POV Serena y Taiki.
Me dejé llevar por el impulso y, con una fuerza que no podía contener, tomé la camisa de Taiki, arrastrándolo a mi habitación con una urgencia que parecía desbordar todos los límites. Comencé a acariciar su torso definido, mientras mis ojos se encontraban con los suyos, buscando en ellos una confirmación de lo que estaba sucediendo. Le susurré con voz temblorosa:
—Dime que esto es real y que no es producto de mi imaginación desbordada.
Taiki, aún sumido en la incredulidad de lo que estaba ocurriendo, parecía abrumado por una mezcla de nerviosismo, timidez e inseguridad. Su rostro reflejaba una vulnerabilidad que me conmovió profundamente.
Tomé su rostro entre mis manos y, poco a poco, acerqué mis labios a los suyos. Taiki me miraba con un deseo intenso, devorándome con sus ojos; yo estaba segura de ello, y la evidente erección contra mi vientre no dejaba lugar a dudas.
Mi entrepierna clamaba a gritos que me tomara y me hiciera suya en todas las posiciones posibles, una llamada primitiva que resonaba en cada célula de mi cuerpo.
Estaba tan cerca de sus labios que no titubeé ni un segundo en besarlos lentamente, mientras me posicionaba encima de él con una sensualidad que parecía desbordar todos los límites.
Puse sus temblorosas manos en mis pechos y, mientras lo hacía, le dije con una voz ardiente y llena de pasión:
—Te gusta, Taiki... Taiki, mmmmm, me encanta.
Taiki estaba fascinado por la sensualidad que emanaba de mí, sintiéndose el hombre más afortunado del mundo. Tenía tantas ganas de poseerme que en su mente maquinaba mil ideas placenteras, cada una más tentadora que la anterior. Estaba como un verdadero idiota, admirando cada detalle de mi rostro y cuerpo con una intensidad que parecía deslumbrarlo.
Un cuerpo que podría enloquecer a un centenar de hombres con su perfección, y él no era la excepción. La forma en que me miraba, con una mezcla de adoración y deseo, me hacía sentir poderosa y deseada.
Serena, que dejó de masajear sus pechos, llevó las manos de Taiki a sus definidos glúteos y le dijo con una voz provocativa y llena de sensualidad:
—Tócalos con fuerza, apriétalos, son todos tuyos.
Y después de decir aquellas palabras, comenzó a moverse encima de él, rozando ambos sexos y desabotonando su camisa poco a poco, con un ritmo que parecía hipnotizarlo.
Taiki, que no aguantó más, me tiró a la cama y me dijo con una voz llena de pasión y desesperación:
—Ay, Serena, te deseo tanto, te necesito, me vuelves loco.
Después de ello, me besó intensamente y comenzó a tocar toda mi desnudez, sumiéndome en un mundo de placer y sensaciones que parecían no tener fin, Pero... De pronto....
Princesa, ¿estás lista? Tenemos mucho de qué hablar aún... Ems... perdón, lo siento...
Los ojos de la bella muchacha se llenaron de lágrimas, y salió corriendo de la habitación con una desesperación que parecía desbordar todos los límites. Serena, que se paró con rapidez, se colocó su bata y salió persiguiendo a Hotaru, dejando a un Taiki visiblemente confundido.
Al entrar en la habitación de Hotaru, Serena la vio tendida en su cama, llorando con un dolor que parecía haberse acumulado durante mucho tiempo. Con un tono de arrepentimiento y compasión, le dijo:
—Perdóname, Hotaru. Me dejé llevar; no sé qué me ocurrió. Mi intención jamás fue lastimarte. Tú sabes que te quiero mucho...
Hotaru, hecha un mar de lágrimas, respondió con una voz temblorosa:
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Entre El Deber Y El Deseó (Lectura Erótica) Multi Ship
FanfictionSinopsis: Atrapada entre el deber de un matrimonio con Darien y la tentación de un amor prohibido con Seiya, Serena se enfrenta a un conflicto interno que amenaza con desestabilizar su vida. Mientras se acerca la boda, secretos y pasiones ocultas re...