-Jodel, les voy a dal con la lintelna -decía el pelirrojo dirigiéndose hacía los que estaban en la escalera-
-Y valio verga
Juanjo y Emilio partieron hacia sus habitaciones dejando sólo a Armando el cual sólo observaba como su compañero se acercaba a el con aquella lámpara en mano.
-Jodel Almando ¿vielon todo?
-Supongo que sí, ¿tienes un problema con eso?
-Plobablmente lo tenga
-Si me disculpas chaval, iré a des-carraspeo. -desayunar
-Pelo te quelia decil algo
—¿El qué?
—¿Si me ayudalas a sel feliz?
—¿Disculpa? —el pelinegro no acababa de entender a que se refería el otro—
—Ay pol dios, al palecel no lecueldas ¿veldad?
—No recuerdo nada, sólo tengo un horrible dolor de cabeza
—Bueno es que ayel estabas bien bolacho, pelo el punto es que me dijiste que te gustaban mis ojos y mi cabello, pelo que lo que no te gustaba de mi es que me la pasala tliste, dijiste que me ayudalias, sabes sonaste tan malicon
—Oh joder —decía mientras pasaba su mano por sus cabellos. —No lo recuerdo chaval, lo lamento, pero sabes que te quiero ayudar en lo que sea
—Ay mi malicon, dame un ablazo pol favol —el pelirrojo le brindó un fuerte abrazo a su compañero, el cual correspondió a aquel abrazo—
Armando no sabía como sentirse ante aquello, estaba confundido y quizá un tanto feliz por tener a Kalahari entre sus brazos, el sentirlo tan cerca sentía que podría protegerlo.
—Yun, vamos a acabar con ese viejo
—Pol favol
Llegó la tarde, el sol estaba en su punto más alto era una tarde bastante tranquila o al menos para la mayoría, pero no lo era para la policía.
—Mucho cuidado con lo que vas a decir —decía Nadando mientras apuntaba a un oficial de policía que se encontraba de rodillas. — Ya sabes que decir, hazlo de una vez
Nadando y chino apuntaban a aquel policía, mientras que los demás miembros hacían perímetro, habían secuestrado a aquel policía cuando se encontraba patrullando sólo.
—Así que Holacio, lindo nomble picoleto
Pasaron un rato con aquel policía, este se comunicaba con Conway, claro que no lo dejarían seguir con vida, era una amenaza.
—A mi señal señoles
Yun sin más jalo del gatillo, haciendo que una bala perforara la cabeza de Horacio al final quedó como un colador por tantas balas que perforaron su cuerpo.
—Deberíamos lanzarlo como a ese alumno, pero así si frente a comisaria
—¡A huevo que sí compas!
El de la máscara de diablo tomó el cuerpo de quien alguna vez fue su amigo, subió con éste al helicóptero, después subió Ramen y finalmente Nadando el cual conduciría, los demás miembros ocuparían el otro helicoptero. Después de un rato llegaron a donde creyeron que caería frente a comisaría cosa que si se logró y no como la anterior vez.
—Bueno hoy se festeja señoles
Después de un largo rato llegaron a la sede, primeramente llegaron los que lanzaron al policía y a loa pocos minutos llegaron los demás. La cosa pasó bastante rápida, habían bebido ya demasiado al estar festejando y también se habían metido ciertas drogas, el que no estaba tan mal era Nadando.
—Andaaaa Almandito
El pelirrojo bailaba intentado que Nadando bailará con él, cosa que no logró por ende comenzó con otra cosa, sin más comenzó a perrearle al pelinegro cosa que puso bastante nervioso a éste, sus mejillas comenzaron a tomar un color rojo, pasó un rato y finalmente yun terminó con aquello y quedó frente a Armando,sólo sonreía.
—Pelo como te he puesto Almandito —decía Yun pasando sus brazos por el cuello de Armando—
—Joder chaval, ya basta con esto
—Pelo pol que si esto es diveltido —decía mientras mordía su labio, en aquel punto no sabía que hacía—
—Yun por favor, estas ya bastante mal
—Dame un besito, pol favol pelo sólo como amigos ¿de acueldo?
—Anda yo me voy —intento quitar los brazos del asiático cosa que no logro y al final terminó por besar a Yun—
El pelirrojo sólo disfrutaba de aquel beso, nunca creyó disfrutar tanto de un beso, sintió como si todo lo que había consumido se hubiera desvanecido, se sentía como en el paraíso, simplemente no quería separarse de él.
—Jodel Almando —tenía una pequeña sonrisa pintada en su rostro—
—Anda ya, vamos a descansar
—Pelo y los demás almando, que no podemos dejal que se queden aquí solos
—Ya se saben cuidar bien
—Pelo, ¿pol que me mandas a dolmil?
—Porque tú eres como un niño Yun
Armando paso su brazo abrazando al pelirrojo para llevarlo a descansar, sabía que ya estaba mal.
—Almando vamos a dolmil juntos otla vez ¿si?
—No, no
Armando estaba ya demasiado nervioso por todo lo que estaba sucediendo, no había tomado demasiado y poe ende estaba aún un tanto consciente, no supo como sentirse al tener a Yun tan cerca de el, comenzaba a querer protegerlo mucho más.
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Herido. Yunando
Fiksi Penggemar-¿Quién te hizo esto? -Que nadie, fui yo sólo pelo toy bien Claro que sabia que aquello era una falacia, porque Yun no estaba bien, estaba herido.