𝓗𝓲𝓶 & 𝓘 [ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ]

💙 16 💙

En ese preciso momento las luces y alarmas de emergencia comenzaron a activarse en una de las mejores prisiones de Seúl siendo de alta seguridad. Todos aquellos guardias buscaban a una sola persona que consiguió escapar tras años de planear la estrategia perfecta. Aquello era en vano, ni la orden de bloquear todas las puertas podían parar su magnífico plan.

Lo buscaría aunque fuera necesario mirar bajo las rocas para encontrarlo, movería cielo y tierra para dar con su ubicación y volvería hacer de su vida un infierno.

(...💙...)

Las risas de su mejor amigo se escuchaban a través de aquel teléfono. No pudo evitar reír al saber que era feliz junto a la persona que amaba. Taehyung le envío un vídeo donde podía ver a la pareja en Venecia, lugar en el que hace unos días Taehyung le comentó sobre una sorpresa de Jungkook y el cuál solo le dijo que era un viaje. Aquel regalo de aniversario que el menor le regaló a Taehyung.

Vio como mientras el mayor hablaba, el más pequeño se acercaba a él hundiendo su cara en el cuello de Taehyung para dejar un leve beso. Vio como Taehyung se quejó porque le hacía cosquillas y lo último que vio antes de que el video acabara fue la cámara tambalearse porque Jungkook la tapó con su mano.

Suspiró.

Aun quedan esos buenos momentos en los que Jimin era feliz, pero aquello solo era un recuerdo. Un triste y amargo recuerdo...

Unos cuantos momentos llegaron a la mente haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas, aquel momento en el que los gritos eran de felicidad y no de tristeza, aquellas sonrisas que eran verdaderas y no forzadas, aquellas caricias que llegaron a transformar en golpes... Aquel tiempo en los que sus gemidos eran por el llanto y en los que su cuerpo se llenaron de morados producidos por una noche en la que su atmósfera no era de lujuria.

Él estaba marcado para el resto de su vida y esto le provocó un pequeño cambio de personalidad.

Jimin nació siendo una persona que hasta en sus malos momentos veía todo de color rosa, una persona positiva y llena de amor. Ese niño de regordetas mejillas siempre estaba dispuesto a ser sociable, en ayudar a las personas cuando tenían un problema... En otras palabras, Jimin creció rodeado de felicidad, de amor y sobre todo creció siendo una persona fuerte.

No mentiría si en aquellos días se denominaba una persona segura de si misma, creía ser una buena persona y eso es lo que le hizo creer Min Yoongi aquellos días de noviazgo.

Porque ya estuvo destrozado una de las veces pasadas, cuando sus padres murieron en aquel accidente automovilístico y dejándole completamente solo bajo el cuidado de su abuela, quien murió a los pocos meses de que aquel accidente decidiera acabar con la vida de sus padres. Jimin se quedo completamente solo y fue Yoongi quien llegó para recordarle que a partir de ahora lo tenía a él.

Los cumplidos de aquel jugador de rugby hacían que su autoestima subiera, los apodos cariñosos hacían que su corazón fuera más blando de lo que ya era y adoraba las incontrolables veces que el mayor le declaraba su amor por cada pequeña cosa que hiciera.

"Hasta tu simple existencia es hermosa, Park Jimin"

Aquellas palabras que Yoongi le dijo una vez aparecieron como un nubloso recuerdo en su memoria.

Pero con el paso del tiempo todas esas palabras desaparecieron, las confesiones de Yoongi comenzaron a ser dañinas hasta el punto de que la autoestima de Jimin desapareciera. Las declaraciones hicieron creer al menor que era una completa basura, ya no era tan bonito mirarse en un espejo, la mano del mayor se volvió áspera y fría cuando chocaba contra su frágil piel, esa felicidad fue desapareciendo cuando Yoongi dejó de comportarse como antes y aunque el amor seguía quedandose ahí cuando el primer golpe impactó contra su cuerpo, la fortaleza de Jimin se perdió para empezar a denominarlo "débil".

La persona cálida, amorosa y fuerte que conocían se convirtió en todo lo contrario.

Y ahora su destino era Jung Hoseok porque era por eso que la misma vida lo cruzó con su camino. El iba a casarse y así sería, tal vez no sería feliz pero odiaba hacer sufrir a Hoseok. Si, el mayor lo había perdonado porque lo amaba y no quería alejarse de él, asi que la boda se retomó.

La puerta de entrada se cerró haciendo que el azabache secara sus lágrimas rápidamente, pues no quería que Hoseok se diera cuenta. Jimin encendió su teléfono para hacer creer que estaba mirando cualquier cosa en él.

La puerta del salón se abrió.

-Creí que hoy te quedarías más en el trabajo.- comentó el menor sin despegar su mirada del teléfono.

El castaño dejó las bolsas encima de la mesita de café que tenían en el salón y dirigió sus pasos al sofá donde se encontraba el menor.

-Hoy salí temprano.- cuando se sentó una de sus manos se dirigió al cabello carbonizado de Jimin, dejando leves caricias en él.-¿Qué hacías? ¿intentaste hablar con Taehyung?

-Lo hice esta mañana, me dijo que Kook y él lo echaron a suertes y será Jungkook quien me acompañe al altar.

El silencio reinó en la sala aún cuando Hoseok no dejaba de apartar la mirada del menor. Lo tomó de la barbilla para hacer contacto con la mirada del menor, podía observar como los orbes del menor estaban un poco acuosos pero eso no le impidió el acercarse al menor y dar un pequeño besito en los labios de Jimin. Como si de un roce se tratase.

Jimin entre cerró sus ojos pudiendo observar los labios del mayor. El pulgar de Hoseok delineó el delfo inferior del azabache e incluso tiró un poco del labio hacia abajo hasta volver a juntarlos con los suyos de nuevo, pero no diferente al anterior beso.

Cuando se separaron, Jimin lamió sus labios e hizo el intento de sonreír pero no pudo.

-¿Estás seguro de esto?

-¿De qué?- la voz del menor salió débil junto a un susurro.

-De nuestra boda...

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Hola bebus!💜

Esto está apunto de acabar, solo falta el golpe final. Habrá un maratón dentro de poco... ¿están listxs?👀

Os amo!💜

-Att: Lulu🐬