Para el amor si hay edad.

Una Nueva Amenaza

-¿Qué pretendes madre?
-cuelga ese teléfono, hazlo y hablaremos.
-Ya lo hice, habla, ¿cuál es tu asunto, para escuchar mis conversaciones?
-¿Cómo puedes ser amante de tu maestra? ¿Qué rayos tienes en la cabeza?

Los gritos se oían por toda la casa de los Reese, padre e hijos se pusieron de pie y subieron rápidamente al segundo piso.

-Es increíble que comiences a gritar sin hablar y preguntarme
-lo hice miles de veces, y tus respuestas eran a medias. ¿Cómo puedes estar con ella? Seguro te sedujo sabrá Dios como, debe ser der esas mujeres con mucho recorrido que ofrecen sexo a la primera noche.

Michael sentía su cuerpo caliente, la ira se apoderó por completo de él.

-¡Bastaaa! Para de una vez, no somos amantes, es mi novia y no es como la describes.

-Grace, ¿Qué ocurre?
Todos estában asustados George intervino.
-Tu hijo tiene de dizque novia a su maestra de la universidad ¿te das cuenta? Una mujer cualquiera debe de ser, seguramente trabaja para conquistar jóvenes y él cayó.

-¿Michael?
-Mi madre no tiene idea de lo que habla papá.
El chico abrió el closet sacó el pantalón y una playera, enfrente de ellos se vistió, trató de salir.
-Hijo calmate por favor todos estamos alterados, hablaremos como personas civilizadas.

-Papá ahora no, me voy, si sigo aquí puedo hacer cualquier cosa no soporto una calumnia más.
El joven salió tomó las llaves del auto dejando su teléfono en la cama sin saber que al otro lado del mismo Dana había escuchado todo.

-¿Por qué tuvo que pasar esto?
La joven profesora se ponía de pie con lágrimas en sus ojos.
-No debió de tratar a su hijo de esa forma, y todo lo que dijo de mi.

Sentía vergüenza una lluvia de sentimientos la invadía.
Michael conducía a la casa de Dana. Frenó su auto de golpe.

-¿Qué haces imbecil? llevarle otro problema? No hago más que eso.

Busco su teléfono y se dio cuenta que lo había dejado olvidado.
-Bien. ¿ y ahora qué Michael?
Dana esperó por él hasta quedarse dormida en el sofá.
Eran las 12:00 am tocaban el timbre.

-¡Michael! se dijo así misa, apresuró el paso y abrió la puerta. Se vieron a los ojos y sin decir nada se abrazaron.

-Mi amor te espere por horas y no llegabas ¿qué ocurrió?
-No te gustara oír lo que pasó
-Yo.. Escuché todo, la pelea con tu madre.
-No puede ser..
Amor una vez más perdoname
-No tengo porque hacerlo, tu mamá actuo como cualquiera lo haría.
-Claro que no, hablo sin saber nada, dio gritos como loca.
Hablaron hasta las 2:00 am después se fueron a dormir con mucha preocupación.

Dana despertó estaba somnolienta había dormido poco no tenía ánimos de ir a la universidad, decidió hablar con su colega.

-Mariela ¿cómo estás? Amiga llegaré tarde excusame con con la jefa de la carrera
-¿Te sientes mal otra vez?
Carter trataba de susurrar para que Michael no escuchase nada.
-No, tengo un problema, la madre de Michael se dio cuenta y se puso furiosa él paso la noche conmigo estuvo horrible.

-Santo Dios. Almorcemos juntas en el café de la universidad allá me cuentas todo, tengo que hacer unos pendientes antes de irme.

Reese despertó, se quedó sentado en la cama

-¿Amor como te encuentras?
Aun sigo molesto, tengo mucho sueño no quiero ir a clases.
-Entonces no vayas, quedate aquí.
-¿Tu irás?
-no puedo faltar.
-quedate un momento a mi lado por favor.
Dana se acostó a la par del chico se mantuvieron abrazados mientras hablaban

-Sabia que para los dos no sería fácil pero jamás imagine que fuera así, siempre creí que este tipo de problemas por amor se daban solo en novelas o películas, pero nos pasó.
-Lo sé cariño estoy molesto con mi mamá no la quiero ver.
-Es tu madre, tienes que reconciliarte con ella, yo me sentiría mal si ustedes se quedan así
-¿que tiene de malo amarse? ¿por qué hay reglas cuando hay amor de por medio? No hemos hecho nada a nadie, la ética, la moral, edad ¿qué más? ¿Los prejuicios pueden más que todo?
-Michael si no manejamos bien esta situación acabarán llevándonos a nosotros de encuentro, por eso te pido que hables con tu madre tal vez no hoy, pero date el tiempo de hacerlo
-Si tu estas a mi lado me siento fuerte, Dios te puso en mi camino estoy seguro.
-yo también lo creo mi amor, ahora tengo que irme. Descansa.

Dana llegó a la universidad se sentía cansada por las pocas horas que había dormido. Mariela la esperaba con un café.
-Dana ven, por aquí. Su amiga le hizo Señas para que se acercara.
Subamos juntas a la facultad te compre una bebida, toma y cuéntame todo.
Llegaron al edificio Mariela no podía creer lo que había sucedido.

-Dana veo que se les están complicando las cosas creo que deberían de hacer pública su relación con algunas personas y enfrentar a todos.
-¿Te imaginas lo que pasaría Mariela?
-me quedaría sin trabajo, mis padres, los de él estarían molestos. Ni lo digas mejor me voy te veo después.

Dana no tenía ánimos de nada puso a sus estudiantes a trabajar en grupo.  Abrió sus redes sociales para escribirle a Michael ya que este no tenía su teléfono y usaría el ordenador.

La clase finalizó todos los chicos se veían agotados, era lunes nadie tenía energía. Uno de los estudiantes dejó una chaqueta en una banca, la jóven maestra se puso de pie para recoger sus cosas. Alguien entró al salón Dana no volteo a ver pensaba que buscaban  la prenda.
-¿Maestra Dana Carter?
-Si soy yo.
Al levantar su cabeza se dio cuenta que la mujer en el salón era la Sra. Grace.