I Retun to the boiling islands

Alone

Pasaron cinco años desde que Eda fue petrificada, sin más, estaba sola. Mis intentos de salvarla fracasaron en grande, la única salida a mi hogar fue destruida en un intento desesperado de mi parte, estaba sola. Intente desesperadamente seguir con lo poco de "vida" que había hecho en esos meses pero nada era igual. El regresar a la casa de Eda me era difícil, tantos recuerdos alegres. No existía noche alguna en la que no me culpara ,hasta que del mismo modo que deje el mundo humano deje las islas. Sabia que dejaba amigos... Sabia que dejaba a Amity.

Por cinco años estuve explorando todo lo que pude, pase de ser una simple nerd a una "indiana jones" de la brujería, con el tiempo mis habilidades mágicas fueron mejorando al punto de no necesitar poco más que de owlbert  para utilizar la magia, de todas formas, en mis viajes por "mi mundo de ensueño" jamás encontré una salida. Tenia la esperanza de encontrar una especie de portal o una puerta  para regresar a casa, pero nada. 

Pienso que después de tanto tiempo es hora de volver a las islas hirvientes, sigo pensando que posiblemente tenga a alguien ahí esperándome, esperando que regrese y recibirme con los brazos abiertos. Eso seria genial, llegar y ver a Willow, Gus y a Amity.

Después de varios días de viaje regrese y todo sigue prácticamente igual, gente parcialmente extraña por todo el lugar, demonios estafando a incautos y guardias del emperador atrapando a gente por no ser "normales" según sus términos. Camino por entre la muchedumbre y mis ojos se llenas de lagrimas al ver aquel viejo, desgastado y roto cartel de <se busca>: 

-Lo siento Eda- susurre mientras las lagrimas ocupaban mi vista.

El viejo cartel de Eda estaba frente a mi. Fue horrible antes y es peor ahora, la expresión cínica de Eda, king apareciendo como si de una mascota fuera. Mis piernas cesaron y cayeron sobre el piso, las lagrimas continuaban aumentando tanto en tono como de grosor.

-¿Estas bien Luz?- pregunto king escondido en la capa que me regalo Eda 

-Solo... Solo estaba recordando- respondí cortada - La extraño mucho king- 

-Yo igual- dice abrazándome de la forma más tierna y dulce que podía.

Todos estos años king fue y es ,mi ancla, el no me dejo jamás sola incluso cuando se lo pedía o lo amenazaba. Sin el, estoy segura que me hubiera desmoronado en más de una ocasión. Su compañía no solo fue clave para el querer practicar la magia de nuevo, sino que también fue clave para no perderme en mi mar emocional.

-¿Que te parece si vamos a...-

-¡Alto ahí!- 

Escuche como un guardia del emperador perseguía como loco a una chica de no mas allá de 12-13 años, la chica corría desesperada buscando con la vista el como escapar de tal sujeto. Estoy segura (si no me falla la memoria) que la busca por una idiotez, como el shipear de frutas y verduras o simplemente pisar el césped como hice en mi tiempo.

-¿Adonde vas?- me pregunto king mientras yo corría a ayudarla. 

El guardia tomo a la niña del brazo jalándola bruscamente hacia su carroza, rápidamente use mi viejo y confiable hechizo de hielo lo cual levanto el carro dejando atónito al captor de la joven, al mirar hacia mi dirección quedo congelado al instante por el hechizo. Usando a owlbert subí al carro y saque a todos los encerrados de este.

-Gracias- escuche más de una voz.

-¿Todos están bien?- pregunte a un sin bajar de owlbert. 

Todos asintieron a mi pregunta dejándome un agradable sensación de orgullo y heroísmo por lo que había hecho.

-¿Por que los tenían ahí?- pregunte señalando la carreta.

-Por no ver antes de cruzar la calle-