Para el amor si hay edad.

Revolución Estudiantil

Todo era más complicado, el ambiente se tornaba tenso nuevamente, los cotilleos no faltaban, el sindicato estudiantil seguía en búsqueda de la verdad, el maestro Flannagan no respondía llamadas.

-Se avecinan serios problemas Mariela, la decana se hace de la vista gorda.
- Seguro se tiene  algo con este tipo.
- Lo desconozco.

El día que Dana esperaba llegó, la llamada de la universidad cayó y ya tenía fecha. Antes de finalizar su jornada laboral Ian Peterson le pidió que se presentará, Carter tenía prisa así que rápidamente llegó.
-Dime ¿En qué puedo ayudarte?
- ¿Recuerdas lo que hablamos sobre tu supuesta renuncia y la opción de trabajar en otro lugar?
-Sí, ¿qué pasa?
-Me informaron que presentaras las pruebas finales para el puesto y ya te he advertido sobre el proceso.
La joven maestra sintió que el enojo se apoderaba de ella, trató de actuar con tranquilidad pese a la situación.
-Así es, estoy en todo mi derecho, ademas al obtener el otro trabajo dejaré este lugar.
-Bien, si querés hacer eso tienes que presentarme tu renuncia pronto, aun así trabajarás el siguiente trimestre.
Dana se puso de pie apoyándose con sus dos manos sobre el escritorio
-Me parece una falta de respeto y violacion a mis derechos.
Por ley al poner mi renuncia en estas fechas próximas a terminar el período no estoy obligada a quedarme un trimestre más, aparte que has elaborado mi horario sin consultarme.
-Mira Dana no tendré otra pelea, la antigua jefa los tenía mal acostumbrados como si esto fuese un corral, por favor sal.
-No se que te paso, pero de la forma que actúas solo problemas ganarás, la prepotencia y la altanería no te traerá nada bueno.
Dana salió molesta de la oficina.

-¡Dana Carter! tú te tienes algo entre manos y lo voy a averiguar.. Por algo tienes prisa de irte. Ninguno de estos asalariados va a intervenir en mis planes, nos son más que ratas de alcantarilla e incluso tú que fuiste casi mi cuñada.
Ian Peterson y otros de alto mando dentro de universidad planeaban cambios, en los cuales serían ellos los beneficiados.

-Es un idiota replicó Dana con mucha molestia mientras ordenaba el escritorio.
-¿Qué pasa?
La maestra daba detalles a su amiga e intentó hablar con él maestro Flannagan y su abogado. También se dirigió a buscar a la decana pero seguía ausente.

Cómo era de esperarse el rumor se corrió dentro y fuera de la facultad muchas carreras estaban pendientes y que decir de los grupos estudiantiles..
Exactamente a la semana Dana realizó las pruebas y la entrevista, estaba a un tan solo paso de irse y obtener la oportunidad que tanto buscaba, además su proyecto personal para emprender sería terminado.

Los estudiantes se reunieron en un punto de encuentro, hablaban por medio de un alta voz y en otros lugares mantenían un micrófono.

La sala de maestros estaba llena los chicos buscaban soluciones.
Dana dejó su bolso por unos segundos, luego lo tomó para guardarlo en el casillero.

Peterson llegó molesto desconecto los parlantes sin pedir permiso y esto desató la furia estudiantil, otros lo grababan y eso lo hizo perder la Cabeza

-Esto es un gallinero por eso cunado salen como egresados a buscar trabajo no los reciben debido a qué es lo único que saben hacer, revolotean como gallinas.
Los insultos burlas y más no se hicieron esperar entró con furia a la sala de maestros no dijo nada y al ver la multitud se encerró en su oficina con pasador para que nadie molestase.

Michael llegó, con dificultad se acercó a Dana.
-He estado llamandote pero tienes apagado el teléfono.
Esta procedió a abrir su bolso, busco su teléfono por varios minutos y para su sorpresa... había sido robado.