Los Pensamientos De Michael

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Cariño ya esta la cena, ven por favor.
La madre de Michael tocaba la puerta de su recamara con insistencia.

-Ahora voy mamá.

Michael tenía dos hermanos, el era el de enmedio sostenía buena relación e incluso con sus padres, solían hablar bromear durante la cena, en ocasiones permanecían horas conversando.

-cuéntanos hijo ¿cómo te fue en tu trabajo hoy?

-Bien mamá.
Su respuesta fue bastante seca.

El padre de Michael lo veía de reojo mientras tomaba su vaso con agua.

-mmm algo le pasa al modelo de la familia. bromeó.

-¿A caso te fue mal hijo?

-dejalo mamá
replicó el hermano mayor (John) seguramente reprobó sus clases.
Su hermano menor llamado Dustin también reía.

-Ya basta dijo la señora Grace dándoles un pequeño golpe en la cabeza a los dos chicos. todos reían en la mesa excepto Michael.

Su padre le hizo una pequeña broma. seguramente alguna chica hermosa te rechazó

El joven por accidente derramó su refresco.
-Claro que no papá, a mi todas me quieren.
sonrió y se levanto para limpiar comedor.

La Sra. Grace pese a las burlas notó que algo le pasaba a su hijo, en todos estos años aún con problemas de chicas y ser tan cotizado por las mismas simpre mantenía la sonrisa con sus hermanos, pero por primera vez no siguió la platica era como si su mente estuviese en otro lugar.

Preocupada le preguntó a su esposo si él sabía algo.
-Tranquila amor, son cosas de chicos no te preocupes tanto por él, de los tres es el más relajado e independiente.
-Por eso es que me preocupo dijo en voz baja durante recogía los platos de la mesa.

Reese no dejaba de pensar en Dana se sentía feliz y sonreía como bobo cada vez que se acordaba del beso. Suspiraba pero sabía que estaba en problemas.
-La señorita seguramente me dejara de hablar .. ¿Y si me denuncia?
Se sentó en la cama de golpe y llevo sus manos a la cabeza
-Soy un idiota.. ¿Como pude hacerlo? Me deje llevar en ese momento, no lo sé, era como si algo me moviera por dentro, nunca me había pasado. Ella debe de estar furiosa.
Sus pensamientos eran tan profundos como su preocupación no se dio cuenta que John entró y desde un extremo le arrojó un almohadón.

-Que idiota eres le dijo viéndolo con cierta molestia.

-¡Ay! Yaa.. Para y cuéntame que te ocurre.

La relación era tan buena que siempre se contaban todo, pero esta vez no se atrevió a decir nada.

Pensaba que podía jactarse de haber besado a una mujer mayor y cotizada en la universidad, pero sentía algo tan profundo que no pudo y decidio guardar respeto hacia ella.

Para el amor si hay edad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora