entró sin preguntar nada y se tiró al sofá de la sala de estar a penas llegar.

-No sé que habrá pasado ahora, pero me cuentas después, debo salir.

Hoseok mentía, claramente. Estaba infinitamente preocupado por su amigo, pero lo único que funcionaba con Taehyung era alejarse y dejarle pensar. Así que se inventó una escusa y dejó a su amigo solo en su casa, el único lugar en el que YoonGi no lo molestaría, tenía total confianza en él así que no parecía relevante.

Kim, en su mente formaba miles de pensamientos interminables, dónde después de deshacerse de uno, el otro llegaba con más dudas sin respuesta, más cosas que ansiaba olvidar. Recordó entonces cuando era más joven e idólatraba su hermano mayor. Namjoon era el mejor estudiante, el mejor deportista y aunque quizá no era el mejor bailarín o el mejor cantante, era el mejor de los hermanos.

Si Taehyung necesitaba algo, Nam estaba ahí para ayudarle, quizá esa era la principal razón por la cual nunca aprendió a hacer nada por su cuenta y dependía en gran parte de alguien más para llevar a cabo cualquier cosa. Kim no había tenido ninguna dificultad mayor en la vida, por eso, no estaba preparado para cuando YoonGi arrasó con todo lo que él conocía. En su propio sistema, en su propia galaxia, en su mundo. De ahí no salía. Estaba en una burbuja de ingenuidad, ignorando que el mundo era un lugar muy diferente al que él conocía.

Su cosmovisión estaba años luz de ser real, la vida no es lo que uno cree, hasta que ve las cosas de frente. Cuando podemos ver las estrellas brillando en el cielo, a distancias interminables, el tiempo que pasó para que esos destellos de luz llegaran a nuestros ojos es distinto. Así que podemos estar observando mil estrellas extintas hace décadas, sin saber que la luz que vemos en realidad solo es el vestigio de lo que alguna vez fue.

A él, le tocó observar como su hermano, parecía aún irradiar luz, cuando ya hacía meses que no estaba bien. Hacía meses que todo el mundo le acosaba porque sabían que se había metido a la cama con Min YoonGi y aún así, Namjoon le había sonreído una y otra vez para no demostrar que su vida como una estrella, había terminado, agotó lo que tenía y murió.

Varado, en la nada, Taehyung estuvo a punto de perderse, de no ser por YoonGi. Él lo había tirado pero también él, lo había levantado. Además ¿A qué otro lugar podría ir?

¿Con su horrible madre? La misma mujer que no hacía más que golpearlo y llenarle inútil cada oportunidad.

¿O a caso debía ir a la tumba de su padre a pedirle ayuda desde el más allá? Al menos estaba seguro que era más agradable que ir a visitar a su mamá.

Miró su celular, dándose cuenta de que era tarde y había pasado mucho tiempo pensando en lo que sentía, vagando en sus recuerdo e imaginando cosas sin sentido.

Se levantó y cerro con llave la casa de Hoseok antes de irse. Cuando cruzó la esquina, pudo sentir el flash de alguna camara tomarle una foto, seguro algún espía de YoonGi asegurandose de que no estuviera llendose a otro lado y que su destino fuera estar en su hogar.

Tenía cada parte de su vida medida y calculada. No podía hacer mucho sin que YoonGi se molestara, además de que era algo que ya había aceptado. Había aceptado perder su libertad, a cambio de no perder lo único que lo mantenía cuerdo. 

Al llegar de nuevo al departamento, Yoon estaba dormido en la cama, con la respiración calmada y su cuerpo en una extraña posición. Kim se acercó y colocando un mechón por detrás de la oreja de su amado, se dedicó a llorar a los pies de este.