Para el amor si hay edad.

La Confesión De Mariela

Era viernes por la tarde los ánimos de todos seguían bajos, Michael prefirió estar esos días con su amada no quiso dejarla sola ni un momento.

Llegaron a su apartamento cansados, sin embargo el chico se preparaba para ir a su trabajo, tendría una sesión fotográfica y un ensayo de pasarela.

-¿Estarás bien? ¿Por qué no llamas a tu madrina?
-no te preocupes por mi. Gracias por tu compañía estos días, me ha hecho bien, llamaré a mi amiga para cancelar la asistencia a la fiesta, se que lo entenderá.

La muerte de la maestra Barret me ha hecho pensar en lo pasajero  y efímera que es la vida.
Ambos tenemos pendientes con nuestros padres además mañana es tu cumpleaños, no querrás pasar tu año número 21 molesto con tu mamá. Dana sonreía dulcemente realmente deseaba que madre e hijo se reconciliaran.

-Lo sé amor, hoy arreglaré todo te lo prometo me llevaré mis cosas y gracias por aguantarme estos días.
-Gracias a ti por estar conmigo.

Michael se quedó en la puerta del departamento volteo a ver su chica.

-Amor se que no estas de ánimo así que no te preocupes por mi cumpleaños, ya celebraremos después, yo me conformo si tú estás a mi lado.
Le lanzó un beso desde la distancia y se retiró.
En efecto Dana no tenía ganas de nada pero quería festejarle, era su primer celebración juntos.

Mariela llegó de visita quería platicar con su amiga como de costumbre, ambas seguían deprimidas por la. Muerte de su colega.

-Sabes Mariela el día antes de su deceso fui a verla para presentarle mi renuncia obviamente cumpliría con el protocolo y no me acepto, me dio tiempo para pensarlo y justo cuando  iba a hacerlo... ocurrió la tragedia.

Mariela permanecía callada Dana se dio cuenta que dentro de la tristeza había algo más.

-Mari creo que he sido egoísta, con todo esto de Michael no te he preguntado ¿cómo estás?
Extendió su mano en señal de hacerle saber que estaba ahí para ella.

-Dana hay algo que quiero decirte. Carter se asombro debido a que su mejor amiga parecía distinta.

-El día que estuviste en el hospital Michael me contó todo así que tuve la idea de hablar con Dex, yo sabia que él conversaria con la chica del problema y no quise decirte nada.

-¿Tú los sabías Mari?
-Si, perdoname

-Mira sabes lo que pienso al respecto pero... a ti te pasa algo más.

-No había querido decírtelo porque pensarás que soy una idiota
-¿cómo crees? Después de cada cosa que yo he hecho me gano un premio.

-A partir de ese entonces frecuente a Dex. Todo iba bien hasta que.. Sucedió algo entre nosotros
Dana la veía con extrañeza y titubeaba al hablar.. No.. No entiendo.. ¿Que significa? o ¿que fue lo que pasó?

Estuvimos saliendo en buen plan, pero el lunes en la noche vine a verte.. Bueno, mejor dicho iba a llegar.
-Me encontré con Dex en el elevador me contó que estabas con Michael y mejor opte por dejarlos solos, me invitó a una copa bebimos y me deje llevar.. Nos besamos y pasó.

-Te emborracho y te sedujo Mariela ¿fue eso?

-No, Dana calmate siéntate por favor. Es cierto que tome pero fui yo quien lo beso.. Cuando pasó todo si estaba un poco ebria pero no borracha estoy consciente de eso.

-Soy una estúpida, se que es un mujeriego y le gustan las chiquillas pero la verdad que me gustó desde qué lo conocí y ese día no me pude contener.
-ahora te toca a ti, regañame dime que soy una idiota.

-Mariela.. tu sabes que él es así, no sé qué decirte yo jamás hubiese permitido que te cortejara pero si a ti te gustó ¿qué puedo hacer?

-¿Dana que hago?

Las amigas hablaron largo y tendido salieron a cenar y tomar un poco de cerveza ambas lo necesitaban
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Michael estaba en su recamara aún no hablaba con su madre pero estaba inquieto, finalmente escuchó que entraban así que bajó.

-Hijo.. ¡Estás aquí!  Su madre lo veía con emoción.
-vine para conversar mamá.
Sus padres se sentaron en la sala familiar para arreglar todo lo que les aquejaba.