La vida de un adolescente cambia para siempre, cuando hechos desafortunados atan su vida a un detective con serios problemas de autocontrol.
El detective Min busca justicia para los crímenes que aterrorizan la ciudad, mientras supera una traumáti...
Llegué temprano a mi terapia con el señor Nam, estaba a gusto con sus terapias, me ayudaban mucho y empezaba progresar.
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— ¡Buenos días! —saludé entrando a la oficina.
— ¡Oh! has llegado temprano, por favor Siéntate y empecemos a comer —el señor Nam traía malteadas y un postre de leche, mi sonrisa debió ser muy amplia, pues estaba encantado de sólo ver los postres, rápidamente me senté en el sofá.
— ¡Muchas gracias! esto se ve realmente delicioso —di un buen sorbo a la malteada de fresa que lucía apetitosa.
—Pareces estar de muy buen ánimo hoy —refirió el señor Nam, frente a mí, con su libreta de apuntes en la mano.
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—Sí señor, me ha ido muy bien en las prácticas de baile; Participé en unas audiciones para un concurso y pasé la primera etapa. J. Hope me ha enseñado muchísimo. —explique concentrado en la comida.
—Eso es realmente magnífico, es un gran progreso para ti. Sigue así —después de su halago, dio un suspiro profundo y su expresión fue algo más sombría—. Hoy quiero que hablemos de un tema importante Jimin, hablaremos de tus padres, puedes empezar con lo que tú quieras. —justo en ese momento se me atoró la malteada, tuve que carraspear algunas veces, para aclarar mi garganta y me quedé pensativo.
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