Simón comprende que Juan Pablo no es culpable de las penas y tormentas que han pasado él y su familia durante doce largos años, pero aún así sus vidas se unen de una forma que ni la propia razón podría llegar a comprender y todo por un siniestro pro...
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─ ¿Crees que le guste? ─ Dijo enseñándole el enorme ramo de flores.
─ Claro que sí, mi hermano ama estas flores. Te aseguro que ganarás puntos con él al regalárselo. ─ Alejandro la miró confundido, se había reservado sus preguntas cuando Laura se ofreció a ayudarle con un lindo regalo para Villamil, pero esta vez la curiosidad le jugó en contra.
─ ¿Por qué me ayudas? Digo, te agradezco mucho que me dijeras cuáles son sus flores favoritas, pero no deja de parecerme extraño.
─ Porque sé que estás enamorado de él. ─ Alejandro abrió los ojos. ─ No eres para nada disimulado, y lo entiendo es difícil ocultar esas cosas. ¿Estoy equivocada?
─ No, realmente Juan Pablo me gusta mucho, es una increíble persona además de ser muy guapo. ─ Laura rodó los ojos.
─ Estoy segura que sabes lo idiota que es Simón, es un total y completo imbécil, no lo quiero a lado de mi hermano. Y yo estoy segura que eres el hombre indicado para él.
"Los dos son igual de idiotas."
Alejandro se sorprendió, dibujó una sonrisa casi de inmediato, le agradaba saber que alguien de la familia de Juan Pablo lo considerara bueno para él. Laura lo miraba con lástima, Alejandro era un chico apuesto, demasiado para su hermano.
A Juan Pablo siempre lo consideró poca cosa por su corazón noble y manipulable, sin embargo esa era la peculiaridad que hacía a todos centrar su atención en él, no entendía por qué, a su vista era débil y estúpido por lo que le sorprendió que consiguiera una novia. No podía ocultar que sentía un poco de envidia hacia él, sobre todo por Simón.
Él era la razón principal de su interés por ayudar a Aleho en sus planes de conquista. Simón era todo lo que siempre soñó en un hombre y lo supo en el mismo instante en que lo conoció, el día de la boda de su hermano. Su cuñado llamó su atención enormemente por lo que decidió investigarlo tan pronto como fuera posible, y los resultados que arrojó su búsqueda la dejaron más que satisfecha.
Descubrió a Nathalia y su relación clandestina con la chica. La excusa perfecta para chantajearlo.
Planeaba conformarse con sólo sexo, pero al descubrir las intenciones del arquitecto con el idiota de su hermano se mantuvo aferrada a la idea de que quería a Simón solo para ella y por supuesto que iba a luchar porque así fuera. Pero primero debía sacar a su hermano y a Nathalia del camino.
─ Te agradezco tus palabras. ─ Dijo sinceramente. ─ Pero no creo tener una oportunidad con tu hermano, se nota que está enamorado de su esposo y...
─ Y... Siempre se puede hacer cambiar de opinión a una persona. Confía en mí, las flores son el primer avance, si haces todo lo que yo te diga Juan Pablo terminará dándose cuenta de lo idiota que es Simón y terminará dejándolo.
