secretos

325 26 1
                                    

POV: Haruka

Últimamente, las cosas con Michiru no andan nada bien. Todo se ha vuelto una rutina monótona, como si estuviéramos atrapadas en un ciclo interminable de días grises. Ni siquiera el sexo ha logrado mantener a flote nuestra relación; cada encuentro se siente más como un deber que como un deseo. He notado cómo ella se aleja poco a poco de mí, como si un invisible hilo nos separara cada vez más.

Intenté hablar con ella, buscando una oportunidad para arreglar lo que parecía desmoronarse entre nosotras. Pero para mi sorpresa, Michiru se excusó diciendo que estaba cansada, que otro día sería. Esa evasión me causó más curiosidad que frustración. ¿Qué estaba pasando por su mente? ¿Qué secretos escondía?

Esa noche, decidí seguirla. Pensó que me había dormido y tomado el brebaje que había descubierto hace tiempo, uno que me hacía caer en un sueño profundo. "Muy astuta", pensé para mí misma, "pero yo soy más astuta". Mis pasos fueron silenciosos mientras me acercaba a la habitación de Setsuna.

Al asomarme, mi corazón se detuvo al verlas juntas. Setsuna la esperaba con un atuendo que no dejaba nada a la imaginación; la luz tenue de la habitación resaltaba cada curva de su cuerpo. Me quedé en silencio, observando cómo se debustaban una a la otra, el deseo palpable en el aire. La conexión entre ellas era innegable; podía sentirlo desde donde estaba.

POV: Setsuna

Hace unos meses, la soledad me envolvió como una niebla densa. Darien me había dejado, y caí en una depresión profunda. Solo una persona notó mi angustia...

Flashback

Estaba sola en el salón de mi apartamento, llorando desconsoladamente. Aproveché que no había nadie en casa y comencé a beber todo lo que encontré a mi alcance. El alcohol se convirtió en mi refugio, una forma de escapar de la realidad que me aplastaba. De repente, sentí que alguien llegó y me asusté; como pude, me dirigí a mi habitación.

Una cálida mano me sujetó del brazo y escuché su voz suave: "No deberías beber tanto; no estás acostumbrada a hacerlo. Si necesitas olvidar algo, aquí tienes un hombro donde llorar". Era Michiru.

La miré; estaba completamente ebria y no sabía lo que decía.

—Déjame en paz. ¿Acaso no ves que quiero morir?

Ella me quitó la botella antes de que pudiera beber otro trago.

—Déjame ayudarte; confía en mí. Eres una persona maravillosa; no tienes por qué llorar por nadie.

Reí sin control y le respondí:

—¿Una persona maravillosa? Quiero que se fijen en mí por cómo soy por fuera también, pero no logro llamar la atención de los chicos. Me siento horrible.

Entonces, tomó mi rostro entre sus manos y mirándome a los ojos dijo:

—Eres hermosa por dentro y por fuera; al menos eso opino yo.

Pensé que estaba delirando por el alcohol y la besé con desesperación. Fue un momento inesperado pero liberador; sentí cómo la tristeza se desvanecía por un instante.

Michiru se dejó llevar por el momento; me tiró a la cama y comenzó a desabrochar lentamente mi blusa. Sabía que lo necesitaba con ansias; nuestros cuerpos ardían de deseo, cada roce encendía una chispa entre nosotras.

POV: Haruka

Entré en la habitación llena de rabia y arruiné el momento. Comencé a aplaudir sarcásticamente.

—Pero mira nada más a quién tenemos aquí: a mi mujer y a una de mis mejores amigas. Ustedes deberían ganarse un Óscar por mejores actrices del año.

Michiru estaba en shock; bajó la mirada e intentó cubrir con las sábanas a Setsuna, quien estaba pálida de vergüenza. La atmósfera se volvió tensa; podía sentir cómo el aire se cortaba entre nosotros.

En medio del alboroto, Hotaru apareció por la puerta, tan sorprendida como yo. Sin rodeos interrumpió nuestra calurosa conversación.

—Es hora de que no tengamos más secretos entre nosotras —dijo Hotaru—. Partiremos por ustedes dos; hablen. Saben a lo que me refiero...

Haruka quedó helada ante las palabras de Hotaru y sin rodeos le preguntó:

—¿De qué hablas? ¿Qué verdad te refieres? ¿Acaso esconden algo más?

—Por supuesto —respondió Hotaru—. Ambas tienen mucho que contarnos; son unas traidoras de lo peor.

La ira incontenible se apoderó de mí mientras exigía una explicación.

Setsuna, abrumada por la culpa y la vergüenza, fue la primera en hablar.

—Yo traicioné a la princesa en más de una ocasión. En el futuro y en el presente he sido amante del rey.

Michiru sabía esto y solo bajó la mirada, sintiendo el peso de su propia traición.

Golpeé la puerta con rabia y decepción ante las palabras de Setsuna.

—Eres una vergüenza. ¿Cómo pudiste hacerle esto a la princesa? A tu princesa, a quien juraste lealtad. La reina Selene debe estar revolcándose en su tumba con tu traición. Si fuera por mí, te exiliaría de inmediato.

Mientras tanto, Michiru secaba las lágrimas de Setsuna que caían por su rostro ante mis duras palabras.

Hotaru miraba con desprecio a las dos Sailor Guardianas traidoras y rompió el silencio:

—¿Y tú, Michiru? ¿No piensas hablar? Por una vez en tu vida sé sincera y cuéntale a Haruka todo lo que le has estado haciendo a la princesa.

Michiru asintió con la cabeza y respondió:

—Yo también traicioné; sin saberlo éramos amantes del futuro príncipe. Aunque no creo que seamos las únicas Sailor Guardianas con secretos ocultos.

—¿Qué clase de persona eres? —preguntó Haruka con incredulidad—. Jamás pensé que detrás de tu cara bonita acechaba un horripilante monstruo.

Michiru rió sarcásticamente:

—¿Y tú qué? Ahora me vas a dar clases de moral supongo, ¿no? ¿Me crees tan estúpida como para no darme cuenta de que te comes con la mirada a la princesa?

Haruka respondió sin rodeos:

—No me compares contigo; lo que siento por ella es amor verdadero.

Hotaru abrió los ojos al escuchar esto:

—Entonces tú y yo somos rivales. También amo a la princesa y usaré esto a mi favor. Ganaré su corazón aunque sea lo último que haga.

Haruka miró desafiante a Hotaru:

—Eso está por verse; además no creo que ella tenga interés en ti.

Hotaru rió con desdén:

—No me subestimes; mientras tú vas, yo ya he ido tres veces.

La rabia hervía dentro de mí mientras decidía irme directamente hacia casa de Darien para enfrentarle por el honor de mi amada princesa.


Entre El Deber Y El Deseó  (Lectura Erótica) Multi ShipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora