Inquisiciones

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Crystal Manor

─No puedo creer que te hayas comportado de forma tan infantil con Kingsley, Severus ─gruñó Jessica, sacudiendo los restos de ceniza de su capa con un movimiento de su mano─. Mira que mostrarte complacido por su turbación, y no bastándote con ello, aprovechaste cada oportunidad para restregarle en la cara su revocación. ─negó con la cabeza mientras colocaba la abrigadora prenda en el perchero─. Debería darte vergüenza.

─¿Y por qué debería darme vergüenza? ─preguntó Severus con serenidad, acomodándose en el sofá─. Solo estoy disfrutando de las consecuencias de las peticiones que él mismo hizo en reiteradas ocasiones. ¿No quería que tú intervinieras en la solución de todo este desastre? ¿No pedía que usaras tu posición para arreglar la discordia con el Tridium? ─sonrió guasón─. Pues bien, deseo concedido.

La castaña rodó los ojos─. Cualquiera que te escuche hablar, pensaría que despedí a Kingsley del ministerio.

─Pues, a juzgar por su expresión desorientada, eso parecía.

─¡Oh ya deja de burlarte! ─lo regañó, lanzándole un cojín que el mago desvió sin problemas.

─Aunque admito que tu decisión de colocarlo como tu mano derecha me sorprendió. ─Severus se levantó de su asiento y se acercó a la bandeja de bebidas. Decidió por servir dos copas de vino─. Después de asignar a Potter al cuartel de aurores con Black, pensé que sería restituido como Jefe de Seguridad Mágica.

─Para ese puesto tengo a alguien más. Gracias ─murmuró al recibir una de las copas ofrecidas por el pocionista. Tomó un sobro del rojizo líquido─. De hecho, estoy esperando respuesta de esa persona.

El mago se detuvo en su camino a su asiento, observándola temeroso─. ¿Le dijiste a alguien más que estás viva?

─Esta persona es de confianza, Severus ─replicó Jessica con expresión seria─. Si no fuera así, ni siquiera me plantearía en asignarle un puesto de tal importancia.

─¿Por lo menos puedo saber quién es?

─Lo sabrás en su momento.

Severus bufó molesto, sentándose nuevamente en el sillón─. Apuesto lo que sea a que tu secretismo es porque no me va a gustar tu elección.

─Al contrario, estoy segura de que estarás de acuerdo con mi decisión. ─Jessica cabeceó pensativa de un lado a otro─. Aunque admito que no es de tus personas favoritas.

─Por Merlín ─exhaló con desasosiego, dándole un buen sorbo a su bebida─. Como si no tuviera suficiente con los mellizos endemoniados para agregarle ahora un invitado sorpresa a la ecuación.

─Créeme, además de ellos, no tienes que preocuparte de nadie más.

Severus asintió meditativo, mientras observaba su copa de vino, oscilando el poco líquido que quedaba en ella─. ¿Estás segura de que solo esos dos y... Voldemort serán nuestros dolores de cabeza?

─En ese caso, sinceramente no lo sé. ─Jessica se pasó la mano por su alisada y larga cabellera, pensando detenidamente en su pregunta─. Ellos no están solos, por lo que sus mortífagos están englobados en ese dolor de cabeza.
─Y Marian también podría ser un problema ─agregó el pocionista, frunciendo el ceño al recordar algo─. ¿Por qué no le contaste a Shacklebolt sobre el parentesco asariano de los Beaumont?
─Porque no quiero más caos ─respondió ella con expresión cansada─. No quiero correr el riesgo de que esa información caiga en manos de otros ministerios y ellos, a su vez, decidan iniciar una reclamación por justicia parcial que llegaría a oídos de Arthemius y Acquarius. ─se estremeció al pensar en todo lo que se vendría encima si ese fuera el caso─. Allí si habría una verdadera guerra.

El comienzo de una nueva vida IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora