𝓗𝓲𝓶 & 𝓘 [ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ]

💙 18 [pt. 1] 💙

Horas faltaban para que los votos fueran pronunciados por sus delicados labios, horas faltaban para que su afirmación fuera eterna y horas faltaban para unirse con Hoseok en matrimonio hasta que la muerte los separase. Todo estaba listo, los pocos invitados esperaban en aquella montaña donde se celebraría la ceremonia, su novio seguramente estaba nervioso y él lo único que quería era llorar por todo el mal que estaba causando.

Salió de la casa con su esmoquin puesto, junto a la pareja que tenía como amigos y se adentró en los asientos traseros del coche. En todo el trayecto permaneció callado, observando las manos unidas de sus amigos e incluso imaginándose lo que pasará si accedía a ser el esposo de Hoseok.

Tenía que hacerlo por Hoseok. Ya obtuvo su momento de felicidad y ahora tenía que hacer feliz a los demás. Él ya no importaba porque su destino así lo quiso.

Dos horas tardaron en llegar a aquella montaña y solo faltaba media hora para que la típica melodía inundara sus tímpanos.

Salió del coche y juraba marearse al ver todas aquellas decoraciones. Jungkook ofreció su brazo para que el mayor se apoyase mientras que Taehyung le preguntaba si verdaderamente estaba bien, y como no, Jimin asintió.

-Oye...- lo llamó el más pequeño en un susurro -...Jimin-ah, recuerda nuestro plan ¿si?

El chico trago duro sin darle una respuesta. ¿Como podría olvidar la señal que le daría a Jungkook si necesitaba escapar de allí?

(...💙...)

UNA HORA ANTES:

Estaba nervioso. Estaba tan nervioso que no podía pensar con claridad. Ya todo estaba hecho y solo necesitaba que su plan saliera como esperase. No quería hacerlo pero no podía seguir con esto, su corazón no podía vivir más tiempo en esta mentira en la que Jimin intentaba disfrazar con colores vivos.

Ahora solo era cuestión de que el mayor viniera a la boda y podía ejecutar su plan, pero ¿quién diría que Yoongi no tomó aquel avión hacia Europa? Su vuelo salía un día antes de la boda y desde aquel día que lo vio, no volvió a verlo. Ni si quiera vio a Seokjin para preguntar por Yoongi.

Llamaron a la puerta y fue abierta cuando aquella persona obtuvo el permiso. Conectaron miradas y en ese entonces, el chico caminó hacia Hoseok quien volvió su vista al espejo para acomodarse el traje.

-Estas sorprendentemente.- halagó el menor.

-Gracias, Namjoon.- sonrió débilmente.

-¿Estás seguro de esto?- Hoseok asintió.

-Esto lo hago por Jimin, no por Yoongi.- dio la vuelta para enfrentarlo.- Pero pienso hacer lo imposible por volverlos a separar si Yoongi decide levantarle de nuevo la mano.

Namjoon asintió dándole a entender que lo apoyaba y aunque echaba de menos cuando en la universidad estos tres eran inseparables... Hoseok tenía toda la razón del mundo.

-Sabes... me encontré con Seokjin y-

-Estoy nervioso... no sé si el plan va a salir como esperaba y ni si quiera tengo noticias de Yoongi. Su vuelo salía el mismo d-

-Yoongi se fue.

-¿Qué?- Namjoon intentó consolarlo pero Hoseok se apartó.- ¿Es una broma verdad?- sin respuesta.- Namjoon dime que es una maldita broma...

El mayor tenía la esperanza de que Namjoon comenzara a reír y a confesarle que todo era una broma de mal gusto, pero para su mala suerte Namjoon solo negó su pregunta y lo único que pudo hacer es echarse las manos a su cabellera.

Ahora Hoseok negaría sus votos y esta vez Jimin se quedaría solo.

Una hora más tarde, Hoseok esperaba ansioso en el altar a la llegada de Jimin. La melodía comenzó a llenar sus tímpanos y con ello pudo ver al azabache avanzando hacia él junto a Jungkook. Detrás de ellos venían los pequeños sobrinos de Hoseok tirando pétalos verdes artificiales.

Observó como la mirada de Jimin se clavaba en el suelo y su expresión no transmitía nada, ni si quiera felicidad. Aún así cuando cruzaron miradas, el menor intentó sonreír haciéndole creer a Hoseok que todo estaba bien.

Todo esto era una locura...

La ceremonia avanzó sin problema alguno, ambos escuchaban las palabras del sacerdote mientras sus manos eran tomadas por el otro. Jimin con su cabeza agachada mientras que Hoseok lo miraba con toda preocupación.

Fue hasta entonces cuando Jimin prestó atención a aquella pregunta cuando su nombre fue pronunciado.

-Park Jimin, ¿aceptas a Jung Hoseok como tu futuro esposo, en el amor, en la enfermedad y hasta que la muerte os separe?

El azabache miró hacia todas aquellas personas que se molestaron en ir a la ceremonia, quienes esperaban impacientes la respuesta del mayor y finalmente miró a Hoseok.

«No»

-Acepto.

-Jung Hoseok, ¿aceptas a Park Jimin como tu futuro esposo, en el amor, en la enfermedad y hasta que la muerte os separe?

Aquí venía el momento de la verdad, todo construido por tres años yéndose a pique solo para poder ver feliz a la persona que más adoraba en este mundo. Seguir cuidando de él desde la lejanía porque de cerca ya no podía más. Dejar soltar su mano para ambos siguieran sus propios caminos. Abandonar a Jimin para dejarlo completamente solo.

Pero no todo estaba perdido porque como si de un rayito de luz fuera, la persona que tanto buscaba estos últimos días apareció por unas esquinas de la ceremonia como si fuera un infiltrado.

(...💙...)

No pudo hacerlo, tan solo en poner un pie en aquel avión que lo alejaría de lo que más quería... corrió escaleras abajo para tomar sus pertenencias y volver en el primer taxi que encontró. Simplemente no podía abandonarlo después de todas aquellas palabras de Hoseok, aquellas palabras que no lo dejaron dormir y le hicieron reflexionar.

Agradecía a su hermano por traerlo al lugar y bajó del coche cuando aquel nombre que extrañaba fue pronunciado, como si fuera cosa del destino y aquel que todavía amaba.

Caminó adolorido cuando el "acepto" llegó a sus oídos por lo que se quedó en una de las esquinas de aquella ceremonia intentando camuflarse, pero le fue imposible ya que Hoseok se lo quedó mirando. Entonces supo que aquel chico supo de su existencia en el lugar.

-Yo...- oyó pronunciar al castaño.- Lo siento, pero no puedo...

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Hola bebus!💜

Comienza el maratón.
Maratón 1/2

Os amo!💜

-Att: Lulu🐬