Capítulo: 9

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La luz del sol entraba por las ventanas cuando me desperté a la mañana siguiente. Alguien estaba golpeando la puerta y girando la manilla, tratando de entrar. Me encerré después de la escena con Jimin anoche. Solo en caso de que él tuviera la tentación de volvera intercambiar más insultos conmigo. Me llevó horas dormir con la música zumbando en el suelo y mis emociones salvajes.

Pero el agotamiento ganó al final.

— ¡Hey! ¿Hola?-Gritó una voz femenina desde el pasillo- ¿Estás ahi?

Me arrastré sobre la cama descomunal, colocándome camisa de Jimin Lo que sea que usó
para lavar en Seúl, no olía a vómito. El hombre tenía habilidades de lavandería. Suerte para mí,
porque aparte de mí vestido de fiesta sucio y un par de blusas, no tenía nada más para ponerme.

—¿Quién es? -pregunté, bostezando ruidosamente.

—Jennie. Soy la asistente personal de Jimin.

Abrí la puerta y asomé la cabeza. La morena elegante de la noche anterior me devolvió la mirada, nada contenta. Por tener que esperar o ver mi pelo con aspecto desordenado por la cama, no lo sé. Todos en esta casa parecen que acababan de escabullirse de una portada de Vogue? Sus ojos se convirtieron en rendijas cuando vio la camisa de Jimin.

— Sus representantes vinieron para reunirse contigo. Es probable que quieras poner tu culo en
marcha. -La mujer giró sobre sus talones y se alejó  por el pasillo, sus tacones chasqueaban con furia el suelo de baldosas de terracota.

— Gracias.

No me respondió, pero no esperaba que lo hiciera. Esta parte de Seúl era claramente una colonia de idiotas maleducados. Corrí para ducharme, me puse unos vaqueros y blusa limpia. Era lo mejor que podia hacer.

La casa se encontraba en silencio mientras corría por el pasillo. No habia señales de vida en el
segundo nivel. Me coloqué un poco de rímel, até mi pelo mojado en una cola de caballo, pero
eso fue todo. Era hacer esperar a la gente o ir sin maquillaje. La cortesia ganó. Si el café hubiese
estado en la oferta, dejaría esperando a los representantes de Jimin por lo menos por dos
tazas de café. Correr con cero cafeína parecía suicida, dadas las circunstancias estresantes. Bajé
corriendo por las escaleras.

— Sra. Park -llamó Un hombre, saliendo de una habitación a la izquierda. Llevaba vaqueros y una camisa blanca de polo. Alrededor de su cuello tenía una gruesa cadena de oro. Entonces, quién era? Otro de la comitiva de Jimin?

— Siento llegar tarde.

— Está bien. -Sonrió, pero no podía creerle a pesar de sus grandes dientes blancos. La naturaleza claramente no participó en sus dientes o el bronceado- Soy Lee Jaehwan.

—Jeongyeon. Hola.

Entró en la habitación. Tres hombres en trajes esperaban sentados en una mesa de comedor impresionantemente larga. Arriba, otra araña de cristal brillaba con la luz de la mañana. En las
paredes había hermosas y coloridas pinturas. Originales, obviamente.

— Caballeros, está es la Sra. Park-anunció Jaehwan- , Cha Haekyeon y Jung Taekwoon son los representantes legales de Jimin por qué no te sientas aquí, Jeongyeon?

Jaehwan habló despacio, como si yo fuera una niña imbécil. Sacó una silla de la mesa para mí justo enfrente del equipo de las águilas legales, luego  caminó alrededor del asiento para sentarse a su lado. Wow, seguro que me lo dijo. Las líneas se habian dibujado. Froté mis sudorosas manos en los lados de mis jeans y me senté con la espalda recta, haciendo
todo lo posible para no debilitarme bajo sus hostiles miradas. Sin duda podria hacer esto.
Después de todo, qué tan dificil puede ser conseguir un divorcio?

¿Que Pasó Ayer?→JeongMin✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora