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—¡Ay pol dios Almando!
—Basta chaval, que aún me duele todo
—Es que yo... —pensó por unos segundos lo que iba a decir, pero finalmente lo soltó. —Te extlañe muchísimo y quelia sabel si estabas bien pelo ve como llegaste ¿qué es lo que te pasó? A quien vamos a matal
—Yo también te extrañe Yun.. Y ¿los demás¿
—Olvide mencionales esto
—¿Y eso porque? —decía mientras lo miraba con curiosidad—
—Pues es que salí tan lapido que ya no les dije
—Vale, vale
—Alamando, quielo que lespondas mi plegunta ahola si ¿qué te pasó? Eles impoltante pala mi y quielo sabel que te paso...
—Mmm el tema es..,tuve una pelea con un sujeto en el taller ya en la noche, sólo fueron palabras —decía mientras observaba atentamente el rostro del pelirrojo, quería ver sus expresiones. —pero bueno ya sabrás que sucedió
—¡Que lo mato! —decía el pelirrojo para después pasar sus brazos por el cuello del ojiverde para darle una especie de abrazo—
—Tranquilo, no quiero más problemas
—Pelo si te dejo casi muelto, clei que me habías dejado
—¿Qué dijiste?
—Que clei que nos habías dejado
—Anda ya, a pesar de que son unos tontos los quie—decía mientras aclaraba su voz.—quiero mucho y nunca los dejaría
—Aww Almando, halas que llole de la emoción
—Joder, pero anda llama a los demás no quiero que se preocupen....
Sin más el pelirrojo se separó de quien estaba en la camilla para sacar el celular de su bolsillo y mando un mensaje en el grupo que tenían, sin mas aviso sobre lo ocurrido.
—Yun
—¿Necesitas algo?
—¿Que dirías sí te propusiera que nos fuéramos de la ciudad?
—Jodel, no lo se, pelo selia después de matal al confleis ¿cielto?
—Mmm, yo lo pondría como ahora, si te lo propusiera ¿que dirías?
—Si fuela así, pues aceptalia aunque si quielo venganza
—Pero sería mejor dejarlo así, ¿sabes?, se que es un hijo de puta, se que te dejo mal... Pero el tema es que lo matamos y alguien mas irá por nosotros
Yun miraba con atención a Armando, simplemente quería llorar al verlo tan mal, sin pensarlo se volvió a acercar a el para plantarle un dulce y cariñoso beso en la mejilla que tomó por sorpresa al otro.
—Pelo no soy malicon
—Jajaja —dejó de reír cuando el dolor llegó cosa que asusto al otro—
—¡No mame aquí esta!
Y la tranquilidad desaparecio.
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Tienen a una escritora bien dramática y llorona perdonen jsjaj
Sólo diré que esta historia me está costando xq la estoy llevando hacia un final que nunca llevo mis historias.
